Vallejo-Nájera médico español, primer catedrático numerario de Psiquiatría en la Universidad española.
Como jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares de la dictadura franquista, le fue encargado un estudio que demostrase la inferioridad mental de las personas de ideología marxista.3 SegúnEduard Pons Prades en su obra Los niños republicanos (editado en RBA, 2005), Antonio Vallejo-Nájera "dirigió, en 1938, un estudio sobre los prisioneros de guerra republicanos, para determinar qué malformación llevaba al marxismo. O sea: iba en busca del gen rojo."
Afirma que las mujeres republicanas tenían muchos puntos de contacto con los niños y los animales y que cuando se rompen los frenos sociales son crueles por faltarle inhibiciones inteligentes y lógicas, además de tener sentimientos patológicos. Pons también afirma en su libro que Vallejo-Nájera pidió en otro de sus trabajos la creación del Cuerpo General de Inquisidores.Para llevar a cabo el estudio, se utilizaron dos grupos: uno de prisioneros miembros de las Brigadas Internacionales y otro compuesto por 50 presas malagueñas. Algunas de las conclusiones del estudio realizado por Vallejo-Nájera son las siguientes:
La inferioridad mental de los partidarios de la igualdad social y política o desafectos: "La perversidad de los regímenes democráticos favorecedores del resentimiento promociona a los fracasados sociales con políticas públicas, a diferencia de lo que sucede con los regímenes aristocráticos donde sólo triunfan socialmente los mejores.
"El imbécil social incluye a esa multitud de seres incultos, torpes, sugestionables, carentes de espontaneidad e iniciativa, que contribuyen a formar parte de la masa gregaria de las gentes anónimas"
Además de argumentar las bases biológicas de las opciones políticas, sus textos contribuyeron a fomentar la idea de la inferioridad de las mujeres
“A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella.
El conjunto de los medios de reclamo que presenta una planta para atraer a un determinado agente polinizador se denomina síndrome floral. Los diferentes síndromes florales en relación a la polinización por animales son:
- Melitofilia: es un sistema por medio del cual ciertas especies de plantas atraen a insectos himenópteros, en particular abejas y avispas, para que estos realicen la polinización
- Psicofilia: las flores que han coevolucionado con mariposas presentan generalmente el néctar en el fondo del tubo de la corola, donde solo el largo aparato bucal suctor de estos insectos puede llegar. Las flores que atraen a mariposas nocturnas en general son pálidas y de olores intensos.
- Ornitofilia: las flores de este tipo de síndrome no tienen aroma, ya que los pájaros no tienen sentido del olfato, si presentan colores intensos, rojos y amarillos y abundante néctar.
La parte del problema racial de España era que había demasiados Sanchos Panzas (físico redondeado, ventrudo, sensual y arribista), y pocos Don Quijotes (casto, austero, sobrio e idealista), personajes imbuidos en un militarismo, identificando la cultura militar como la máxima expresión de raza superior.
El 23 de agosto de 1938 Franco autorizó la creación del Gabinete de Investigaciones Psicológicas, cuya finalidad era «investigar las raíces biopsíquicas del marxismo», tal y como le había demandado Vallejo Nágera, que era un psiquiatra prestigioso desde los años veinte. Vinyes explica que resultó «decisivo» para desvelar el drama de los niños perdidos acceder a la documentación del gabinete de Vallejo Nágera.
Para corroborar sus hipótesis preconcebidas, el militar estudió a 297 brigadistas internacionales encarcelados en Burgos y a 50 presas políticas recluidas en Málaga, y publicó los resultados en Biopsiquismo del fanatismo marxista, que demostrarían la inferioridad mental de los partidarios de la igualdad, social y política, la brutalidad de su fanatismo e incluso su fealdad. «Intentaba probar que el adversario era un infrahombre malvado y, a partir de ahí, todo está permitido contra él», explica Vinyes. En su libro Eugenesia de la hispanidad y regeneración de la raza, Vallejo defendía la «eugenesia positiva», cuyo fin era «multiplicar los selectos y dejar que perezcan los débiles», que en su universo obsesivo eran los rojos, a quienes consideraba «individuos mentalmente inferiores y peligrosos en su maldad intrínseca». La dramática conclusión de sus teorías la expuso en La locura y la guerra: psicopatología de la guerra española, en el que abogaba por la separación de los hijos de los padres de los marxistas, pues «la segregación de estos sujetos desde la infancia podría liberar a la sociedad de una plaga tan temible».
https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Vallejo-N%C3%A1jera
Un cazador, al volver a su casa después de un día de campo, encontró en su camino un árbol seco con las ramas sin hojas. Tras observarlo un buen rato, el cazador, sin apartar los ojos del árbol, dijo:
- El día en que este árbol tenga hojas, pondré fin a mis días.
El cazador prosiguió su marcha sin darse cuenta de que en el momento en el que decía estas palabras un pequeño pájaro se había posado sobre las ramas secas del árbol. La pequeña ave, entristecida por el estado del árbol, fue a informar a la reina de las aves sobre el encuentro y las declaraciones del cazador.
La soberana convocó una reunión de todas las aves y estableció como orden del día el regadío del árbol hasta que recuperase su antiguo follaje. Así, durante tres años, día tras día, las aves regaron el árbol con ayuda de sus picos. Al fin, un día el árbol consiguió sus hojas. Bajo la copa del mismo árbol la reina decidió que el cazador fuera informado de la nueva. El ave que sería designada para llevarle al cazador el mensaje debería ser reconocida como aquella que tuviera el canto más bello. Por turno y bajo la supervisión de la reina, cada pájaro cantó y presentó su deseo de ir informar al cazador. Cuando regresó la grulla coronada y pronunció los primeros sonidos, todos le reconocieron al unísono no sólo como el pájaro con la voz más bella, sino como el mensajero ideal para avisar al cazador. Ese día también le asignaron a la grulla coronada la misión de cantar para anunciar todo tipo de acontecimientos.
La grulla coronada despegó en el cielo. Sobrevoló los bosques, los océanos y las sabanas en busca del cazador. Por todas las partes que pasaba cantaba: - Dondequiera que estés cazador, debes saber que aquél árbol sobre el que hiciste un juramento ha recuperado su follaje. ¿Cumples siempre tu promesa?
Al sobrevolar el pueblo del cazador, la grulla continuó cantando con su bella voz. El cazador entendió el canto. En aquellos tiempos los hombres valoraban más su honor que otra cosa. Así, el cazador, que recordó lo sucedido aquel día, fue a verificar que el árbol había recuperado su hojas y, de vuelta a su casa, cumplió con lo prometido.