sábado, marzo 03, 2012

PERRO BLANCO DE NUBE

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JOYCE-ULISES 249

EL GRAN GALLAHER
-Usted puede hacerlo, repitió Myles Crawford, apretando el puño para enfatizar. Espere un momento. Paralizaremos
Europa como Ignatius Gallaher solía decir cuando andaba a la caza de un empleo, echando una
mano en los billares en el Clarence. Gallaher, ése sí que era un periodista. Ésa era una pluma. ¿Sabe cómo
consiguió su tanto? Se lo diré. Fue el mejor trabajo de periodismo que se ha visto jamás. Fue en el ocheintaiuno,
el seis de mayo, en tiempos de los invencibles, el asesinato en el parque Phoenix, antes de que usted
naciera, supongo. Se lo enseñaré.
Se abrió camino a empujones hasta las carpetas.
-Mire aquí, dijo volviéndose. El New York World telegrafió para conseguir una exclusiva. ¿Recuerdan
aquellos tiempos?
El profesor MacHugh asintió.
-New York World, dijo el director, emocionadamente echándose hacia atrás el canotié. Donde tuvo lugar.
Tim Kelly, o Kavanagh mejor dicho. Joe Brady y los demás. Donde el Pellejocabra llevó el coche. Toda la
ruta ¿ven?
-El Pellejocabra, dijo Mr. O'Madden Burke. Fitzhams. Ese que tiene el albergue del cochero aquel, dicen,
allá por el puente Butt. Holohan me lo dijo. ¿Conocen a Holohan?
-Cojo y me llevo una ¿no? dijo Myles Crawford.
-Y el pobre Gumley también anda por ahí, según me dijo, vigilando piedras para la corporación municipal.
Guarda de noche.
Stephen se volvió sorprendido.
-¿Gumley? dijo. ¡No me diga! Amigo de mi padre ¿no es así?
-Olvídese de Gumley, exclamó Myles Crawford airadamente. Deje que Gumley vigile las piedras, que no
se escapen. Mire aquí. ¿Qué hizo Ignatius Gallaher? Se lo diré. Inspiración del genio. Telegrafió de inmediato.
¿Tienen Freeman Semanal 17 de marzo? Bien. ¿Lo cogen?
Buscó hacia atrás en las carpetas y plantó el dedo en un punto.
-Tomemos la página cuatro, anuncio de café Bransome, digamos. ¿Lo cogen? Bien.
El teléfono ronroneó.

-Yo lo cogeré, dijo el profesor, yéndose.
-B es la cancela del parque. Estupendo.
El dedo daba saltos y tocaba un punto tras otro, vibrando.
-T es la residencia virreinal. C es donde se cometió el asesinato. K es la puerta de Knockmaroon

BORGES 249

Aquiles, símbolo de rapidez, tiene que alcanzar la tortuga,
símbolo de morosidad. Aquiles corre diez veces más ligero
que la tortuga y le da diez metros de ventaja. Aquiles corre esos
diez metros, la tortuga corre uno; Aquiles corre ese metro, la
tortuga corre un decímetro; Aquiles corre ese decímetro, la tortuga
corre un centímetro; Aquiles corre ese centímetro, la tortuga
un milímetro; Aquiles el milímetro, la tortuga un décimo de milímetro,
y así infinitamente, de modo que Aquiles puede correr
para siempre sin alcanzarla. Así la paradoja inmortal.
Paso a las llamadas refutaciones. Las de mayores años —la de
Aristóteles y la de Hobbes— están implícitas en la formulada por
Stuart Mili. El problema, para él, no es más que uno de tantos
ejemplos de la falacia de confusión. Cree, con esta distinción,
abrogarlo:
En la conclusión del Sofisma, para siempre quiere decir cualquier imaginable lapso de tiempo; en las premisas, cualquier
número de subdivisiones de tiempo. Significa que podemos dividir
diez unidades por diez, y el cociente otra vez por diez, cuantas
veces queramos, y que no encuentran fin las subdivisiones del
recorrido^ ni por consiguiente las del tiempo en que se realiza.
Pero un ilimitado número de subdivisiones puede efectuarse con
lo que es limitado. El argumento no prueba otra infinitud de
duración que la contenible en cinco minutos. Mientras los cinco
minutos no hayan pasado, lo que falta puede ser dividido por
diez, y otra vez por diez, cuantas veces se nos antoje^ lo cual es
compatible con el hecho de que la duración total sea cinco
minutos. Prueba, en resumen, que atravesar ese espacio finito requiere
un tiempo infinitamente divisible, pero no infinito. (Mili,Sistema de lógica, libro quinto, capítulo siete.)

No anteveo el parecer del lector, pero estoy sintiendo que la
proyectada refutación de Stuart Mili no es otra cosa que una
exposición de la paradoja. Basta fijar la velocidad de Aquiles
a. un segundo por metro, para establecer el tiempo que necesita.

10+1+1/10  +1/100  +1/1000  +1/10000….
El límite de la suma de esta infinita progresión geométrica es
doce (más exactamente, once y un quinto; más exactamente, once
con tres veinticincoavos), pero no es alcanzado nunca. Es decir,
el trayecto del héroe será infinito y éste correrá para siempre,
pero su derrotero se extenuará antes de doce metros, y su eternidad
no verá la terminación de doce segundos. Esa disolución
metódica, esa ilimitada caída en precipicios cada vez más minúsculos,
nó es realmente hostil al problema: es imaginárselo
bien. No olvidemos, tampoco de atestiguar que los corredores
decrecen, no sólo por la disminución visual de la perspectiva,
sino por la disminución admirable a que los obliga la ocupación
de sitios microscópicos.

Realicemos también que esos precipicios
eslabonados corrompen el espacio y con mayor vértigo él tiempo
vivo, en su doble; desesperada persecución de la inmovilidad y
del éxtasis.

 

ROBERT GRAVES-DIOSA BLANCA   206*2=412-249=163     

  Se exige,  la pena de muerte por la tala ilegal de dos de los árboles jefes, el
avellano y el manzano:
Tres cosas que no respiran páguense con sólo cosas que respiran:
un manzano, un avellano y un soto sagrado42.
puede explicar esto el poema del siglo VII publicado al final del Crib Gablach, donde se
da la lista de los siete árboles jefes, pero con el aliso, el sauce y el abedul en vez del
fresno, el tejo y el pino, y la multa por su tala ilegal es una vaca, o tres por todo el soto.
Pero supongo que el poema es posterior a las Tríadas, si bien anterior a la Brehon Law,
y que la sentencia de muerte por la tala del avellano y el manzano ha sido sustituida por
la multa de una vaca, como en el caso de otros árboles. Según glosadores medievales,
Neimhead, que significa «nobleza», o sacrosantidad, se aplicaba a reyes o jefes, poetas
y sotos; en su sentido secundario de «dignidad o mérito» a los músicos, herreros,
carpinteros, vacas y dignatarios eclesiásticos.

En Roma, en el siglo II a. de C., se podía talar un soto sagrado por un precio
todavía más barato: el sacrificio de un solo cerdo. Catón el censor, en su De Re
Rustica, cita la plegaria de aplacamiento que el campesino deseoso de madera debía
dedicar al dios interesado

Michel Houellebecq
El mapa y el territorio   249

El pueblo permanecía estático en su perfección rural de destino
turístico, permanecería así por los siglos de los siglos, con el
discreto añadido de algunos elementos de confort vital como las
conexiones de Internet y los aparcamientos; pero sólo podría
permanecer así si había allí una especie inteligente para
mantenerlo, para protegerlo de la agresión de los elementos, de
la voracidad destructora de las plantas. El pueblo seguía igual
de desierto, apacible y como estructuralmente desierto; Jed se
dijo que ésa sería la apariencia del mundo después de la
explosión de una bomba de neutrones intergaláctica. Los
extraterrestres podrían entrar en las calles tranquilas y
restauradas de la aldea y regocijarse con su belleza comedida. Si
eran extraterrestres dotados de una sensibilidad estética, incluso
rudimentaria, comprenderían enseguida la necesidad de un
mantenimiento y efectuarían las restauraciones necesarias; era
una hipótesis a la vez tranquilizadora y verosímil. Jasselin
aparcó suavemente el Mercedes delante de la casa. Jed se apeó y,
atenazado por el frío, recordó de repente su primera visita, al
perro que daba brincos y saltos para recibirle, se imaginó la
cabeza del animal decapitada, la de su amo también cercenada,
tuvo conciencia del horror del crimen y durante unos instantes
lamentó haber ido, pero se repuso, deseaba ser útil, toda su vida
había deseado ser útil

AJUSTANDO LA HORA DE LA VISITA

 

 

 

                      

 

                                          

BORGES-920

LOS ENIGMAS
Yo que soy el que ahora está cantando
Seré mañana el misterioso, el muerto, •
El morador de un mágico y desierto
Orbe sin antes ni después ni cuándo.
Así afirma la mística. Me creo
Indigno del Infierno o de la Gloria,
Pero nada predigo. Nuestra historia
Cambia como las formas de Proteo;
¿Qué errante laberinto, qué blancura
Ciega de resplandor será mi suerte^
Cuando me entregue el fin.de esta aventura:
La curiosa experiencia de la muerte?
Quiero beber su cristalino Olvido,
Ser para siempre; pero no haber sido.

VLADIMIR NABOKOV  920

Luego su atención se quedó prendida en un objeto
desgraciado que se mostraba en una tienda de recuerdos: una horrorosa imitación

en mármol del monte San Jorge que mostraba en su base un túnel negro, que
resultaba ser la boca de un tintero, y que tenía un compartimento para las plumas
en forma de raíles de ferrocarril. Con la boca abierta, temblando, fuera de sí como si
acabara de lograr un triunfo sardónico, manoseó aquel engorroso objeto
polvoriento y totalmente irresponsable, pagó sin pestañear, y todavía con la boca
abierta salió con aquel monstruo en las manos. Como un autócrata que se rodea de
jorobados y enanos, él se aferraba a cualquier objeto repugnante; esta adoración le
podía durar unos cuantos o también muchos días, incluso más si se trataba de un
objeto animado.

JOYCE-920

¿Qué ventajas ofrecía el afeitarse por la noche?
Una barba más suave: una brocha más suave si intencionadamente se la dejaba de afeitado en afeitado con
la espuma pegada: una piel más suave si inesperadamente se tropezara con hembras conocidas en lugares
remotos a horas inusitadas: reflexiones sosegadas sobre el transcurso del día: sensación de más limpieza al
despertar tras un sueño más reconfortante puesto que los ruidos matutinos, premoniciones y perturbaciones,
el retumbo de una cántara de leche, la doble llamada del cartero, el periódico leído, releído al enjabonarse,
al reenjabonarse la misma parte, un susto, una punzada, con el pensamiento en algo que buscara aunque a
nada llevara podrían provocar un ritmo más rápido de afeitado y un corte en el que un esparadrapo con precisión
cortado y humectado y aplicado se adheriría: que era lo que había que hacer.
¿Por qué la ausencia de luz le perturbaba menos que la presencia de ruidos?
Por la seguridad del sentido del tacto en su mano firme toda masculina femenina pasiva activa.
¿Qué cualidad poseía (la mano) pero con qué contrarrestante influencia?
La cualidad quirúrgica operativa pero era reacio al derramamiento de sangre humana incluso cuando el fin
justificaba los medios, prefiriendo, en su orden natural, la helioterapia, psicofisicoterapéutica, la cirugía
osteopática.

 

viernes, marzo 02, 2012

EL PODER DEL HAMBRE

  

                            

                                                                                     

JAMES JOYCE-ULISES  220

Un pájaro se posó mansamente en la rama de un chopo. Como si estuviera disecado. Como el regalo de
boda que nos dio el edil Hooper. ¡Juu! Ni se ha inmutado. Sabe que no hay tirachinas por aquí. Un animal
muerto es aún más triste. La tontuela de Milly que enterró al pajarito muerto en la caja de cerillas de la cocina,
una cadena de margaritas y trocitos de loza rota en la sepultura.
El Sagrado Corazón es ése: mostrándolo. El corazón en la mano. Debería estar de lado y rojo debería estar
pintado como un corazón de verdad. Irlanda le fue dedicada o como sea. Parece de todo menos a gusto.
¿Por qué esta pena? Vendrían entonces los pájaros a picar como el chico del canasto de finta pero él dijo
que no porque debían de haber tenido miedo del chico. Apolo fue ése.
¡Cuántos! Todos estos aquí en un tiempo anduvieron por Dublín. Fieles difuntos. Como tú estás ahora así
estuvimos una vez nosotros.
Además ¿cómo podrías recordar a todo el mundo? Ojos, andares, voz. Bueno, la voz, sí: gramófono. Pones
un gramófono en cada sepultura o lo tienes en la casa. Después de la comida de los domingos. Pon al
pobre bisabuelo. ¡Craajraarc! Holaholahola estoymuycontento craarc muycontentoverosdenuevo holahola
estoym cnpzsz. Te recuerda la voz como la fotografia te recuerda la cara. Si no no podrías recordar la cara
después de quince años, digamos. ¿Por ejemplo quién? Por ejemplo un tipo que murió cuando yo estaba en
lo de Wisdom Hely.
¡Rtststr! Un traqueteo de guijarros. Espera. ¡Alto!
Miró hacia abajo intensamente a una cripta de piedra. Algún animal. Espera. Ahí va.
Una obesa rata gris paseaba insegura a lo largo de la cripta, moviendo los guijarros. Se las sabe todas la
muy vieja: bisabuela: conoce el percal. El gris vivo se apretujó por debajo del plinto, culebreó para dentro
por debajo. Buen escondite para un tesoro.
¿Quién vive ahí? Yacen los restos de Robert Emery. A Robert Emmet lo enterraron aquí a la luz de las
antorchas ¿no? De correrías.
El rabo acaba de desaparecer.
Uno de esos bichos tendría poco trabajo con uno. Dejaría los huesos mondos fuera quien fuese. Carne
comente para ellos. Un cadáver es carne que se ha echado a perder. Bueno ¿y qué es el queso? Cadáver de
la leche

VLADIMIR NABOKOV  220

Anton Petrovich se metió en el pasillo, siguió la flecha hasta los servicios de
caballeros, seres humanos, la humanidad, pasó delante del retrete, delante de la
cocina, dio un respingo al tropezarse con un gato que se le enredó en los pies,
apresuró el paso, llegó al final del pasillo, abrió una puerta y una lluvia de sol le
salpicó el rostro. Se encontró en un patio verde, donde se paseaban unas gallinas y
en el que un chico con un traje de baño viejo descansaba sobre un tronco de árbol.
Anton Petrovich pasó corriendo delante de él, dejó atrás unos matorrales, bajó un
par de peldaños de madera y otros matorrales, y de repente se resbaló porque el
suelo estaba inclinado. Las ramas le azotaban la cara, por lo que tuvo que abrirse
paso torpemente, sin dejar de resbalarse y de descender por aquel camino; la
pendiente, cubierta de saúcos, era cada vez más empinada. Finalmente su
precipitado descenso se hizo incontrolable. Empezó a deslizarse sobre sus piernas
abiertas, todas tensas, tratando de protegerse de las ramas ligeras. Y entonces, a
toda velocidad, se encontró abrazado a un árbol inesperado y empezó a moverse de
lado. Los matorrales se hicieron menos densos. Delante había una valla muy
elevada. Vio que había un hueco y cruzó entre las redes encontrándose al fin en una

arboleda de pinos, entre cuyos troncos  junto a una choza colgaba, moteada con la
sombra de los árboles, una colada de ropa recién lavada. Con la misma decisión
atravesó la arboleda y al momento se dio cuenta de que una vez más se encontraba
deslizándose pendiente abajo. Delante de él el agua relucía entre los árboles

BORGES 220

Resolver sin escándalo el problema del mal, mediante
la hipotética inserción de una serie gradual de divinidades entre
el no menos hipotético Dios y la realidad. En el sistema examinado,
esas derivaciones de Dios decrecen y se abaten a medida que
se van alejando, hasta fondear en los abominables poderes que
borrajearon con adverso material a los hombres. En el de Valentino
—que no dio por principio de todo, el mar y el silencio—,
una diosa caída' (Achamoth) tiene con una sombra dos hijos, que
son el fundador del mundo y el diablo. A Simón el Mago le
achacan una exasperación de esa historia: el haber rescatado a
Elena de Troya, antes hija primera de Dios y luego condenada
por los ángeles a trasmigraciones dolorosas, de un lupanar de
marineros en Tiro.1 Los treinta y tres años humanos de Jesucristo
y su anochecer en la cruz no eran suficiente expiación para los
duros gnósticos.
Falta considerar el otro sentido de esas invenciones oscuras.
La vertiginosa torre de cielos de la herejía basilidiana, la proliferación
de sus ángeles, la sombra planetaria de los demiurgos
trastornando la tierra, la maquinación de los círculos inferiores
contra el pleroma, la densa población, siquiera inconcebible o nominal,
de esa vasta mitología, miran también a la disminución
de este mundo. No nuestro mal, sino nuestra central insignificancia,
es predicada en ellas. Como en los caudalosos ponientes
de la llanura, el cielo es apasionado y monumental y la tierra
es pobre. Ésa es la justificadora intención de la cosmogonía- melodramática
de Valentino, que devana un infinito argumento de
dos hermanos sobrenaturales que se reconocen, de una mujer
caída, de una burlada intriga poderosa de los ángeles malos y de
un casamiento final. En ese melodrama o folletín, la creación
de este mundo es un mero aparte. Admirable idea: el mundo
imaginado como un proceso esencialmente fútil, como un reflejo
lateral y perdido de viejos episodios celestes. La creación como
hecho casual.

El proyecto fue heroico; el sentimiento religioso ortodoxo y
la teología repudian esa posibilidad con escándalo. La creación
primera, para ellos, es acto libre y necesario de Dios. El universo,
según deja entender San Agustín, no comenzó„en el tiempo, sino
simultáneamente con el-juicio que niega toda prioridad del
Creador. Strauss da por ilusoria la hipótesis de un momento inicial,
pues éste contaminaría de temporalidad no sólo a los instantes
ulteriores, sino también a la eternidad "precedente".

miércoles, febrero 29, 2012

LA ZONA DE ARRIBA

 

BORGES-986


Han cambiado las formas de mi sueño;
ahora son laterales casas rojas
y el delicado bronce de las hojas
y el casto invierno y el piadoso leño.
Como en el día séptimo, la tierra
es buena. En los crepúsculos persiste
algo que casi no es, osado y triste,
un antiguo rumor de Biblia y guerra.
Pronto (nos dicen) llegará la nieve
y América me espera en cada esquina,
pero siento en la tarde que declina
el hoy tan lento y el ayer tan breve.
Buenos Aires, yo sigo caminando
por tus esquinas, sin por qué ni cuándo.

 

CORAN  986

Sura 96. Al-Aalaq (La Célula Embrionaria)

(3) ¡Lee –que tu Sustentador es el Más Generoso! (4) Ha enseñado [al hombre] el uso de
la pluma --(5) enseñó al hombre lo que no sabía.3
(6) ¡ Pero no! En verdad, el hombre se vuelve sumamente soberbio (7) cuando se cree
autosuficiente: (8) ciertamente, todos habrán de retornar a su Sustentador.4
(9) ¿HAS VISTO a ese que trata de impedir (10) que un siervo [de Dios] rece?5

(11) ¿Has visto si está en el camino recto, (12) o si llama a la conciencia de Dios?6
(13) ¿Has visto si [no] está desmintiendo la verdad y apartándose [de ella]?7
(14) ¿No sabe, pues, que Dios ve [todo]?
(15) ¡No! ¡Si no cesa, le arrastraremos sobre su frente8 --(16) esa frente mentirosa, rebelde!—(
17) y que llame luego [en su auxilio] a los defensores de su [falaz] sabiduría,9 (18) ¡ que
Nosotros llamaremos a las fuerzas del castigo celestial!

3 “La pluma” simboliza aquí el arte de la escritura o, más correctamente, todo el conocimiento recogido
por medio de la escritura: y esto explica la orden simbólica “¡Lee!” al comienzo de los versículos 1-3. La
capacidad exclusiva del hombre para transmitir, por medio de textos escritos, sus pensamientos, experiencias
e intuiciones de un individuo a otro, de una generación a otra, y entre civilizaciones, da al conocimiento
humano un carácter acumulativo; y puesto que, gracias a este don divino, cada ser humano participa,
de un modo u otro, de la continua acumulación de conocimiento por parte de la humanidad, se dice
que “Dios ha enseñado” al hombre cosas que un individuo no sabe –ni, de hecho, podría saber—por sí
mismo

Miguel de Cervantes Saavedra
NOVELA
El Ingenioso Hidalgo
Don Quijote de la Mancha               986

Capítulo XLVII.

Del estraño modo con que fue encantado don Quijote de la Mancha,
con otros famosos sucesos


Cuando don Quijote se vio de aquella manera enjaulado y encima del carro, dijo:
-Muchas y muy graves historias he yo leído de caballeros andantes, pero jamás he
leído, ni visto, ni oído, que a los caballeros encantados los lleven desta
manera y con el espacio que prometen estos perezosos y tardíos animales; porque
siempre los suelen llevar por los aires, con estraña ligereza, encerrados en
alguna parda y escura nube, o en algún carro de fuego, o ya sobre algún
hipogrifo o otra bestia semejante; pero que me lleven a mí agora sobre un carro
de bueyes, ¡vive Dios que me pone en confusión! Pero quizá la caballería y los
encantos destos nuestros tiempos deben de seguir otro camino que siguieron los
antiguos. Y también podría ser que, como yo soy nuevo caballero en el mundo, y
el primero que ha resucitado el ya olvidado ejercicio de la caballería
aventurera, también nuevamente se hayan inventado otros géneros de encantamentos
y otros modos de llevar a los encantados. ¿Qué te parece desto, Sancho hijo?
-No sé yo lo que me parece -respondió Sancho-, por no ser tan leído como vuestra
merced en las escrituras andantes; pero, con todo eso, osaría afirmar y jurar
que estas visiones que por aquí andan, que no son del todo católicas.

-¿Católicas? ¡Mi padre! -respondió don Quijote-. ¿Cómo han de ser católicas si
son todos demonios que han tomado cuerpos fantásticos para venir a hacer esto y
a ponerme en este estado? Y si quieres ver esta verdad, tócalos y pálpalos, y
verás como no tienen cuerpo sino de aire, y como no consiste más de en la
apariencia.
-Par Dios, señor -replicó Sancho-, ya yo los he tocado; y este diablo que aquí
anda tan solícito es rollizo de carnes, y tiene otra propiedad muy diferente de
la que yo he oído decir que tienen los demonios; porque, según se dice, todos
huelen a piedra azufre y a otros malos olores; pero éste huele a ámbar de media
legua.
Decía esto Sancho por don Fernando, que, como tan señor, debía de oler a lo que
Sancho decía.
-No te maravilles deso, Sancho amigo -respondió don Quijote-, porque te hago
saber que los diablos saben mucho, y, puesto que traigan olores consigo, ellos
no huelen nada, porque son espíritus, y si huelen, no pueden oler cosas buenas,
sino malas y hidiondas. Y la razón es que como ellos, dondequiera que están,
traen el infierno consigo, y no pueden recebir género de alivio alguno en sus
tormentos, y el buen olor sea cosa que deleita y contenta, no es posible que
ellos huelan cosa buena. Y si a ti te parece que ese demonio que dices huele a
ámbar, o tú te engañas, o él quiere engañarte con hacer que no le tengas por
demonio.

martes, febrero 28, 2012

SIN TIEMPO

      

 

BORGES-OBRAS COMPLETAS-  124

 

LA CANCIÓN DEL BARRIO
Mil novecientos doce. Hacia los muchos corralones de la calle
Cerviño o hacia los cañaverales y huecos del Maldonado —zona
dejada con galpones de zinc, llamados diversamente salones,
donde flameaba el tango, a diez centavos la pieza y la compañera—
se trenzaba todavía el orilleraje y alguna cara de varón quedaba
historiada, o amanecía con desdén un compadrito muerto con
una puñalada humana en el vientre; pero en general, Palermo
se conducía como Dios manda, y era una cosa decentita, infeliz,
como cualquier otra comunidad gringo-criolla. El júbilo astrológico
del Centenario era tan difunto como sus leguas de lanilla azul
de banderas, como sus bordalesas de brindis, sus cohetes botarates,
sus luminarias municipales en el herrumbrado cielo de la
plaza de Mayo y su luminaria predestinada el cometa Halley,
ángel de aire y de fuego a quien le cantaron el tango Independencia
los organitos. Ya la gimnasia interesaba más que la muerte:
los chicos ignoraban el visteo por atender al football, rebautizado
por desidia vernácula el foba.

 

 

VLADIMIR NABOKOV-CUENTOS- 124

Y a medida que Sack llegaba al final de su historia, iba apretando sus ojos con más
tristeza y con más fuerza.
Parece que la noche en que llegó a Munich, Bachmann se escapó del hotel donde
solía alojarse con madame Perov. Quedaban tres días para el concierto y Sack, como
es natural, estaba prácticamente histérico. No había manera de encontrar a
Bachmann. Era a finales de otoño y llovía mucho. Madame Perov cogió un catarro y
tuvo que guardar cama. Sack, con dos detectives, siguió rastreando los bares.
El día del concierto la policía telefoneó para decir que Bachmann había sido
localizado. Le habían encontrado en la calle por la noche y había dormido en la
estación. Sin decir palabra, Sack le llevó desde la comisaría al teatro, lo entregó
como si fuera un objeto a sus ayudantes y se fue al hotel a por el frac de Bachmann.
A través de la puerta, le contó a madame Perov lo que había pasado. Luego, volvió
al teatro.
Bachmann, con su sombrero negro hundido hasta las cejas, estaba sentado en su
camerino, tamborileando con tristeza sobre la mesa con un solo dedo

 

Caligrafía de los sueños-JUAN MARSE    124

La sangre no brota de inmediato, lo hace unos

segundos después de desaparecer el dedo, y nadie
en el taller lo oye gritar o lamentarse, entre otras
cosas porque, sorprendentemente, no le duele.
Desconecta la máquina y no quiere mirar la mano
todavía, no se atreve; la levanta a la altura de los
ojos pero no quiere verla, y cuando por fin se
decide, la contempla como si fuera una cosa ajena
a él, un apéndice carnal extraño a su cuerpo. Con la
mano alzada se vuelve despacio hacia el operario
más cercano, que se horroriza al ver brotar el chorro
de sangre. Él no ha sentido nada, apenas un
pellizco, pero enseguida, al tomar conciencia de
que le falta un dedo, le invade un súbito mareo, se le
aflojan las piernas y empieza a sudar
copiosamente. Gritos y maldiciones en torno suyo y
carreras hacia el botiquín. Con un vendaje
improvisado y el brazo en alto, se lo llevan a
urgencias del Hospital Clínico y después le dan la
baja.

¿Adónde van a parar los dedos muertos de los
pianistas?, se pregunta con amargura. Y acto
seguido, en voz alta:

—¿Cómo es que me duele el dedo que no
tengo, madre?

 

JAMES JOYCE –ULISES  124

Ved, el destello mañanero. Iba bien alumbrada con una buena carga de oporto de Delahunt en la barriga. A
cada bandazo del jodido coche ya me la tenía encima. ¡Menudo revoltijo! Tiene un buen par, que Dios la
bendiga. Así.
Extendió las manos encovadas alejándolas de él un codo, frunciendo el ceño:
-Estuve remetiéndole la manta y arreglándole el boa todo el tiempo. ¿.Sabe a qué me refiero?
Sus manos moldearon copiosas curvas de aire. Apretó los ojos con placer, contrayéndosele el cuerpo, y
rumbó un dulce gorjeo desde sus labios.
-El mozo estaba en guardia de todas formas, dijo con un suspiro. Es una yegua de mucho brío de eso no
hay duda. Bloom iba señalando todas las estrellas y cometas del firmamento a Chris Callinan y al calesero:
la osa mayor y Hércules y el dragón, y la biblia en pasta. Pero yo, vaya por Dios, que andaba perdido, como
quien dice, en la vía láctea. Él se las conoce todas, se lo juro. Por fin ella descubrió una chiquitita chiquitina
a millas de distancia. ¿Yqué estrella es ésa, Poldy? va y dice ella. Vaya por Dios, dejó a Bloom todo cortado.
Ésa ¿no? dice Chris Callinan, seguro que ésa es sólo lo que se dice una pichita de nada. Vaya por
Dios, que no andaba muy lejos de dar en el blanco. Lenehan se paró y se apoyó contra el muro del río, resoplando
con risa suave.
-No puedo más, jadeó.

 

 

CARLOS RUIZ ZAFON-PRISIONERO DEL CIELO   124

El santuario. De joven iba yo por allí todos los sábados a que el señor Sempere me abriese los ojos.

—Mi abuelo.

—Ahora hace ya años que no voy por allí porque mis finanzas están bajo mínimos y me he echado a lo del préstamo bibliotecario.

—Pues háganos el honor de volver a la librería, don Oswaldo, que es su casa y por precios no va a quedar nunca.

—Así lo haré.

Me tendió la mano y se la estreché.

—Un honor hacer negocios con los Sempere.

—Que sea el primero de muchos.

—Y del cojo aquel que se hacía ojitos con el oro y el moro, ¿qué se hizo?

—Resultó que no era oro todo lo que relucía —dije. —El signo de los tiempos...

 

El tiempo envejece
deprisa
Nueve historias
Antonio Tabucchi 124

«Nunca me he creído eso de que la vida imita al arte, es una boutade que ha
hecho fortuna porque es facilona, la realidad supera siempre a la imaginación,
por eso es imposible escribir determinadas historias, pálidas evocaciones de
cuanto ocurrió realmente.

domingo, febrero 26, 2012

JURADO POPULAR

El tesoro que se llevó Odyssey vuelve finalmente a España

 

 

                                                                                                                                                           

Viaje a España. El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, acompañado de agentes encargados de su seguridad en Estados Unidos , en el aeropuerto de Washington.

 

Captura                                                                                                             

       El beso que le de Iñaki a su esposa la Infante Elena,cuando le digan que es:no culpable,poco culpable o inocente,¿será mas o menos emotivo que el que le dio el portero de la Selección española de futbol a su novia durante los mundiales , en la televisión ,en directo.