los dos tenían que madrugar para ir al trabajo. Pero Masha no
parecía necesitar reposo. Se quedaba traspuesta, y minutos después despertaba fresca y descansada. Sufría pesadillas. Durante el sueño se ponía a gritar o a hablar en alemán, en ruso o en polaco. Los muertos la "visitaban" mientras dormía. Encendía una linterna y enseñaba a Herman las cicatrices que le habían dejado en los brazos, los pechos o las caderas. Una noche se le "apareció" su padre y le leyó unos versos que había compuesto en el otro mundo. Conservaba en la memoria una estrofa que recitó a Herman.
ISAAC BASHEVIS SINGER – ENEMIGOS pag.25
La mitología bíblica relata el destino histórico terrestre de la humanidad y su destino celeste, la historia mitológica de la humanidad; los confines entre la realidad celeste y la terrena quedan abolidos, como ocurre generalmente en la historia primordial de la humanidad. Sólo más tarde se consolidan tales fronteras y aparece la disociación entre lo terreno y lo celeste. Partiendo de esta separación construimos la historia de los orígenes, mientras que, en realidad, lo interior, lo oculto, sólo puede ser conocido y comprendido si partimos de la inexistencia y de la no solidificación de aquellas fronteras, si presuponemos que la primera etapa del destino terreno de la humanidad comenzó en el cielo, en una cierta realidad espiritual que fue al mismo tiempo la realidad histórica de la que se ocupa la ciencia histórica, la arqueología, la realidad de la que hablan los monumentos estudiados por la crítica histórica. La metafísica de la historia tiene por objeto el destino del hombre, un destino en el que se reúne y se identifican íntimamente la dimensión celeste y la terrena.
NICOLAS BERDIEV –EL SENTIDO DE LA HISTORIA pag. 25
LA CICATRIZ
Dos bandas atacaron el palacio de Kira Kotsuké no Suké. El consejero comandó la
primera, que atacó la puerta del frente; la segunda, su hijo mayor, que estaba por
cumplir dieciséis años y que murió esa noche. La historia sabe los diversos momentos
de esa pesadilla tan lúcida: el descenso arriesgado y pendular por las escaleras de
cuerda, el tambor del ataque, la precipitación de los defensores, los arqueros apostados
en la azotea, el directo destino de las flechas hacia los órganos vitales del hombre, las
porcelanas infamadas de sangre, la muerte ardiente que después es glacial, los
impudores y desórdenes de la muerte. Nueve capitanes murieron; los defensores no eran
menos valientes y no se quisieron rendir. Poco después de media noche toda resistencia
cesó.
JORGE LUIS BORGES HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA pag.25
¡Es un robo a mano armada! —atronó Ignatius—. Tendrá usted noticias de nuestros abogados.
La señora Reilly pagó con dos de los billetes que le había dado el joven y, cuando pasó tambaleante junto a la señorita Lee, dijo:
Sabemos cuando no nos quieren. Iremos a dar beneficios a otra parte.
—Vaya —contestó la señorita Lee—. Qué barbaridad. Los clientes como vosotros son como el beso de la muerte.
JOHN KENNEDY TOOLE LA CONJURA DE LOS NECIOS pag.25
Mahler