Nidhogg Ratatösk Veðrfölnir
Yggdrasil
En la mitología nórdica, Ratatosk o Ratatöskr (en nórdico antiguo, generalmente se lo considera «diente perforador» o «diente taladro» ) es una ardilla que corre de arriba abajo por el árbol del mundo Yggdrasil llevando mensajes entre el águila sin nombre, posada en la copa, y el dragón Níðhöggr, que reside bajo una de las tres raíces del árbol. Se da cuenta de Ratatosk en la Edda poética, compilada en el siglo XIII de fuentes tradicionales más tempranas, y en la Edda prosaica, escrita en el mismo siglo por Snorri Sturluson. Diversos eruditos han propuesto teorías sobre las implicaciones de la ardilla.
El nombre Ratatosk está formado por dos elementos: rata- y -tosk. Este último se estima mayormente que significa «colmillo». Guðbrandur Vigfússon teoriza que el elemento rati- significa «el viajante». Vigfússon afirma que el nombre del legendario taladro Rati podría presentar el mismo término. De acuerdo a Vigfússon, Ratatosk significa «el colmillo viajante» o «el colmillo trepador».
Sophus Bugge a su vez teoriza que el nombre Ratatosk es un préstamo del inglés antiguo que significa «Rat-tooth», «Rata-diente» literalmente. Esta teoría se basa en el hecho de que el elemento -tosk del compuesto no aparece en ningún otro lado en el nórdico antiguo. Bugge propone que dicho elemento es una reforma de la palabra tūsc del inglés antiguo (en frisón antiguo tusk) y que, en cambio, el elemento Rata- representa el vocablo ræt («rata») también del inglés antiguo.
Según Albert Sturtevant, «en lo que respecta al elemento Rata-, la hipótesis de Bugge no tiene fundamentación válida en vista del hecho de que el vocablo [en nórdico antiguo] Rata (forma de Rati*) se usa en Háv[amál] para nombrar al instrumento que utiliza Odín para perforar a través de las rocas en busca de la hidromiel de los poetas [...]», y que «Rati* debe considerarse un vocablo nativo [en nórdico antiguo] que significaba "el perforador.
Yggdrasil (o Yggdrasill) es un fresno perenne: el árbol de la vida, o fresno del universo, en la mitología nórdica. Sus raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos: Asgard, Midgard, Helheim, Niflheim, Muspellheim, Svartalfheim, Alfheim, Vanaheim y Jötunheim. De su raíz emana la fuente que llena el pozo del conocimiento, custodiado por Mímir.
A los pies del árbol se encontraba el dios Heimdall que era el encargado de protegerlo de los ataques del dragón Níðhöggr y de una multitud de gusanos que trataban de corroer sus raíces y derrocar a los dioses a los que este representaba. Pero también contaba con la ayuda de las nornas que lo cuidaban regándolo con las aguas del pozo de Urd. Un puente unía el Yggdrasil con la morada de los dioses, el Bifröst, el arco iris, todos los dioses cruzaban por él para entrar en el Midgard.
Yggdrasil rezuma miel y cobija a un águila sin nombre que entre sus ojos tiene un halcón que se llama Veðrfölnir, a una ardilla llamada Ratatösk, a un dragón llamado Níðhöggr y a cuatro ciervos, Dáinn, Dvalin, Duneyrr y Duraþrór. Cerca de sus raíces habitan las nornas.Etimológicamente, Yggdrasil se ha interpretado como un kenning, es decir, una perífrasis derivada de mitos nórdicos. En este caso, el kenning significa "Caballo de Odín", ya que Yggr (o Uggr, "temible, feroz") es uno de los apelativos de Odín, e Yggs es el genitivo de Yggr;drasill (o drösull, "errante, vagabundo") es una expresión poética para "caballo".Este nombre reflejaría aparentemente la imagen de Odín subiendo y bajando a voluntad por el tronco y las ramas del fresno, es decir, metafóricamente "cabalgando" entre los mundos. Otros autores interpretan el nombre como "árbol terrible" o "cadalso de los colgados", en referencia a como Odín colgó de él durante nueve días.
Para los nórdicos, el mundo del hombre era nada más una rama del gran Yggdrasil, el fresno del mundo. Nueve mundos posee Yggdrasil, y por ellos pasó Odín antes de obtener el secreto de las runas. El árbol se divide en tres partes. Niflheim, Midgard y Asgard (raíz, tronco y copa, respectivamente), se puede notar en esto la representación del ciclo de nacimiento, vida y muerte que ya se siente en las nornas.
Las raíces son tres. La primera se dirige hacia la Fuente de Hvergelmir. La segunda a la fuente de Mimir. La última a la Casa de las Nornas, el Destino. Los mundos son los siguientes por orden ascendente:
Nidhogg, en la mitología nórdica, es un dragón que vive en el Niflheim donde crece una de las raíces del árbol Yggdrasil, la cual roe sin cesar hasta que venga el Ragnarök y todo se destruya. Luego de la regeneración, Nidhogg atormentará las almas humanas que hayan quedado en el Niflheim.
Mientras éste vive en las raíces de Yggdrasil, Ratatösk corre de arriba para abajo llevando los cotilleos entre el águila sin nombre y el halcón Veðrfölnir, ambos en la cima de Yggdrasil, hacia Nidhogg, esperando causar trifulcas entre ellos
En la Mitología nórdica, Veðrfölnir (Nórdico antiguo «tormenta pálida» o «el que fue blanqueado por el clima»), es un halcón sentado entre los ojos de un águila sin nombre que permanece en la copa del árbol del mundo Yggdrasil. Veðrfölnir también es conocido en forma anglicanizada como Vedrfolnir o Vethrfolnir.
El águila sin nombre se menciona en la Edda poetica, recogida en diversas fuentes entre escritos tradicionales y primarios durante en siglo XIII, y la Edda prosaica escrita en el siglo XIII por Snorri Sturluson, Veðrfölnir solo dispone de una clara mención en la Edda prosaica. En ambos, la ardilla Ratatoskr corre arriba y abajo con sus mensajes entre el águila sin nombre y Nidhöggr, el dragón que reside bajo el árbol del mundo. Los investigadores siguen teorizando sobre el papel de ambas aves.
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ARDILLA-TZUB
Generalidades: Las ardillas son laboriosas, simpáticas y compradoras. Saben ganarse el corazón de quienes les rodean con un océano de pequeños gestos. Entran en tu vida sin invitación ni previo aviso y se instalan para siempre. Las ardillas generan adicción, uno las necesita, las quiere, son unas interlocutoras siempre predispuestas y divertidas, con ellas el tiempo pasa volan
Techalotl (ardilla gris). Sciurus aureogaster.
Techa: monte; tl: animal. “Animal de monte”.
Tlaltechalotl (ardillón). Spermorphilus mexicanus
Tlal: roca; tech: cerca de; tl: animal. “Animal que se encuentra cerca del pedregal”.
A las ardillas se las relaciona con el dios de la danza, con los Tlaloques, ayudantes de Taloc y con los Tlamacazques, quienes eran invocados para proteger a las milpas de intrusos como las ardillas, las tuzas, las ratas y ratones. El temor que los campesinos han tenido a la destrucción que estos animales pueden causar es tanto que algunas canciones sobre este tema subsisten hasta nuestros días. Como en otros casos de animales, las ardillas fueron también divinizadas, dándoseles el nombre de Techalotl.
En el pasado muy lejano, existían manadas de ardillas que convivían con los aztecas y demás fauna que en aquellos tiempos existía. Los aztecas es bien sabido, eran una raza guerrera por tradición. Se cuenta que entre las mismas tribus se organizaban competencias para ver quienes eran los más hábiles para cazar a estos roedores con cola abombada. Las trampas que utilizaban y las maneras de arreglárselas para capturarlas eran muy variadas y algunas hasta divertidas. Platicaba mi abue que nuestros antepasados desarrollaron una gran pericia para lazar a los animalitos en el aire y en la tierra. En el aire, mientras las ardillitas realizaban saltos y volteretas; y en la tierra, cuando huían despavoridas de estos salvajes. A pedradas era una de las técnicas más utilizadas. Pero como eran muy conocedores del arte culinario, preferían que estas ratitas con cola de alfombra, no sufrieran de estrés y así no contaminaban su sangre y carne con la misma ansiedad y terror de escapar. Por lo que, los aztecas siempre andaban destapados del torso, sobre todo los hombres.
La treta era fácil de entender. Uno se recostaba con la panza al aire y espiaba con los ojos a medio cerrar hasta que llegara una ingenua ardillita a tratar de comerse el ombligo de la supuesta presa humana y en ese instante agarrarla con suavidad, evitando sus peligrosos dientecillos. Así, el animalito tenía su estómago lleno de felicidad creyendo que iba a disfrutar de un suculento ombligo, pero al final acababa estrangulada en las manos de estos cazadores de primer nivel. Es necesario conocer que esta especie de roedores se alimentaban de ombligos de la gente. Al engullirlos, dejaban un hueco en el estómago del desdichado que se desangraba irremediablemente. No había cura alguna. Si la persona mordida y desombligada trataba de moverse se desangraba, y si no se movía moría de una infernal rabia apabullante que lo destrozaba desde dentro de su organismo en cuestión de minutos. Dentro de los relatos nocturnos diarios de mi recordado abuelo, él nos decía que no fueron los españoles los que acabaron con estas tribus de antepasados nuestros, sino las voraces ardillas.
Cuarto de baño dentro de un tronco Boabab africano.
Hasta un 70% de los varones británicos y españoles y la mitad de los de Europa están emparentados con el faraón egipcio Tutankamón, según un grupo de genetistas en Suiza. El centro de genealogía iGENEA, de Zurich, ha reconstruido el perfil de ADN del faraón que llegó al trono a los nueve años, de su padre Akenatón y de su abuelo Amenhotep III, basándose en una película realizada para Discovery Channel.
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