sábado, diciembre 29, 2012

BLANCO

 

 

                      

La flor de loto es uno de los más antiguos y profundos símbolos de nuestro planeta. Crece en el fango y se alza sobre la superficie del agua para florecer con impresionante belleza. Por la noche la flor se cierra y se hunde bajo el agua, cuando despunta el amanecer se alza y vuelve a abrirse. El loto simboliza la pureza del corazón y de la mente.

JAMES JOYCE
ULISES                  849

¡Horrible! Y el oro se sonrojó más.
Floreció una ronca nota de pífano.
Floreció. La azul floración está sobre los
cabellos coronados de oro.
Una rosa saltarina sobre satinados senos
de satén, rosa de Castilla.
Gorjeando, gorjeando: Aydolores.
¡Pío! ¿Quién está en el píodeoro?
Tintín gritó el bronce con lástima.
Y un llamado, puro, largo y palpitante.
Prolongado llamado de agonía.
Seducción. Suave palabra. ¡Pero mira!
Las brillantes estrellas palidecen. ¡Oh rosa!
Notas trinando respuesta. Castilla. Está
apuntando la mañana.
Tintinea tintinea, tenue tintineo.

LOTO

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos            675     849-675=174

—Hola, soy yo.
Erwin apoyó una mano en la puerta del coche y respondió desmayadamente:
—Estoy mortalmente aburrida —dijo la voz—. Estoy esperando a mi novio. Va a
traer el veneno. Él y yo vamos a morir al amanecer. ¿Cómo está usted?
—Número impar —dijo Erwin, deslizando el dedo por la puerta llena de polvo.
—Sí, ya lo sé —añadió con calma Frau Monde—. El número trece resultó ser el
número uno. Lo ha estropeado todo.
—Una pena —dijo Erwin.
—Una pena —repitió ella y bostezó.

 

Edgar Allan Poe
Obras en español 849-542=207

cierto monarca,
justificadamente celoso de su Reina, no sólo la condena a muerte sino que hace la promesa,
por su barba y por el profeta, de desposar cada noche a la doncella más bella de sus
dominios y enviarla por la mañana al verdugo.
Habiendo cumplido esta promesa varios años al pie de la letra, con una puntualidad
religiosa y un método que le valió un gran crédito como hombre de sentimientos devotos y
fina sensibilidad, fue interrumpido una tarde (en sus plegarias, sin duda) por la visita de su
gran visir, a cuya hija, parece, se le había ocurrido una idea.
Su nombre era Scheherazade, y su idea era que libraría al reino del impuesto
despoblador aplicado a la belleza, o perecería en el intento, como corresponde a toda
heroína

GAO XINGJIAN
LA MONTAÑA DEL ALMA 307*3=921-849=75

Un cantor yi me ha llevado a la montaña, detrás del lago Cao, a las aldeas de su etnia. Cuanto
más se avanza, más redondeadas parecen las cumbres, más frondosos son los árboles, exhalando
una especie de olor femenino primigenio.
De tez muy morena, nariz recta, ojos rasgados, las mujeres yi son soberbias. Muy raramente
miran a un desconocido a la cara. Si uno se topa con ellas, en el recodo de un sendero de montaña,
mantienen los ojos gachos y, sin decir una palabra, se detienen para ceder el paso.
Mi guía ha tarareado para mí algunas canciones populares yi, endechas rebosantes de tristeza,
incluso las canciones de amor.


Si sales una noche de luna,
no enciendas la antorcha por el camino,
si enciendes la antorcha por el camino,
triste estará la luna.

Me informa de que aún hoy en día los compromisos matrimoniales entre chicos y chicas yi son
arreglados por los padres. Los jóvenes que quieren amarse libremente se ven a escondidas en la
montaña. Si son descubiertos, son detenidos y ejecutados por sus propias familias

 

DON QUIJOTE DE LA MANCHA   849-707=142

le dice que una de las mayores
penas que tiene es no saber quién sea su caballero, y si es de linaje de reyes
o no; asegúrala la doncella que no puede caber tanta cortesía, gentileza y
valentía como la de su caballero sino en subjeto real y grave; consuélase con
esto la cuitada: procura consolarse por no dar mal indicio de sí a sus padres y,
a cabo de dos días, sale en publico. Ya se es ido el caballero, pelea en la guerra,
vence al enemigo del rey, gana muchas ciudades, triunfa de muchas batallas;
vuelve a la corte, ve a su señora por donde suele, conciértase que la pida
a su padre por mujer en pago de sus servicios; no se la quiere dar el rey, porque
no sabe quién es; pero, con todo esto, o robada o de otra cualquier suerte
que sea, la infanta viene a ser su esposa, y su padre lo viene a tener a gran
ventura, porque se vino a averiguar que el tal caballero es hijo de un valeroso
rey de no sé qué reino, porque creo que no debe de estar en el mapa. Muérese
el padre, hereda la infanta, queda rey el caballero en dos palabras
.

 

Sura 55. Ar-Rahmán (El Más Misericordioso)

(56) En esos [jardines] habrá jóvenes de mirada recatada, a las que ningún hombre o ser invisible
ha tocado hasta entonces27 --(57) ¿cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?—(
58) [hermosas] como rubíes y perlas. (59) ¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador
negaréis?
(60) ¿Acaso puede la recompensa del bien ser otra cosa que el bien? (61) ¿Cuál, pues, de los
poderes de vuestro Sustentador negaréis?
(62) Y además de esos dos, habrá [otros] dos jardines28 --(63) ¿cuál, pues, de los poderes de
vuestro Sustentador negaréis?—(64) dos [jardines] de un profundo verdor.29 (65) ¿Cuál, pues, de
los poderes de vuestro Sustentador negaréis?
(66) En [cada uno de] esos dos [jardines] brotarán dos fuentes. (67) ¿Cuál, pues, de los poderes
de vuestro Sustentador negaréis?
(68) En ambos habrá fruta [de todas clases], palmeras y granados. (69) ¿Cuál, pues, de los poderes
de vuestro Sustentador negaréis?
(70) En esos [jardines] tendrán compañeras buenas y hermosas –(71) ¿cuál, pues, de los poderes
de vuestro Sustentador negaréis?-- (72) puras30 y modestas, en [espléndidos] pabellones --
(73) ¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?—(74) [compañeras] a las que
ningún hombre o ser invisible ha tocado hasta entonces. (75) ¿Cuál, pues, de los poderes de
vuestro Sustentador negaréis?

76) [En ese paraíso morarán,] reclinados sobre verdes praderas y alfombras de exquisita belleza.
(77) ¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?
(78) ¡BENDITO sea el nombre de tu Sustentador, pleno de majestad y gloria!


     

La vida y la muerte me
están desgastando          MO YAN    849-605=234

Después de despojarme de mi piel de buey, mi indomable espíritu se cernió por encima de los uno
coma seis acres de tierra de Lan Lian. La vida como buey había sido una existencia trágica.
Después de mi encarnación como burro, el señor Yama había pronunciado la sentencia de que
fuera enviado de nuevo como ser humano, pero acabé deslizándome por el canal de parto de una
vaca. Estaba ansioso por presentar mis quejas, ya que habían cometido una injusticia conmigo
aunque, no obstante, deseaba continuar cerca de Lan Lian y no me apetecía abandonarle. Bajé la
mirada hacia el cadáver sangrante del buey y la cabeza plateada de Lan Lian mientras se
desplomaba sobre la cabeza del animal y lloraba desesperadamente; y observé la obtusa expresión
en el rostro de mi hijo adulto Jinlong, al joven muchacho de rostro azul, nacido de mi concubina
Yingchun, y el rostro del amigo del joven, Mo Yan, cubierto de mocos y de lágrimas, así como los
rostros de todas las demás personas que me resultaban tan familiares. Mientras mi espíritu
abandonaba el cuerpo del buey, los recuerdos de mi vida como buey comenzaron a desvanecerse y
fueron sustituidos por los de Xime

 

                                

 

 

                                        

viernes, diciembre 28, 2012

UNA PREGUNTA-UNA RESPUESTA.

 

12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras

 

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KIOTO – YASUNARI KAWABATA    539

Chieko salió de casa llevando al brazo un gran cesto de la compra.
Cruzó la calle Miike, pues quería visitar la tienda de Yubahan que se
encuentra en el barrio de Fuyamachi. Se detuvo un momento para
contemplar el cielo que desde Hieizan hasta la Montaña del Norte era
de un rojo llameante.
Aquel largo día de verano, la luz crepuscular había aparecido muy
pronto, barriendo el monótono gris del cielo. ¿No parecía un incendio
fulgurante?
Nunca había visto el cielo así.
Chieko sacó su espejito de bolsillo y miró su rostro a aquella luz.
«¡Inolvidable! Es para recordarlo toda la vida... ¿Se encenderá también
así el corazón humano?

 

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GEORGES CONCHON-EL ESTADO SALVAJE  539

Yo soy un hombre libre que se divierte-dijo Orlaville.El efecto de esta orgullosa proclamación fue que,al querer erguirse al querer aumentar de estatura,dio tres pasos hacia atrás.!Me incita usted al crimen!-exclamo Avit.De ningún modo-dijo Orlaville,que había cogido a Avit por los hombros,campechanamente,y le conducía, no demasiado derecho,hacia el “Land Rover”-.!Ah,esto es África!.

 

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Edgar Allan Poe
Obras en español    539

¡Je, je, je! - respondió el Diablo débilmente, levantándose con un aire de hauteur.
- ¡Vamos, no hablará usted en serio!... - observó de l'Omelette -. He pecado, c'est
vrai, pero, mi buen señor... ¡no pensará realmente llevar a la práctica esas amenazas tan...
bárbaras!
- ¿No qué? - dijo Su Majestad -. ¡Vamos, señor, desnúdese!
- ¡Desnudarme, claro! ¡Muy bonito, en verdad! ¡No, señor, no me desnudaré! ¿Quién
es usted, le ruego me diga, para que yo, duque de l'Omelette, príncipe de Foie-Gras, apenas
mayor de edad, autor de la Mazurquiada y miembro de la Academia, deba quitarme a
requerimiento suyo los pantalones más exquisitos jamás hechos por Bourdon, la más refinada
robe-de-chambre jamás confeccionada por Rombert, por no decir nada de sacarme
los papillotes, y para no mencionar la molestia que me significaría quitarme los guantes?
- ¿Que quién soy? ¡Ah, cierto! Yo soy Baal-Zebud, príncipe de las Moscas. Acabo
de sacaros de un ataúd de palo de rosa incrustado de marfil. Estabais curiosamente
perfumado, y facturado para entregar. Os envió Belial, mi Inspector de Cementerios. Los
pantalones que decís fueron hechos por Bourdon, son un excelente par de calzoncillos de
lino, y vuestra robe-de-chambre es una mortaja de bastante buen tamaño.
- ¡Señor - replicó el duque -, no seré insultado impunemente! ¡Aprovecharé la
primera oportunidad para vengar esta ofensa! ¡Tendrá noticias de mí, señor! iMientras
tanto, au revoir
!

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos    539

«Es asombroso lo mucho que ha llegado a parecerse a mi pobre hermana», dijo el
rey con un suspiro melancólico, quitándose las gafas y devolviéndolas al bolsillo
superior de su chaqueta marrón con alamares. «Soy demasiado pobre para regalarte
un caballo», continuó, «pero tengo una pequeña fusta muy bonita. Gotsen», dijo
dirigiéndose al camarero mayor, «¿dónde está aquella fusta tan bonita con cabeza
de perrito? Después la buscas y se la das... un pequeño objeto interesante, de valor
histórico y todo lo demás. Bien, estoy encantado de regalártela, pero un caballo
está por encima de mis posibilidades... todo lo que tengo son un par de jacas y las
guardo para mi coche fúnebre. No te sientas molesto... no soy rico». («II ment», dijo
el príncipe heredero en voz baja y se alejó, canturreando algo entre los dientes.)

JAMES JOYCE
ULISES                 539

Cristozorro con calzas de cuero,
escondiéndose, un fugitivo entre las secas
horquetas de los árboles huyendo de la alarma,
sin conocer hembra, pieza única de la caza. Las
mujeres que ganó para su causa, gente tierna,
una prostituta de Babilonia, damas de
magistrados, esposas de rufianes de taberna. El
zorro y las ocas. Y en New Place un débil cuerpo
deshonrado que en otros tiempos fuera donoso,
dulce, fresco como la canela, cayéndosele ahora
las hojas, desnuda y horrorizada por el horror
de la estrecha tumba y no perdonado.

DON QUIJOTE DE LA MANCHA  539

Pareciome la trova de perlas y su voz, de almíbar, y después acá, digo,
desde entonces, viendo el mal en que caí por estos y otros semejantes versos,
he considerado que de las buenas y concertadas repúblicas se habían de desterrar
los poetas como aconsejaba Platón, a lo menos los lascivos porque escriben
unas coplas, no como las del marqués de Mantua , que entretienen y
hacen llorar los niños y a las mujeres, sino unas agudezas que a modo de blandas
espinas os atraviesan el alma y como rayos os hieren en ella, dejando sano
el vestido, y otra vez cantó:
Ven, muerte, tan escondida,
que no te sienta venir;
porque el placer del morir
no me torne a dar la vida.

Roberto Bolaño
2666                          539

En Villa Pesqueira creían que Escuela Nocturna era el nombre de un burdel
en las afueras de San José de Pimas), aprendió, sin grandes esfuerzos,
a leer y a escribir. A partir de ese momento leyó todo
lo que caía en sus manos. En un cuaderno anotó las impresiones
y pensamientos que le produjeron sus lecturas. Leyó revistas
y periódicos viejos, leyó programas políticos que cada cierto
tiempo iban a tirar al pueblo jóvenes de bigotes montados en
camionetas y periódicos nuevos, leyó los pocos libros que pudo
encontrar y su marido, después de cada ausencia traficando con
animales en los pueblos vecinos, se acostumbró a traerle libros
que en ocasiones compraba no por unidad sino por peso. Cinco
kilos de libros. Diez kilos. Una vez llegó con veinte kilos.
Y ella no dejó ni uno sin leer y de todos, sin excepción, extrajo
alguna enseñanza.

 

NUMERO DE CUENTA BANCARIA

 

                          

                                                      

          

jueves, diciembre 27, 2012

DEPRESION POSPARTO.

 

                      CENA

                             

La vida y la muerte me
están desgastando             MO YAN         421

Embestí mi cabeza contra el hielo. Nada. Lo hice una segunda vez. Todavía nada. Así que di la vuelta y nadé contra la
corriente. Cuando por fin alcancé la superficie lo veía todo rojo. ¿Aquello se debía a la puesta de
sol? Lancé al niño casi ahogado sobre el hielo. A través de la neblina roja vi a Jinlong, a Huzhu, a
Hezuo, a Lan Lian y a muchos más..., todos ellos parecían estar hechos de sangre, tan rojos, con
palos, cuerdas y azadas en las manos mientras se arrastraban por el hielo para rescatar a los
niños... Qué listos y buenos eran. No podía evitar tener buenos sentimientos hacia ellos. Sentía
agradecimiento incluso hacia los que me habían hecho tan difícil mi existencia como cerdo. Mis
pensamientos eran un drama misterioso interpretado sobre un escenario que aparentemente se
había levantado en el borde de una nube mientras me ocultaba entre un bosquecillo de extraños
árboles que tenían ramas doradas y hojas de jade. La música se enroscaba en el aire que flotaba
por encima del escenario, acompañada de una canción entonada por una cantante de ópera
femenina que vestía un traje hecho de pétalos de loto. Me sentía profundamente conmovido,
aunque no sabría decir por qué. Sentía calor por todas partes; el agua que me rodeaba estaba cada
vez más caliente. Me sentía extraordinariamente bien mientras me hundía despacio en el fondo,
donde me encontré con un par de demonios sonrientes de rostro azul que me resultaban muy
familiares.
—¡Bueno, viejo amigo, ya estás de vuelta

El espíritu del perro

Un alma  ag r a v i a d a  r e g r e s a  r e c a r n a d a  en u n p e r r o
Un niño mimado  va a la ciudad con su madre

Los dos siervos del inframundo me agarraron por los
brazos y me sacaron del agua.
—¡Llevadme a ver al señor Yama, malditos bastardos! —grité lleno de rabia—. ¡Voy a
ajustar cuentas con ese condenado perro viejo!
—-Ja, ja —se rió el Siervo Uno—. Después de todos estos años, sigues siendo un
cascarrabias.
—Como se suele decir, no puedes impedir que un gato persiga a un ratón o que un perro
coma mierda —se burló el Siervo Dos.
—¡Dejadme marchar! —grité—. ¿Creéis que no soy capaz de encontrar a ese maldito
perro por mí mismo?
—Cálmate —dijo el Siervo Lino—. Sólo cálmate. Ya somos viejos amigos. Después de
todos estos años, lo cierto es que te hemos echado de menos.
—Te llevaremos a ver al condenado perro viejo —dijo el Siervo Dos.

 

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos 421

Cada vez que la he visto a lo largo de los quince años de nuestra... —bueno, no
encuentro el término preciso para describir nuestro tipo de relación—, no parece
que me haya reconocido al momento; y también esta vez se quedó quieta durante
un instante, en la acera de enfrente, volviéndose a medias en una suerte de
incertidumbre no exenta de curiosidad, y lo único que hacía ademán de moverse hacia mí era su bufanda amarilla, como uno de esos perros que te reconocen antes
de que lo hayan hecho sus dueños; luego dio un grito, levantó las manos, y todos los
dedos iniciaron una especie de danza, y en mitad de la calle, con la impulsividad y
franqueza de una vieja amistad (de la misma forma que al despedirse de mí siempre
lo hacía con la señal de la cruz sobre mi rostro), me besó tres veces con más boca
que sentido y luego se puso a pasear a mi lado, colgándose de mí, ajustando con
dificultad su paso al mío, debido a su estrecha falda marrón negligentemente
abierta en un costado.

Edgar Allan Poe
Obras en español            421

Lo que
podíamos hacer por la seguridad de nuestra barca era muy poca cosa, en verdad.
Descubrimos algunas grietas anchas cerca de ambos extremos, y nos las ingeniamos para
taparlas con trozos de nuestras chaquetas de lana. Con ayuda de los remos sobrantes, que
había allí en abundancia, levantamos una especie de armazón en torno a la proa para
amortiguar la fuerza de las olas que podían amenazar con colmarnos por esta parte.
Erigimos también dos remos a modo de mástiles, colocándolos uno frente a otro; uno en
cada borda, evitándonos así la necesidad de una yerga. Atamos a estos mástiles una vela
hecha con nuestras camisas, cosa que nos costó algún trabajo, pues no podíamos pedirle
ayuda a nuestro prisionero para nada, aunque nos la había prestado con buena voluntad para
trabajar en todas las demás operaciones. La vista de la tela blanca parecía impresionarle de
una manera singular. No pudimos convencerle para que la tocara o se acercase a ella, pues
se ponía a temblar cuando intentábamos obligarle, gritando: "¡Tekeli-li!"

Miguel de Cervantes
DON QUIJOTE DE LA MANCHA   421

En esto, ya comenzaban a gorjear en los árboles mil suertes de pintados
pajarillos, y en sus diversos y alegres cantos parecía que daban la norabuena y
saludaban a la fresca aurora, que ya por las puertas y balcones del Oriente iba
descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número
infinito de líquidas perlas, en cuyo suave licor bañándose las yerbas, parecía
asimesmo que ellas brotaban y llovían blanco y menudo aljófar; los sauces destilaban
maná sabroso, reíanse las fuentes, murmuraban los arroyos, alegrábanse
las selvas y enriquecíanse los prados con su venida. Mas apenas dio lugar la claridad del día para ver y diferenciar las cosas, cuando la primera que se ofreció
a los ojos de Sancho Panza fue la nariz del escudero del Bosque, que era
tan grande, que casi le hacía sombra a todo el cuerpo. Cuéntase, en efecto,
que era de demasiada grandeza, corva en la mitad y toda llena de verrugas, de
color amoratado, como de berenjena; bajábale dos dedos mas abajo de la
boca, cuya grandeza, color, verrugas y encorvamiento así le afeaban el rostro,
que, en viéndole Sancho, comenzó a herir de pie y de mano como niño con
alferecía, y propuso en su corazón de dejarse dar docientas bofetadas antes
que despertar la cólera para reñir con aquel vestiglo.
Don Quijote miró a su contendor y hallole ya puesta y calada la celada, de
modo que no le pudo ver el rostro, pero notó que era hombre membrudo, y
no muy alto de cuerpo. Sobre las armas traía una sobrevista o casaca de una
tela, al parecer, de oro finísimo, sembradas por ella muchas lunas pequeñas de
resplandecientes espejos, que le hacían en grandísima manera galán y vistoso;
volábanle sobre la celada grande cantidad de plumas verdes, amarillas y blancas;
la lanza que tenía arrimada a un árbol era grandísima y gruesa, y de un
hierro acerado de mas de un palmo.
Todo lo miró y todo lo notó don Quijote, y juzgó de lo visto y mirado que
el ya dicho caballero debía de ser de grandes fuerzas; pero no por eso temió
como Sancho Panza, antes con gentil denuedo dijo al Caballero de los Espejos:
—Si la mucha gana de pelear, señor caballero, no os gasta la cortesía, por
ella os pido que alcéis la visera un poco, porque yo vea si la gallardía de vuestro
rostro responde a la de vuestra disposición.

JORGE LUIS
BORGES
COMPLETAS           421

El argumento es
éste: Un hombre, el estudiante incrédulo y fugitivo que conocemos,
cae entre gente de la clase más vil y se acomoda a ellos,
en una especie de certamen de infamias. De golpe —con el milagroso
espanto de Robinson ante la huella de un pie humano en
la arena— percibe alguna mitigación de infamia: una ternura,
una exaltación, un silencio, en uno de los hombres aborrecibles.
"Fue como si hubiera terciado en el diálogo un interlocutor más
complejo." Sabe que el hombre vil que está conversando con él
es incapaz de ese momentáneo decoro; de ahí postula que éste ha
reflejado a un amigo, o amigo o amigo de un amisto. Repensando
el problema, llega a una convicción misteriosa: En algún punto
de la tierra hay un hombre de quien procede esa claridad; en
algún punto de la tierra está el hombre que es igual a esa claridad.
El estudiante resuelve dedicar su vida a encontrarlo.
Ya el argumento general se entrevé: La insaciable busca
de un alma a través de los delicados reflejos que ésta ha dejado
en otras: en el principio, el tenue rastro de una sonrisa o de
una palabra; en el fin, esplendores diversos y crecientes de la
razón, de la imaginación y del bien. A medida que los hombres
interrogados han conocido más de cerca a Almotásim, su porción
divina es mayor, pero se entiende que son meros espejos. El tecnicismo
matemático es aplicable: la cargada novela de Bahadur
es una progresión ascendente, cuyo término final es el presentido
"hombre que se llama Almotásim".El inmediato antecesor de
Almotásim es un librero persa de suma cortesía y felicidad; el que
precede a ese librero es un santo... Al cabo de los años, el
estudiante llega a una galería "en cuyo fondo hay una puerta y
una estera barata con muchas cuentas y atrás un resplandor". El
estudiante golpea las manos una y dos veces y pregunta por Almotásim.
Una voz de hombre —la increíble voz de Almotásim—
lo insta a pasar. El estudiante descorre la cortina y avanza. En
ese punto la novela concluye.

martes, diciembre 25, 2012

FUM FUM FUM

 

  

http://www.lareligionprohibida.com/la-serpiente-de-la-salvacion.htm

YASUNARI KAWABATA-EL CLAMOR DE LA MONTAÑA   761

Antes de oír las voces de Suichi,un sueño le había despertado.Entonces,podia  recordar perfectamente su contenido,pero luego,lo había olvidado casi todo.Recordaba que una niña de catorce o quince años había tenido un aborto;y unas palabras :”Y la niña se transformó en la Sagrada Doncella Eterna…” Durante el sueño,Shingo había estado leyendo un cuento,cuyo final eran esas palabras.Y mientras leía,iba contemplando simultáneamente el desarrollo de un argumento como si fuese cine o teatro.Shingo no habia representado ningún papel en el sueño.Su posición había sido de espectador.Un sueño olvidado no se puede reconstruir.Por otro lado,los sentimientos que tuvo Shingo al leer esta historia también formaban parte del sueño.

http://www.webislam.com/articulos/81506-por_que_occidente_perdio_ante_china_y_lo_que_puede_hacer_para_recuperarse.html

El matrimonio homosexual (que no puede producir a niños) es promovido mientras la poligamia (que produce muchos niños) todavía está tipificada como delito en Occidente.El resultado es que los países occidentales ahora todos tienen una población reducida y envejecida. Occidente está perdiendo la batalla de la evolución que se gana en el dormitorio, sobre todo.

La vida y la muerte me
están desgastando             Mo YAN  761-605=156

Eran unos niños encantadores, con unos ojos
brillantes y unos preciosos dientes blancos. Desde la parte superior del muro
se escuchaba el crujido de las alubias y un embriagador aroma a tostado. Papá
y el buey estaban excavando hoyos en la era cuando, de repente, más niños de
los que era capaz de contar aparecieron en la parte superior del muro. Metí la
mano en el bolsillo. ¿Qué iba a hacer si lo que querían eran alubias negras?
Papá llevaba la ropa pegada al cuerpo con un pedazo de paño en forma de flor
de loto en cada hombro y una pieza elevada en forma de cuerno de lámina
fina sobre su cabeza. Había pintado el lado derecho de su rostro con pintura
lubricante roja, que creaba un notable contraste con la marca de nacimiento
azul de su lado izquierdo. Mientras excavaba, estaba lanzando una serie de
órdenes ininteligibles que para mí sonaban como maldiciones, pero estaba
seguro de que los niños rojos de la pared podían comprender hasta la última
palabra de lo que decía, porque daban palmas rítmicamente, golpeaban los
talones contra el muro y no paraban de silbar. Algunos de ellos incluso
sacaron pequeños cuernos de sus petos y los comenzaron a tocar a modo de
acompañamiento, mientras que otros cogieron algunos tambores del otro lado
de la pared, los colocaron entre las rodillas y les imitaron. Al mismo tiempo,
nuestro buey familiar, que lucía un satén de color rojo entre los cuernos y una
enorme flor de satén rojo sobre la frente que le hacían parecer un novio lleno
de júbilo, se encontraba corriendo por los confines de la era. Su cuerpo resplandecía,
sus ojos eran brillantes como el cristal, sus pezuñas parecían
linternas encendidas que le transportaban en un paso grácil grácil, fluido y sereno.
Cada vez que pasaba cerca de los niños rojos, éstos golpeaban sus tambores y
mostraban a gritos su aprobación, despertando una oleada de vítores. En total,
dio diez vueltas o más alrededor del círculo antes de unirse a papá en el
centro, donde fue recompensado con un pedazo de pastel de alubias. Después,
papá le frotó la cabeza y le dio unos golpecitos en el trasero.
—¡Mirad qué milagro! —cantó con una voz más resonante que la de
«los dos burros».
Cabeza Grande Lan Qiansui me lanzó una mirada de desconcierto y me
di cuenta de que no se acababa de creer mi narración. Tal vez lo habías
olvidado, después de todos estos años, o a lo mejor lo que vi aquella noche no
fue más que un sueño. Pero fuera o no fuera un sueño, lo cierto es que tú
participaste en él. O tal vez debería decir que, sin ti, aquel sueño no habría
tenido lugar

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos             761-675=89

Aquella noche Mark tuvo un sueño desagradable. Vio a su difunto padre. Su padre
llegó hasta él, con una sonrisa muy rara en su rostro sudoroso y pálido, cogió a Mark
por los brazos y empezó a hacerle cosquillas silenciosa, violentamente, sin parar.
Sólo recordó el sueño después de llegar a la tienda donde trabajaba, y se acordó
porque un amigo suyo, el buen Adolf, le saludó dándole un golpe en las costillas.

 

JAMES JOYCE
ULISES                  761


Corny Kellerher cerró a su largo libro
diario y lanzó una mirada con sus ojos caídos a
una tapa de ataúd de pino que montaba la
guardia en un rincón. Se enderezó, se dirigió
hacia ella y, haciéndola girar sobre su eje,
contempló su forma y accesorios de bronce.
Mordisqueando su brizna de heno dejó la tapa
de ataúd y se dirigió a la puerta. Allí ladeó el
ala de su sombrero para dar sombra a sus ojos y
se apoyó contra el marco de la puerta, mirando
afuera perezosamente.
El padre Juan Conmee subió al tranvía
de Dolymount en el puente Newcomen.
Corny Kelleher cruzó sus grandes zapatos
y clavó la mirada, su sombrero ladeado hacia
abajo, mordisqueando su brizna de heno.