viernes, diciembre 21, 2012

CADA MAESTRICO TIENE SU LIBRICO

 

  Dibujo

http://www.scribd.com/doc/6247891/La-Leyenda-de-Los-Cinco-Soles

 

Miguel de Cervantes
DON QUIJOTE DE LA MANCHA    468

  El venerable Montesinos, se puso de rodillas ante el lastimado
caballero, y con lágrimas en los ojos le dijo: «Ya señor Durandarte, carísimo
primo mío, ya hice lo que me mandastes en el aciago día de nuestra pérdida;
yo os saqué el corazón lo mejor que pude, sin que os dejase una mínima
parte en el pecho; yo le limpié con un pañizuelo de puntas, yo partí con él de
carrera para Francia, habiéndoos primero puesto en el seno de la tierra, con
tantas lágrimas, que fueron bastantes a lavarme las manos y limpiarme con
ellas la sangre que tenían de haberos andado en las entrañas; y por más señas,
primo de mi alma, en el primero lugar que topé saliendo de Roncesvalles, eché
un poco de sal en vuestro corazón, porque no oliese mal y fuese, si no fresco,
a lo menos amojamado a la presencia de la señora Belerma, la cual, con vos y
conmigo y con Guadiana, vuestro escudero, y con la dueña Ruidera y sus siete
hijas y dos sobrinas, y con otros muchos de vuestros conocidos y amigos, nos
tiene aquí encantados el sabio Merlín ha muchos años

Sura 18. Al-Kahf (La Cueva)           468

(9) [Y PUESTO que esta vida es sólo una prueba,]6 ¿piensas [realmente] que [la parábola de]
los Hombres de la Cueva y [su devoción por] las escrituras es más digna de asombro que
cualquier [otro] de Nuestros mensajes?7(10) Cuando esos jóvenes se refugiaron en la cueva, e imploraron: “¡Oh Sustentador nuestro!
¡Concédenos de Tu misericordia, y haznos conscientes de lo que es recto, cualquiera que
sea nuestra condición [externa]!”8
(11) Y entonces sellamos sus oídos en la cueva9 por muchos años, (12) y luego les despertamos:
10 [y lo hicimos] para señalar [al mundo]11 cual de los dos puntos de vista mostraba una
mejor comprensión del lapso de tiempo que habían permanecido en este estado.12

la historia de los Hombres
de la Cueva, propiamente dicha, la mayoría de los comentaristas se inclinan por la opinión de que está
relacionada con un período de los albores de la historia del cristianismo --a saber, la persecución de los cristianos
por el emperador Decio, en el siglo III. La leyenda narra que unos jóvenes cristianos de Éfeso se retiraron,
acompañados de su perro, a una cueva remota para así vivir de acuerdo con su fe, y que permanecieron allí,
milagrosamente dormidos, durante un largo período de tiempo (según algunos relatos, a los que se hace referencia
en el versículo 25 de este sura, unos tres siglos). Cuando finalmente despertaron --sin saber que habían
permanecido dormidos tanto tiempo-- enviaron a la ciudad a uno del grupo para comprar algo de comida. La
situación mientras tanto había experimentado un cambio total: el cristianismo no sólo no estaba perseguido sino
que se había convertido en la religión oficial del Imperio Romano. La moneda antigua (del reinado de Decio)
con la que el joven quiso pagar por sus compras en seguida despertó la curiosidad; la gente comenzó a interrogar
al forastero y salió a la luz la historia de los Hombres de la Cueva y su milagroso sueño.
Como ha sido ya mencionado, la mayoría de los comentaristas clásicos se apoyan en esta leyenda cristiana para
intentar explicar la alusión del Qur’án (en los versículos 9-26) a los Hombres de la Cueva. Parece, sin embargo,
que la formulación cristiana de este motivo es un desarrollo posterior de una tradición oral mucho más antigua
--una tradición que se remonta de hecho a fuentes judías precristianas. Esto resulta evidente por varios ahadiz
bien autentificados (mencionados por todos los comentaristas clásicos), según los cuales fueron los rabinos
(ahbar) de Medina quienes indujeron a los adversarios mequíes de Muhammad a “poner a prueba su veracidad”
pidiéndole que les explicara, entre otras cuestiones, la historia de los Hombres de la Cueva. Ibn Kazir
señala en su comentario al versículo 13, refiriéndose a esos ahadiz: “Se dice que fueron seguidores de Jesús,
hijo de María, pero sólo Dios lo sabe: es evidente que vivieron mucho antes del período cristiano --pues, si
hubieran sido cristianos, ¿por qué habían de preocuparse los rabinos judíos de preservar su historia, cuando los
judíos se habían apartado de toda relación amistosa con ellos [e.d., con los cristianos]?” Podemos, por consiguiente,
asumir sin temor a error que la leyenda de los Hombres de la Cueva --una vez despojada de sus ropajes
cristianos y del escenario cristiano que le ha sido superpuesto-- es, en realidad, de origen judío. Si descartamos
la adiciones sincréticas posteriores y reducimos la historia a sus elementos básicos --el alejamiento voluntario
del mundo, el “sueño” prolongado y el “despertar” milagroso después de un período indeterminado de tiempo--
nos encontramos ante una sorprendente alegoría que está relacionada con un movimiento que jugó un importante
papel en la historia religiosa judía de los siglos inmediatamente anteriores y posteriores al advenimiento
de Jesús: a saber, la Hermandad de los Esenios (a la cual, tal como he señalado ya en la nota 42 de 3:52, Jesús pudiera haber pertenecido), y en particular a una de sus ramas, que tenía su asentamiento en las inmediaciones
del mar Muerto, apartada de la sociedad, y a la que se ha dado, a raiz del descubrimiento de los Rollos del mar
Muerto, el nombre de “la comunidad de Qumrán”. La expresión ar-raqim que aparece en este versículo coránico
(y que he traducido por “las escrituras”) confirma claramente esta teoría. Tal como lo recoge Tabari, algunas
de las primeras autoridades --y, en particular, Ibn Abbas-- consideraban esta expresión sinónima de marqum
(“algo escrito”) y, por ende, de kitab (“una escritura” o “un libro”); y Rasi añade que “todos los retóricos y
filólogos árabes afirman que ar-raqim significa [lo mismo que] al-kitab”. Dado que está históricamente probado que los miembros de la comunidad de Qumrán --el grupo más estricto de los Esenios-- estaban dedicados
por entero a estudiar, copiar y preservar las sagradas escrituras, y dado que vivían alejados por completo del
resto del mundo y eran objeto de gran admiración por su piedad y su pureza moral, es más que probable que su
forma de vida creara una impresión tal en la imaginación de sus correligionarios más mundanos, que llegara a
alegorizarse gradualmente en la historia de los Hombres de la Cueva, que permanecieron “dormidos” --es
decir, apartados del mundo exterior-- durante muchísimos años, para luego “despertar” una vez finalizada su
tarea espiritual.
Pero, cualquiera que sea la fuente de esta leyenda, y tanto si es de origen judío como cristiano, el hecho
sustancial es que el Qur’án la emplea en un sentido puramente parabólico: a saber, como ilustración del
poder de Dios para producir la muerte (o “sueño”) y la resurrección (o “despertar”); y, en segundo lugar,
como una alegoría de la piedad que lleva a los hombres a abandonar un mundo malvado y frívolo para mantener
pura su fe, y del reconocimiento de Dios de esa fe por Su concesión de un despertar espiritual que
trasciende al tiempo y a la muerte.

La vida y la muerte me
están desgastando    MO YAN   468

Detrás de él estaba
aquel perro tan bruto, con la botella de agua de plástico de mi hijo decorada
con dibujos infantiles colgando alrededor de su cuello y, como era tan larga,le golpeaba en las rodillas mientras se balanceaba de un lado a otro con
cada paso.
Lancé un grito y me incorporé de un salto. Me había quedado dormido
en el sofá. Tenía la frente cubierta de sudor frío y el corazón me latía con
fuerza. Notaba la cabeza entumecida a causa de la pastilla para dormir que
había tomado, y la luz del sol que atravesaba la ventana me golpeaba en los
ojos. Conseguí levantarme con esfuerzo y echarme un poco de agua en el
rostro. El reloj que se encontraba colgado en la pared decía que eran las seis
y media. Sonó el teléfono y lo descolgué. Silencio. No me atrevía a decir
nada. Me quedé allí, esperando.
—Soy yo —dijo, con la voz rota—. No he pegado ojo en toda la
noche...
—No te preocupes, estoy bien.

Roberto Bolaño
2666                           468

Hablaron durante unos diez
minutos de lo de siempre, hasta que el conserje les preguntó si
al llegar no habían visto unos zopilotes sobrevolando la escuela.
Ambos contestaron que no. Entonces el conserje terminó su
café y dijo que iba a darse una vuelta por el descampado. Temía
encontrar un perro muerto. Si era así iba a tener que volver a la
escuela, al almacén donde guardaba las herramientas, e iba a tener
que coger una pala y volver al descampado y cavar un agujero
lo suficientemente profundo como para que los alumnos
no desenterraran al animal. Pero lo que encontró fue una mujer.
Llevaba una blusa negra y zapatillas negras y tenía la falda
arrollada sobre la cintura. No llevaba bragas. Eso fue lo primero
que vio. Luego se fijó en su rostro y supo que no había
muerto aquella noche. Uno de los zopilotes se posó sobre la
reja pero él lo espantó con un gesto. La mujer tenía el pelo negro
y largo hasta la mitad de la espalda, por lo menos.

 

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos       468

Una noche, en el fulgor de una tormenta, Igor llama a nuestra
puerta, entra, fusta en mano, y anuncia todo agitado que el bosque de pinos de su
benefactora está ardiendo y que nuestro pinar también corre peligro. Esta noticia
nos afecta bastante menos que el encanto juvenil de nuestro visitante, por lo que
ante sus palabras tendemos a hundirnos en la hamaca, jugando pensativamente con
nuestro collar, ante lo que nuestro amigo, el fanático, observa que el reflejo de las
llamas resulta a veces más peligroso que la propia conflagración.

JAMES JOYCE
ULISES 468

Voces altas. Seda cálida de sol. Arneses
resonantes. Todo para una mujer, hogar y casas,
tejidos de seda, plata, frutos sabrosos de Jaffa.
Aggendath Netaim. La riqueza del mundo.
Una cálida redondez humana se ubicó en
su cerebro. Su cerebro se rindió. Perfume de
abrazos lo asaltó todo entero. Con hambrienta
carne, oscuramente, mudamente, deseó adorar.

jueves, diciembre 20, 2012

EL NUMERO DE DIOS

 

                               

 

JAMES JOYCE
ULISES 561

—¿Cómo se llama? ¿Isaac Moisés? Bloom.
Siguió parloteando.
—Jehová coleccionador de prepucios, no
existe ya. Lo encontré en el museo cuando fue a
saludar a Afrodita nacida de la espuma. Boca
griega que nunca ha sido torcida en oración.
Todos los días tenemos que rendirle homenaje.
Fuente de la Vida, tus labios encienden.Volvióse bruscamente hacia Esteban:
—Él te conoce. Conoce a tu viejo. ¡Oh!, me
temo que es más griego que los griegos. Venus
Kallipyge. ¡Oh, el trueno de esos lomos! El dios
persiguiendo a la doncella escondida.

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos            561

Las productoras de cine alemanas, que en aquellos días surgían de la nada como
setas (justo antes de que el hijo de la luz aprendiera a hablar), se proveían de mano
de obra barata contratando a aquellos exiliados rusos cuya única esperanza y
profesión era su pasado, es decir, un conjunto de gente totalmente irreal que se
utilizaba para representar a gente real en las películas. El ensamblaje de un
fantasma dentro de otro producía en una persona sensible la impresión de estar
viviendo en un salón de espejos, o más bien en una cárcel de espejos, sin saber
siquiera cuál era el espejo y cuál era uno mismo.
Es verdad que cuando recuerdo las salas donde cantaba la Slavska, tanto en Berlín
como en París, y el tipo de gente que allí se veía, siento como si estuviera
tecnicoloreando y sonorizando alguna película muy antigua donde la vida hubiera
sido una vibración en gris y los funerales un refugio, y donde sólo el mar tuviera
cierto color (un azul enfermizo), mientras que una máquina manual imitara fuera de
escena el siseo asincrónico de las olas. Un personaje siniestro, el terror de las
organizaciones benéficas, un hombre calvo con ojos de loco, pasa flotando despacio
por mi campo visual, encogido con las piernas dobladas como un feto viejo, para
luego sentarse milagrosamente en un asiento de las últimas filas Nuestro amigo el
conde está también allí, con cuello duro y polainas sucias. Un sacerdote venerable y mundano, con la cruz colgando suavemente sobre el torso, está sentado en la primera fila y mira fijamente hacia adelante.

La vida y la muerte me
están desgastando     MO YAN   561

En aquel momento, sufrí una alucinación: no, no fue una
alucinación, fue un sentimiento relacionado con la vida real. Sentí que la
persona que se encontraba en el ataúd vestida con ropajes funerarios y una
hoja de papel amarillo cubriéndole el rostro era, en realidad, mi propia
madre. Las imágenes de la última vez que la había visto, seis años atrás,
pasaron como un relámpago ante mis ojos, y un lado de mi rostro se inflamó
y se puso caliente. Había sentido un zumbido en mis oídos después de que
mi padre me hubiera abofeteado con la suela de su zapato. Cada detalle que
mis ojos captaron de aquella escena —el cabello blanco de mi madre; su
rostro, bañado en espesas lágrimas; su boca hundida y sin dientes; sus
manos venosas y casi inútiles moteadas por el paso del tiempo; su bastón de
aralia, que estaba tirado en el suelo; su grito de angustia mientras trataba de
protegerme— apareció ante mí y las lágrimas brotaron de mis ojos. Madre,
he llegado demasiado tarde. Madre, ¿cómo fuiste capaz de seguir viviendo a
pesar de tener un hijo tan indigno al que todos insultaban y vituperaban por
lo que había hecho? Y, sin embargo, los sentimientos filiales de tu hijo hacia
ti nunca habían menguado. Ahora te he traído a Chunmiao para que te vea,
Madre, así que, por favor, acéptala como tu nuera...La tumba de tu madre
estaba situada en el extremo meridional de la famosa porción de tierra de
Lan Lian. Ximen Jinlong no tuvo el suficiente valor de abrir la tumba en la
que estaban enterrados Ximen Nao y Ximen Bai y que servía para
recompensar un tanto a su padre y a su suegra. En su lugar, construyó una
espléndida tumba a la izquierda de la tumba de sus padres biológicos. Las
puertas de piedra parecieron abrirse hacia un pasadizo profundo y oscuro.
La tumba estaba rodeada por una columna impenetrable de transeúntes
excitados. Miré a la tumba del burro, y a la tumba del buey, y a la tumba del
cerdo, y a la tumba de un perro, y miré al suelo, cuya superficie era dura
como una roca. Una sucesión de pensamientos se agolparon en mi cabeza
.
Podía percibir el olor de un crepitante chorro de orina sobre las lápidas de
Ximen Nao y Ximen Bai que se había echado años atrás y mi corazón se
sintió sacudido por los sentimientos apocalípticos de un destino funesto.
Avancé despacio sobre el lugar de enterramiento del cerdo y lo rocié con mi
orina. A continuación, me tumbé junto a él y, mientras mis ojos se inundaban de lágrimas, reflexioné: descendientes de la familia Ximen y
todos aquellos que están íntimamente relacionados con ella, espero que
seáis capaces de interpretar mis deseos y enterrar el cadáver del perro de
esta encarnación en el lugar que ha elegido.

Casi me desmayé del llanto. Escuché a alguien gritar a mis espaldas,
pero no pude discernir lo que decía. Oh, madre, déjame verte una vez más...
Me incliné sobre ella y retiré el papel que cubría el rostro de mi madre. Una
mujer que no se parecía nada a ella se incorporó y dijo con una seriedad
extraordinaria:Hijo, el Ejército de Liberación del Pueblo siempre trata a sus prisioneros con humanidad así
que, por favor, entrega las armas y ríndete a ellos.Me senté de golpe, con la mente en blanco,
mientras las personas que se encontraban alrededor del féretro se apiñaron y me inmovilizaron en
el suelo. Unas manos frías pasaron por mi cintura y me quitaron un par de pistolas
.

 

              

LA ETERNIDAD EN UN INSTANTE

 

Tatuajes de ouroboros: símbolos de eternidad 42.jpg

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos               219

Nos bajamos en un minuto —dijo Gnushke y se levantó. Mityushin también se
puso en pie. Apretando los dientes, Anton Petrovich quiso levantarse también, pero
una sacudida del tren lo devolvió a su asiento de nuevo.
—Ya hemos llegado —dijo Mityushin.
Sólo entonces consiguió Anton Petrovich separarse del asiento. Colocándose bien
el monóculo en la cuenca del ojo, des cendió al andén con precaución. El sol le dio
una cálida bienvenida
—Vienen detrás —dijo Gnushke. Anton Petrovich sintió que le crecía una joroba en
la espalda. No, esto es impensable, tengo que despertar.

La vida y la muerte me
están desgastando              MO YAN  219

Se dio la vuelta y salió.
—Maldito bastardo —saltó papá, y maldijo a la espalda de Jinlong
antes de desplomarse abatido sobre la paja.
Yo también estaba abatido, conmocionado por la conducta de Jinlong.
En aquel momento me sentí muy mal por papá, y terriblemente avergonzado
por querer abandonarle. Había ayudado al enemigo empleando sus malignas
argucias
.

Edgar Allan Poe
Obras en español           219

- ¡Pavadas! - dijo el Rey.
"Justo después de esta aventura descubrimos un continente de gran extensión y
prodigiosa solidez, pero que estaba apoyado íntegramente sobre el lomo de una vaca
celeste que no tenía menos de cuatrocientos cuernos"49.
- Eso sí lo creo - dijo el Rey -, porque he leído algo parecido, en un libro.
"Pasamos entonces por debajo de este continente (nadando entre las patas de la
vaca) y, después de algunas horas, nos encontramos en un país ciertamente maravilloso que,
me informó el hombre-animal, era su tierra natal, habitada por seres de su propia especie.
Esto lo elevó mucho en mi estima y, de hecho, empecé a sentirme avergonzado por el
desprecio y la familiaridad con que lo había tratado, pues vi que los hombres-animales eran
un pueblo de grandes magos que vivían con gusanos en el cerebro50, los que sin duda servían
para estimularlos con sus dolorosos retorcimientos y contorsiones, obligándolos a los más
milagrosos esfuerzos de la imaginación."
- ¡Tonterías! - dijo el Rey.
"Entre los magos, había animales domésticos de especies muy particulares; por
ejemplo, había un inmenso caballo cuyos huesos eran de hierro y cuya sangre era agua
hirviente. En lugar de maíz, generalmente comía piedras negras y aun, a pesar de hacer una
dieta tan pesada, era tan fuerte y rápido que podía acarrear un peso mayor al del templo
más grande de esta ciudad, y a una velocidad que superaba la del vuelo de la mayoría de las
aves51
.

49 La tierra está sostenida por una vaca de color azul que tiene una cantidad de
cuatrocientos cuernos". El Corán.
50 Los Entozoa, o gusanos intestinales, han sido repetidamente observados en los
músculos y en la sustancia cerebral de los hombres. Véase la Fisiología de Wyatt, p.
143.
51 En el gran Ferrocarril Occidental, entre Londres y Exeter, se ha alcanzado una
velocidad de 71 millas por hora. Un tren de 90 toneladas recorrió la distancia entre
Puddington y Didcot (53 millas) en 51 minutos.

 

 

 

martes, diciembre 18, 2012

DEL 12 AL 21

 

     

JAMES JOYCE
ULISES       282

Aproximándose al
crepúsculo. Las sombras de las mezquitas a lo
largo de los pilares; sacerdotes con su pliego de
pergamino arrollado. Un temblor de los árboles,
señal, el viento del crepúsculo. Sigo. Cielo de oro
esfumándose. Una madre observa desde su
puerta. Ella llama a casa a sus hijos en su
lenguaje oscuro. Alta pared: más allá puntear de
cuerdas. Noche cielo luna, violeta, color de las
ligas nuevas de Maruja. Cuerdas. Escucha. Una
joven tocando uno de estos instrumentos ¿cómo
se llaman?: dulcémeles. Paso.
Probablemente ni una pizca así en la
realidad. Clase de cosas que uno lee: en la senda
del sol. Explosión de sol en la portada. Sonrió,
satisfecho de sí mismo. Lo que dijo Arturo
Griffth acerca de la viñeta sobre el artículo de
fondo del Hombre Libre: un sol autónomo
levantándose al noroeste desde el sendero
detrás del banco de Irlanda. Prolongó su sonrisa placentera. Un hallazgo de Isaac: sol autónomo
ascendiendo en el noroeste.

Graves, Robert El Vellocino de Oro   282

-Ya lo ves, Basurero, ya ves lo que responde -dijo Hércules-. Pero, al fin y al cabo, ¿qué me importa
a mí un trabajo más o menos? Dime lo que quiere esta vez el loco de tu amo.Entonces Talcibio le ordenó que trajese una cesta llena de naranjas sagradas, o manzanas de oro,
como a veces se las llama, de las islas Hespérides: un trabajo que ya hemos mencionado con
anterioridad. Hércules le advirtió a Augías que, ya que el rey Euristeo se había negado a reconocer
que el trabajo anterior estaba bien hecho y ya que Augías consideraba que desde luego lo había
hecho muy bien, Augías debía otorgarle un premio de consolación: una décima parte del ganado de
Elide le bastaría
.

43

PAUL AUSTER
La trilogía
de Nueva York            282

Fantasmas.
Sí, estamos rodeados de fantasmas.
¿Y la historia?
Es muy simple en realidad. Thoreau y Bronson Alcott, un amigo suyo, llegaron a
casa de Whitman en Myrtle Avenue y la madre de Walt les mandó al dormitorio del
ático que él compartía con un hermano retrasado mental, Eddy. Todo fue bien. Se
estrecharon la mano, intercambiaron saludos, etcétera. Pero luego, cuando se sentaron
para discutir sus opiniones sobre la vida, Thoreau y Alcott se fijaron en que había un
orinal lleno justo en medio de la habitación. Walt, por supuesto, era un hombre
expansivo y no le prestó atención, pero a los dos hombres de Nueva Inglaterra les
resultaba difícil continuar hablando con un orinal lleno de excrementos delante de ellos.
Así que finalmente bajaron a la sala y continuaron la conversación allí. Es un detalle
insignificante, lo comprendo. Pero cuando dos grandes escritores se conocen, hacen
historia y es importante conocer todos los detalles exactos. El orinal, sabe, me recuerda
de alguna manera al cerebro en el suelo. Y cuando te paras a pensarlo, hay cierta similitud
de forma. Me refiero a las protuberancias y las circunvoluciones. Hay una clara
conexión. El cerebro y los intestinos, los adentros de un hombre. Siempre hablamos de
intentar meternos en un escritor para comprender mejor su obra. Pero cuando llegamos
al fondo, no hay mucho que encontrar, por lo menos no mucho que sea diferente de lo
que encontraríamos en cualquier otro.