martes, enero 27, 2009

EL FABULOSO GOL DE RAUL, MARCADO CON LA OREJA

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Nos manda callar,nos dice que tiene una espalda de toro,que es España,que Madrid es la capital del Imperio y ahora marca un gol con la oreja.Esta noticia, me pilla leyendo un libro de Haruki Murakami(La caza del carnero salvaje),donde el protagonista se ha divorciado y ha conocido a una mujer que le seduce por la perfección de sus orejas(ella tenia veintiún años,un bonito cuerpo,esbeltísimo,y un par de orejas tan admirablemente formadas que resultaban encantadoras.Trabajaba como correctora de pruebas de imprenta y como modelo de publicidad ,especializada en anuncios en que intervenían las orejas).¿Que nos querrá decir Raúl con la oreja?

Roberto bolaño   2666    pag. 154

El silencio, no obstante, era total y tenía, además,
algo de calmo, de los largos silencios que preceden a la noche.
De pronto Norton se dio cuenta de que la mujer reflejada en el
espejo no era ella. Sintió miedo y curiosidad y permaneció
quieta, observando si cabe con mayor detenimiento a la figura
en el espejo. Objetivamente, se dijo, es igual a mí y no tengo
ninguna razón para pensar lo contrario. Soy yo. Pero luego se
fijó en su cuello: una vena hinchada, como si estuviera a punto
de reventar, lo recorría desde la oreja hasta perderse en el omóplato.
Una vena que más que real parecía dibujada. Entonces
Norton pensó: tengo que marcharme de aquí. Y recorrió la habitación
con los ojos intentando descubrir el lugar exacto en
que se encontraba la mujer, pero le fue imposible verla

Miguel Angel Asturias   El Papa Verde    pag.154

Nada de cantar victoria antes de tiempo y menos hablar de esto con sus abogados —dijo el viejo Maker correspondiendo a sus apretones de mano—; cualquier indiscreción de su parte podría ser fatal para nuestro jue­go, su país perdería una buena faja de terreno y nosotros pasaríamos a depender de la «Frutamiel».

—Desde ahora cuente ya con nuestros votos. ¡Qué fre­gado! Al no más bajar yo a la costa hablo con mis herma­nos y los entero de todo.

—Sí, estas cosas conviene tratarlas personalmente y en la mayor reserva en cuanto a la finalidad, que es ganar­le la partida en lo de límites a la «Frutamiel Company», si se resuelve por arbitraje, y evitar la guerra a toda costa. A sus abogados, caso que le pregunten, hágales saber que lo invité a esta su casa a proponerle la compra de sus acciones.

—Era lo que ellos se suponían...

—Pues muy bien...

—¿Y cuándo sale para Chicago?

—Sólo espero una llamada telefónica; y ya en el plano de la confianza que usted me inspira —se ve que es leal como su mano abierta—, conviene que sepa que el actual presidente de la Compañía es un peligro para nuestra cau­sa. Simpatiza demasiado con el grupo de la «Frutamiel» y no conviene que nos vaya a hacer una trastada. Lo ideal sería que usted también se viniera conmigo a Chica­go, pero quién lo arranca de la costa.

—Tiempo no ha de faltar, míster Maker, y si Dios no dispone otra cosa, cuando ganemos el punto, me llego a visitar por allá, me voy a meter con usted al hormi­guero, porque esas ciudades deben ser como negrear la tierra cuando se alborota a las hormigas

Italo Calvino  Si una noche de invierno 119pags.       154-119=35

Leer —dice —es siempre esto: hay una cosa que está ahí, una cosa hecha de escritura, un objeto sólido, material, que no se puede cambiar, y a través de esta cosa nos enfrentamos con alguna otra que no está presente, alguna otra que forma parte del mundo inmaterial, invisible, porque es sólo pensable, imaginable, o porque ha existido y ya no existe, ha pasado, perdida, inalcanzable, en el país de los muertos...

—...O que no está presente porque aún no existe, algo deseado, temido, posible o imposible —dice Ludmilla —, leer es ir al encuentro de algo que está a punto de ser y aún nadie sabe qué será... —(Y ahora ves a la Lectora atenta a escrutar más allá del margen de la página impresa el despuntar en el horizonte de las naves de los salvadores o de los invasores, las tempestades...) —El libro que ahora tendría ganas de leer es una novela en la cual se sienta la historia que llega, como un trueno aún confuso, la historia histórica junto con el destino de las personas, una novela que dé la sensación de estar viviendo un desbarajuste que todavía no tiene un nombre, no ha tomado forma...

—¡Muy bien, hermanita, veo que haces progresos! —Entre las estanterías ha aparecido una chica de cuello largo y cara de pájaro, mirada quieta y gañida, gran halo de pelo rizado, vestida con una ancha blusa y ajustados pantalones. —Venía a anunciarte que he encontrado la novela que buscabas, ¡y es justamente la que se utiliza en nuestro seminario sobre la revolución femenina, a donde estás invitada, si quieres oírnos analizarla y discutirla!

—Lotaria, ¡no me digas —exclama Ludmilla —que has llegado también tú a Asomándose desde la abrupta costa, novela inacabada de Ukko Ahti, escritor cimerio!

Karim Fosum  El ojo de Eva     pag.154

Eva se levantó con gran esfuerzo, tambaleándose ligeramente, y notando lo mojada y pegajosa que estaba. El coche distaba del agua unos diez o doce metros, y el hombre no era muy grande, pesaría alrededor de setenta kilos. Ella pesaba sesenta, tal vez pudiera hacerlo. Si el río se lo llevaba a la deriva, pasaría algún tiempo antes de que lo encontraran; flotaría en dirección a la ciudad; y si movía también el coche, no encontrarían el lugar donde había sido asesinado y donde ella, sin duda, había dejado huellas. Aguzó el oído, asombrada de la lucidez y coherencia de sus pensamientos, y se acercó al coche. Levantó el capó cuidadosamente y volvió a poner la varilla. El hombre seguía colgado. No quedaba otro remedio que tocarlo, tocar la cazadora resbaladiza, que tenía grandes manchas de sangre. Cerró automáticamente las fosas nasales ante el olor, lo cogió por los hombros y le dio un empujón. El hombre cayó hacia atrás como un saco sobre sus pies, y ella se apresuró a retirarlos. Estaba tumbado boca arriba. Se inclinó sobre él y se le ocurrió sacarle la cartera del bolsillo, pensando que así tardarían más tiempo en averiguar quién era.

Anatole France    El figon de la reina patoja     pag.154

Y aquí es en donde es necesario abrir bien los oídos y el alma.
Esas criaturas horribles, que sólo se ocuparían de devorarse o de acariciarse
furiosamente, viven juntas y sometidas a las leyes que prohiben
precisamente la satisfacción de su doble y fundamental concupiscencia.
Esos animales ingenuos, convertidos en ciudadanos, se imponen
voluntariamente privaciones de toda especie, respetan la propiedad ajena,
lo cual es prodigioso para su naturaleza codiciosa; y profesan el pudor, que
es una hipocresía enorme, pero común, la cual consiste en decir sólo rara
vez lo que piensan sin cesar. Porque, francamente, señores, cuando vemos
una mujer, no es en la belleza de su alma ni en las excelencias de su
espíritu donde fijamos nuestro pensamiento; y en nuestras relaciones con
ella lo que más nos preocupa son sus formas naturales. Y la encantadora
criatura lo sabe tan bien que, vestida por hábiles obreras, cuida mucho de
velar sus atractivos sólo para exagerarlos artificiosamente.

Kennedy Toole,John  La conjura de los necios    pag.154

¡CONFERENCIA! ¡CONFERENCIA!

M. Minkoff habla audazmente sobre

«El sexo en la política: la libertad erótica como arma contra los reaccionarios»

Jueves 28 — 8 tarde

Y.M.H.A. — Grand Concourse

Entrada: 1 dólar — O — Firmar la petición de M. Minkoff exigiendo imperiosamente más y mejor actividad sexual para todos y un programa de urgencia para las minorías. (La petición se enviará por correo a Washington.) Firme ahora y salve a Norteamérica de la ignorancia sexual, la castidad y el miedo. ¿Está usted lo suficientemente comprometido como para colaborar con este movimiento audaz y decisivo?

—¡Oh, Dios santo! —farfulló Ignatius a través de su goteante bigote—. ¿Van a dejarla hablar en público? ¿Qué demonios significa el título de esta ridícula conferencia?

Leyó el cartel de nuevo, malévolamente.

—En cierto modo, sé que sí, que hablará con audacia, y desearía perversamente poder oírla parlotear ante un público. Esta vez se ha superado a sí misma en lo de ofender al buen gusto y a la decencia.