sábado, enero 14, 2012

QUERIDO ASTRO REY

 

           inti           

                                                    

ROBERTO BOLAÑO-2666          847

Durante las
primeras semanas de su estancia en Rumanía no vio más que a
soldados de su propio batallón. Después vio campesinos, los
cuales se movían constantemente, como si tuvieran hormigas
en las piernas y en la espalda, que iban de un lado a otro con
hatillos en donde guardaban sus pertenencias y que sólo hablaban con sus niños que los seguían como ovejas o como cabritos.
Los atardeceres de los Cárpatos eran interminables, pero el
cielo daba la impresión de estar demasiado bajo, sólo unos metros
por encima de sus cabezas, lo que contribuía a proporcionar
una sensación de asfixia en los soldados o de inquietud.

CORAN-   847

Sura 55. Ar-Rahmán (El Más Misericordioso)

(14) Ha creado al hombre de arcilla sonora, como cerámica,5 (15) mientras que a los seres invisibles
los creó de la confusa llama del fuego.6 (16) ¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador
negaréis?
(17) [Él es] el Sustentador de los dos ortos del sol, y el Sustentador de sus dos ocasos.7 (18)
¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?
(19) Ha dado libertad a las dos grandes masas de agua, para que puedan mezclarse: (20) [pero]
hay entre ellas una barrera que no pueden traspasar.8 (21) ¿Cuál, pues, de los poderes de
vuestro Sustentador negaréis?
(22) De ambas [masas de agua] se obtienen perlas, grandes y pequeñas. (23) ¿Cuál, pues, de
los poderes de vuestro Sustentador negaréis?
(24) Y Suyos son los airosos buques que navegan por el mar como montañas [flotantes].9 (25)
¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?

(33) ¡Oh vosotros que vivís en estrecha comunión con [malvados] seres invisibles y humanos!
15 ¡Si [pensáis que] podéis traspasar los confines de los cielos y la tierra,16 traspasadlos! [Pero]
no podréis traspasarlos sino con autorización [de Dios]!17 (34) ¿Cuál, pues, de los poderes de
vuestro Sustentador negaréis?
(35) ¡Se lanzarán contra vosotros llamaradas de fuego, y humo, de los que no podréis defenderos!
(36) ¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?
(37) Y cuando el cielo se parta en pedazos y se vuelva rojo como orujo [ardiendo]18 –(38)
¿cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?

(39) Pues ese Día no se preguntará a ningún hombre ni ser invisible por sus pecados.19 (40)
¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?
(41) ¡Todos los que estaban hundidos en el pecado serán reconocidos por sus rasgos y agarrados
por el copete y por los pies!20 (42) ¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador
negaréis?

4 La mayoría de los comentaristas clásicos interpretan la forma dual de tratamiento empleada en esta frase
–rabbikuma (“el Sustentador de vosotros dos”) y tukaddibán (“vais ambos a negar”)—como referida a los
dos colectivos formados, respectivamente, por hombres y “seres invisibles” (yinn –véase Apéndice III);
pero su explicación más obvia (mencionada, entre otros, por Rasi) es que se refiere a las dos categorías de
seres humanos, los hombres y las mujeres, que es a quienes va dirigido el Qur’án. El sustantivo plural
ala’, que traduzco por “poderes”, significa literalmente “bendiciones” o “favores”, pero dado que esa
frase, repetida muchas veces en este sura a modo de estribillo, alude no sólo a las bendiciones que Dios
derrama sobre Su creación sino, de forma general, a todas las manifestaciones de Su poder creador, algunos
de los primeros comentaristas –p.e., Ibn Seid, citado por Tabari—consideraban a dicho término como
sinónimo aquí de qudra (“poder” o “poderes”).

7 E.d., los puntos extremos de la salida y la puesta del sol en verano y en invierno (véase 37:5 y 70:40), incluido
“lo que hay entre ellos”: e.d., Dios es la Causa Última del movimiento orbital en todo el universo.

BIBLIA NUEVO TESTAMENTO 406*3=1218-847=

desde tiempos antiguos los cielos, y la tierra que surgió del agua  fue
asentada en medio del agua. 6 Por esto el mundo de entonces fue destruido,
inundado en agua. 7 Pero por la misma palabra, los cielos y la tierra que ahora
existen están reservados para el fuego, guardados hasta el día del juicio y de la
destrucción de los hombres impíos.
8 Pero, amados, una cosa no paséis por alto: que delante del Señor un día es
como mil años y mil años como un día.

 

 

bicicleta    escanear0006

VLADIMIR NABOKOV-  675   847-675=172

Una especie de trineo
lleno de pasajeros que gemían se precipitó por un canal en forma de serpentina,
desapareció en las arcadas angulosas de un escenario medieval para acabar
lanzándose a un nuevo abismo acompañado de nuevos gritos y gemidos. Dentro de
un cobertizo, en cuatro sillines de bicicleta (no había ruedas, sólo el manillar, el
armazón y los pedales) había cuatro chicas vestidas con jerséis y pantalones cortos
—uno rojo, otro azul, otro verde, otro amarillo—, dándole con fuerza a las piernas.
Primero ganaba la de azul, luego le pasó la de verde. Un hombre con un pito
recogía las monedas de unos cuantos bobos que querían apostar. Erwin se quedó
contemplando aquellas piernas magníficas, desnudas casi hasta arriba, que no
dejaban de pedalear con fuerza y pasión.
Deben de bailar maravillosamente, pensó: no me importaría tener a las cuatro.
Las manecillas del reloj se encontraron obedientes en un solo punto y se
detuvieron.
—¡Empate! —gritó el hombre del pito—. ¡Un final sensacional!
Erwin bebió un vaso de limonada, consultó el reloj y se dirigió a la salida.
Las once y once mujeres. Suficiente, supongo.

JUAN MARSÉ
CALIGRAFÍA DE LOS SUEÑOS  560    847-560=287

El niño detesta
también el piñón fijo, y pregunta si se puede
cambiar, pero no obtiene respuesta. ¡No quiero ir a
piñón fijo!, se lamenta una vez solo. De vez en
cuando se levanta para patear y aporrear la bici, y
luego vuelve a sentarse.
Deja de mirarle un instante al darse cuenta que
los dedos entumecidos de la mano vendada todavía
sostienen el lápiz. Lo suelta por fin y repara en lo
que ha escrito. Apunta una corrección, pero no le
acaba de gustar y la descarta; se entretiene
garabateando en un imaginario pentagrama un
grupeto con alas, y cuando levanta la cabeza de
nuevo, Tito está zarandeando furiosamente los
ruedines, más empecinado y rabioso que antes, a
punto de romper a llorar. La cabezonería, el
interminable desacuerdo entre el chaval y su bici acerca de quién debe a partir de hoy ser el dueño
del equilibrio y el hacedor de la victoria, retiene su
atención un buen rato. Finalmente Tito logra
desenroscar los brazos metálicos y los arroja a la
cloaca junto con las ruedecillas satélites. Enseguida
arrima la bicicleta al bordillo y monta, y entonces,
con un pie en el pedal y el otro en la acera, antes de
dejarse ir calle abajo, lanza por encima del hombro
una mirada triunfal en dirección a la ventana del bar,
sabiendo que alguien le observa

 

 

HERTA MULLER-TODO LO QUE TENGO LO LLEVO CONMIGO   183*5=915-847=68

Karli Halmen libraba un día entero, y ya en el desayuno se había comido todo su pan. Todos estaban trabajando. Karli Halmen tenía el barracón para él solo durante toda la jornada. Por la noche, el pan que había ahorrado Albert Gion había desaparecido. Albert Gion había resistido cinco días seguidos, había conseguido ahorrar cinco trocitos de pan, el equivalente a una ración diaria. Había permanecido todo el día con nosotros en el tajo y, como todos los que tenían pan ahorrado, se había pasado todo ese tiempo pensando en la sopa con pan de la noche. Al regresar del tajo, como todos, miró primero debajo de su almohada. El pan ya no estaba allí.

JAMES JOYCE-ULISES   847

En Lower Mount Street un peatón con un
impermeable castaño comiendo pan seco, cruzó
rápidamente ileso, el camino del virrey. En el puente del Canal Real, desde la empalizada, el
señor Eugenio Sttraton, haciendo una mueca
sonriente con sus jetudos labios, daba sonriente
la bienvenida a todos los recién llegados al
municipio de Pembroke. En la esquina de
Haddington Road dos mujeres enarenadas se
detuvieron, paraguas y valija en que once
conchillas rodaban, para contemplar con
asombro al alcalde y alcaldesa sin su cadena de oro

BIBLIA-ANTIGUO TESTAMENTO    847

12 El que carece de entendimiento desprecia a su prójimo, pero el hombre
prudente calla. 13 El que anda con chismes revela el secreto, pero el de espíritu fiel
cubre el asunto.
14 Cuando falta dirección, el pueblo caerá; pero en los muchos consejeros está
la victoria.
15 Ciertamente será afligido el que sale fiador por el extraño, pero el que odia las
fianzas vivirá confiado.
16 La mujer agraciada obtendrá honra, y los audaces obtendrán riquezas.

LA LETRA A EN UNA PALABRA QUE CONTIENE TODOS LOS SONIDOS DE TODOS LOS NOMBRES

 

                                                     letra a

 

EL TÚNEL
ERNESTO SÁBATO    195 págs   195-195=1

Aunque ni el diablo sabe qué es lo que ha de recordar la gente, ni por qué. En
realidad, siempre he pensado que no hay memoria colectiva, lo que quizá sea una
forma de defensa de la especie humana. La frase "todo tiempo pasado fue mejor" no
indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que —felizmente— la gente
las echa en el olvido. Desde luego, semejante frase no tiene validez universal; yo,
por ejemplo, me caracterizo por recordar preferentemente los hechos malos y, así,
casi podría decir que "todo tiempo pasado fue peor", si no fuera porque el presente
me parece tan horrible como el pasado; recuerdo tantas calamidades, tantos rostros
cínicos y crueles, tantas malas acciones, que la memoria es para mí como la
temerosa luz que alumbra un sórdido museo de la vergüenza.

VLADIMIR NABOKOV

Habla, memoria     117págs     118-2=234-195=39

Toda mi vida me ha costado mucho ir-a-acostarme. Esos pasajeros de los trenes que dejan a un lado el periódico, cruzan sus estúpidos brazos, e inmediatamente, con una actitud de ofensiva familiaridad, empiezan a roncar, me dejan tan perplejo como el tipo desinhibido que defeca cómodamente en presencia de cualquier parlanchín usuario de la bañera, o que participa en grandes manifestaciones, o que ingresa en algún sindicato con intención de disolverse en él. El sueño es la más imbécil de todas las fraternidades humanas, la que más derechos reclama y la que exige rituales más ordinarios. Es una tortura mental que a mí me parece envilecedora. Las tensiones y agotamientos de la escritura me obligan a menudo, ay, a tragarme una fuerte píldora que me produce una o dos horas de temibles pesadillas, o incluso a tener que aceptar el cómico alivio de una siesta, de la misma manera que un libertino senil podría ir trotando al eutanasio más próximo; pero me resultaba sencillamente imposible acostumbrarme a esa cotidiana traición nocturna a la razón, a la humanidad, al talento. Por muy agotado que me encuentre, el dolor que siento al despedirme de la conciencia me parece indeciblemente repulsivo. Aborrezco a Somnus, ese verdugo de negro antifaz que me ata al tajo; y si, con el paso de los años, a medida que se acerca una desintegración más completa y risible incluso, que, lo confieso, les resta últimamente gran parte de sus méritos a los terrores rutinarios del sueño, he acabado por acostumbrarme tanto a mi ordalía nocturna que casi avanzo contoneándome hacia ella mientras el hacha familiar sale de su gran caja de contrabajo forrada de terciopelo, inicialmente carecía de este consuelo o defensa: no tenía nada, excepto un indicio de luz en el potencialmente luminoso candelabro de la habitación de Mademoiselle, cuya puerta, por orden del médico de la familia (¡Yo te saludo, doctor Sokolov!), permanecía un poco abierta. Su débil línea de suave luminosidad vertical (que las lágrimas de un niño podían transformar en deslumbrantes rayos de misericordia) era algo a lo que aferrarme, ya que en la oscuridad completa mi cabeza navegaba y mi mente se derretía en una travestida versión de la lucha con la muerte.

 

 

viernes, enero 13, 2012

DUERME VELA

3

   

ROBERT GRAVES-LA DIOSA BLANCA     175

Al final de su vida, cuando montó en el corcel-hada de
Niamh, la del cabello dorado, y corrió entre los lamentos de los fenianos a su isla
paradisíaca, tuvo una visión: un cervatillo sin cuernos perseguido en las aguas del mar
por los sabuesos blancos con orejas rojas del Infierno. El cervatillo era él mismo. Hay
algo semejante en el Romance de Pwyll Príncipe de Dyfed: Pwyll sale a cazar y se
encuentra con Arawn, el rey de Annwm, montado en un caballo pálido y persiguiendo a
un ciervo con sus sabuesos blancos con orejas rojas. Agradeciendo la cortesía de Pwyll,
Arawn, aunque lo envía a Annwm -pues el ciervo es el alma de Pwyll-, le permite reinar
allí en su lugar.

A la sombra de un granado

Tariq Ali
Una novela de la España musulmana  141págs   141-2=282-175=107

CAPÍTULO 11
Cisneros está sentado ante su escritorio, pensando:
«Aunque mi piel parezca demasiado oscura, aunque mis ojos no sean azules,
sino marrón oscuro, y mi nariz sea larga y ganchuda, estoy seguro, completamente
seguro, de que mi sangre es pura. Mis antepasados ya estaban aquí cuando vinieron
los romanos y mi familia es mucho más antigua que los antecesores visigodos del
noble conde, nuestro valiente capitán general. Entonces ¿por qué se corren rumores
de que tengo sangre judía? ¿Se trata sólo de una broma cruel? ¿O acaso algunos
franciscanos traidores divulgan esa ponzoñosa falsedad para desacreditarme dentro
de la Iglesia, con el fin de volver a falsear y confundir las distinciones entre nosotros
y los seguidores de Moisés o del falso profeta Mahoma? Sea cual fuere su
razonamiento, lo cierto es que no es verdad. ¿Me ois? No es cierto. ¡Mi sangre
es pura! Tan pura como conseguiremos que llegue a ser este reino algún día. No
lloraré ni me quejaré por estos constantes insultos, continuaré con la tarea de Dios.Los lobos me llaman bestia, pero no se atreven a atacarme porque son conscientes
del precio que tendrán que pagar por mi sangre. La adoración de María y el dolor
de Nuestro Señor, que murió crucificado, despierta misteriosas emociones en mi
interior. En mis sueños, a menudo me veo como un cruzado bajo las murallas de
Jerusalén o vislumbro Constantinopla. Mi memoria está firmemente arraigada en
la época cristiana, pero ¿por qué estoy siempre solo, incluso en mis sueños? Sin
familia, sin amigos, sin compasión por las razas inferiores. Yo no tengo sangre
judía, ni siquiera una pequeña gota. No me cabe la menor duda.»

EL PLAN INFINITO - ISABEL ALLENDE   175

Creo haber descubierto el secreto que explica la permanencia de la guerra. Joan y Susan sostienen que es un invento de los machos viejos para eliminar a los jóvenes porque los odian, los temen, no de-sean compartir nada con ellos, mujeres, poder, o dinero, saben que tarde o temprano los despojarán, por eso los envían a la muerte, aunque sean sus propios hijos. Para los viejos hay una razón lógica,pero ¿por qué la hacen los jóvenes? ¿cómo en tantos milenios no se han rebelado contra esas masacres rituales? Tengo una respuesta. Hay algo más que el instinto primordial de combate y el vértigo de la sangre: placer. Lo descubrí en la montaña. No me atrevo a pronunciar esa palabra en alta voz, me traería mala suerte, pero la repito calladamente, placer, placer. El más intenso que se puede experimentar, mucho más que el del sexo, la sed saciada, el primer amor correspondido o la revelación divina, dicen quienes saben de eso.

Ficciones
Jorge Luis Borges    86   86-3=258-175=83

A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos; Dahlmann había llegado
al sanatorio en un coche de plaza y ahora un coche de plaza lo llevaba a Constitución. La
primera frescura del otoño, después de la opresión del verano, era como un símbolo
natural de su destino rescatado de la muerte y la fiebre. La ciudad, a las siete de la
mañana, no había perdido ese aire de casa vieja que le infunde la noche; las calles eran
como largos zaguanes, las plazas como patios. Dahlmann la reconocía con felicidad y con
un principio de vértigo; unos segundos antes de que las registraran sus ojos, recordaba
las esquinas, las carteleras, las modestas diferencias de Buenos Aires. En la luz amarilla
del nuevo día, todas las cosas regresaban a él.

Un lugar incierto

Fred Vargas                     175

 

Yo conozco un hombre que se comió su propio dedo —dijo Arandjel levantando el pulgar—. Se lo cortó y lo coció. Lo que pasa es que al día siguiente no se acordaba, y fue por todas partes reclamando su dedo. Eso fue en Ruma. La gente estuvo un tiempo dudando si decirle la verdad o que un oso se lo había comido en el bosque. Al final, murió una osa poco después. Llevaron la cabeza al hombre, y él se quedó tranquilo pensando que el dedo estaba dentro. Y conservó la cabeza podrida.

—Como el oso polar —dijo Adamsberg—. El que se comió al tío de uno en los hielos y que el sobrino llevó a Ginebra, para entregárselo a la viuda, que lo guardó en el salón.

—Extraordinario —juzgó Arandjel—. Completamente extraordinario.

  

jueves, enero 12, 2012

ESO PUEDE PASAR POR UN SUEÑO

 

    

Antonio Tabucchi  El tiempo envejece deprisa     89 págs   89-2=178-175=3

A lo mejor podía decirles que se le había venido a la cabeza la expresión leche y sangre,
realmente monstruosa, en su opinión, porque cuando era muy pequeña su
abuela se la llevaba con ella a veces por la noche al establo y ella miraba
fascinada aquel líquido cándido que su abuela extraía de las ubres de las cabras
en una palangana de zinc, y después lo llevaban a casa con la reverencia debida
a un regalo divino, pero si en ese cándido líquido hubieran caído unas gotas de
sangre, habría resultado monstruoso, habría huido espantada, pero no podía
decirlo, porque no era un recuerdo, era una fantasía, un falso recuerdo, ella
nunca había estado en aquel establo, y así, huyendo de un falso recuerdo, ahora
me hallo aquí, pensó, con esta amable familia que con tanto afecto me ha abierto
sus brazos, pido disculpas a todos, lo que digo no tiene lógica, será porque
estaba mirando mis manos algo más oscuras y la expresión leche y sangre me
ha sonado realmente extraña, es que quizá me haga falta un poco de aire fresco.

  

Erle Stanley Gardner 

El caso del loro perjuro  122págs   122*2=244-175=69

No me tomes por tonto. A ella le interesaba quitar de en medio al bicho, y tú deseabas conservarlo como prueba de algo. Sabías que mataría al loro si se le presentaba la oportunidad de hacerlo. Por eso hiciste que nosotros pudiésemos cambiar el pájaro. Debe de haber sido por lo que dice de: «¡Suelta esa pistola, Helen!» y «¡Dios mío, me has matado!»; pero sigo sin comprender por qué no mató antes al bicho en vez de esperar a hacerlo bajando por una escalera de incendios. Ayer creí que intentabas ayudar a Helen manteniéndola lejos de la policía. Y ahora sospecho que tus intenciones eran mantenerla alejada del loro.

Jean-Christophe Grangé    Esclavos de la oscuridad    175

Le Courrier du Jura, 13 de noviembre de 1988

la muerte azota sartuis

Sartuis, la célebre ciudad de los relojeros de la región de Doubs, acaba de sufrir un drama infame. Aproximadamente a las diecinueve horas de ayer, 12 de noviembre de 1988, el cuerpo de Manon Simonis, ocho años, fue descubierto en el fondo de un pozo de decantación cercano a la planta depuradora de la ciudad. Según el fiscal de Besançon (Doubs), no hay duda de que se trata de un crimen.

GAO XINGJIAN
LA MONTAÑA DEL ALMA
Traducción de Liao Yanping y José Ramón Monreal    175

Luego vio dos manos blancas que sacaban unas tijeras de la jofaina, cerraban las dos hojas y las
clavaban con fuerza en el vientre. La sangre fresca, de un rojo intenso, brotó debajo del ombligo.
Aterrado, el general no se atrevía a moverse y cerró los ojos.
Un instante más tarde, se reanudó el ruido del agua. Volvió a abrir los ojos y, fascinado, vio a la
monja de rapada cabeza bañada en sangre, pero sus manos no cesaban de agitarse ¡para sacarse las
vísceras y colocarlas dentro de la jofaina!
Nacido en el seno de una vieja familia de generales, este hombre había vivido innumerables
batallas. No se desmayó. Tomó una larga bocanada de aire fresco y, frunciendo el ceño, decidió
aclarar las cosas. En ese instante, la monja no presentaba el menor rastro de sangre en su rostro.
Con los ojos cerrados, los párpados caídos, los labios amoratados, temblaba ligeramente. Parecía
gemir, pero no resultaba perceptible ningún sonido. Sólo el ruido del agua seguía resonando.
Con sus dos manos ensangrentadas, cogió sus intestinos que masajeó con la punta de los dedos,
los lavó minuciosamente y acto seguido pasó un largo rato colocándoselos sobre los antebrazos.
Cuando hubo terminado de lavarlos, arregló sus entrañas, las levantó y volvió a colocárselas dentro
del vientre. Con la ayuda de un cacillo lleno de agua, se lavó sucesivamente los brazos, el pecho, los
pliegues de la ingle, los pies e incluso los dedos de éstos, como si tal cosa. El general se levantó a
toda prisa, regresó a la gran sala y la esperó de pie.
Un instante más tarde, la puerta se abrió y apareció la monja, llevando su rosario. Iba totalmente
vestida, avanzó hasta el altar donde el incienso acababa de apagarse en el pebetero. Encima de la
varilla, un hilillo de humo agonizaba. Fue a cambiarlo tan tranquila.
Como si despertara penosamente de un sueño incomprensible, incapaz de contenerse, el general
se puso a interrogar a la monja. Ella respondió con voz inmutable: «Señor, si aspiráis al trono,
vuestra suerte será la misma que acabáis de ver». Y desde ese día, el general que, de hecho,
fomentaba una conjura para apoderarse del trono, se sintió fuertemente decepcionado y no se
atrevió ya a apartarse del recto camino, conservando su reputación de ministro general íntegro. Al
principio, esta historia tenía, pues, un significado político.
Tú dices que, cambiando la conclusión, puede hacerse de ella un sermón moralizador, poniendo
en guardia al género humano contra la lujuria.
Esta historia puede constituir también una enseñanza religiosa que incite a los hombres a
convertirse al budismo.

Andrés Ibáñez

Memorias de un hombre de madera   98págs    98-2=196-175=21

Más allá de los principios», sumidos en el Ser, en el vacío total de la mente. La montaña es la mente: sus escarpadas laderas están llenas de resbaladeros y de precipicios. La montaña es lo que conduce a lo que está más allá de la mente. En ella hay carreteras de piedra, hay establos para el ganado, hay monasterios, hay estanques y ciudades, hay murallas que escalan en zigzag en dirección a las nubes, y atraviesan las nubes, y siguen subiendo por encima de las nubes, hay ventisqueros, hay glaciares sólo hollados por los yaks. La montaña es grande como el mundo. Todos vivimos en la montaña, todos somos la montaña. La montaña es como una guirnalda de flores y es como el pistilo de una flor, es como el diente de una niña y como la pezuña de un búfalo. La montaña es mi cuerpo, yo soy la Montaña del Alma. Cuando la serpiente suba hasta lo más alto de la montaña, yo también podré entrar en la médula del saúco del Monasterio de la Comprensión. Entonces podré ver el centro del loto y comprender el universo. Entonces, por fin, sabré quién Soy.

 

PROXIMA GUERRA EN EL MUNDO DE LOS INSECTOS

 

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Científicos crean una nueva casta de hormigas “supersoldados

 

                            

 

Científicos identifican por primera vez un tipo de abeja “soldado

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BACH

miércoles, enero 11, 2012

SOL DE INVIERNO

 

          Imagen013           

JAMES JOYCE-ULISES  I       135

A través de las arenas de todo el mundo,seguida por la espada flamígera del sol,hacia occidente,marchando hacia tierras de poniente.Una marea occidentalizaste,tirada por la luna,sigue su estela.Mareas,de miríadas de islas,dentro de ella,sangre no mía,oinopa ponton,un mar vinoso oscuro.He aquí la esclava de la luna.En sueño,el signo húmedo marca su hora,la manda levantarse.Cama de esposa,cama de parto,cama de muerte,con velas espectrales.Omnis caro ad te veneit.Viene él,pálido vampiro,a través de la tempestad sus ojos,sus alas de murciélago ensanguinolando el mar,boca al beso de la boca de ella.Ea.Clávale un alfiler¿quieres?

MURAKAMI-1Q84     135

Al acabar de cenar, Aomame se desnudó y se dio una ducha caliente. Salió de la
ducha, se secó con una toalla y miró su cuerpo desnudo reflejado en el espejo de la
puerta. Un vientre plano y unos músculos firmes. El pecho un poco desproporcionado entre ambos lados y un pubis que recordaba a un campo de fútbol
mal cuidado. «Otra vez se acerca el maldito cumpleaños. ¡Joder, mira que llegar a los
treinta precisamente en un mundo sin sentido como éste!», pensó Aomame, y frunció
el ceño. 1Q84.
Ahí era donde estaba ella.

A LA SOMBRA DE UN GRANADO –ALI TARIQ     135

-¡Quemad este lugar! -gritó el capitán.
Luego ordenó a otros dos soldados que se acercaran, pero para entonces Umar
ya había cogido la espada de uno de los caídos y participaba otra vez en la
lucha.
Fueron necesarios seis hombres para volver a capturar al jefe del Banu Hudayl.
Esta vez fue decapitado de inmediato y su cabeza se exhibió en la punta de una
lanza en un desfile que se paseó primero por el zaguán y luego por el patio exterior.
Se oyeron aullidos y lamentos de dolor, seguidos por gritos de furia y el estrépito
de las espadas al chocar unas con otras

 

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ANATOLE FRANCE-EL CRIMEN DE UN ACADEMICO-  135

Le seguí a su despacho,donde brillaban carabinas y cuchillos de monte al resplandor de los quinqués y sobre el papel oscuro.Me hizo sentar en un sofá de cuero.-Pero ¿qué ha hecho usted?

VLADIMIR NABOKOV   135

El amo se quedó sentado en su rincón, en aquella butaca de terciopelo, como si
estuviera en la sala de espera de la consulta de un médico. La habitación flotaba en
la oscuridad; el denso azul de las primeras horas del crepúsculo se filtraba a través
de las láminas de cristal de escarcha del paño de la ventana. Ivan, el criado
silencioso y corpulento, que se había quitado el bigote no hacía mucho y que ahora
se parecía bastante a su padre, el mayordomo de la familia, ya fallecido, trajo un
quinqué de gas, dispuesto como es debido y rebosante de luz. Lo depositó en una
mesa pequeña y silenciosamente lo introdujo en su pantalla de seda rosa. Un espejo
ligeramente inclinado reflejó por un instante su cabello gris y el dorso de su cabeza.
Luego se retiró y la puerta se cerró con un crujido suave

 

ROBERT GRAVES-LA DIOSA BLANCA    135

LA CANCION DE AMERGIN
(Dios habla y dice) (Glosas)
Yo soy un viento del mar,                                  por la profundidad
Yo soy una ola del mar,                                    por el peso
Yo soy un sonido del mar,                                 por el horror
Yo soy un buey de siete peleas,
o Yo soy un ciervo de siete astas,
                                                                       por la fuerza
Yo soy un grifo en un risco,
o Yo soy un halcón en un risco,
                                                                       por la destreza
Yo soy una lágrima del sol,                              «una gota de rocío», por la claridad
Yo soy bello entre las flores,
Yo soy un jabalí,                                               por el valor
Yo soy un salmón en un estanque,                    «los estanques del conocimiento»
Yo soy un lago en una llanura,                           por la extensión
Yo soy una colina de poesía,                             «y conocimiento»

ORHAN PAMUK-ME LLAMO ROJO   135

¿Qué es lo que significa el rojo? —volvió a preguntar el ilustrador ciego que había dibujado
el caballo de memoria.
—El significado de los colores es que están ante nosotros y podemos verlos —le contestó el
otro—. No se puede explicar el rojo a quien no lo ha visto.
—Para negar la existencia de Dios, los ateos, los impíos y los incrédulos dicen que no se le
puede ver —continuó el ilustrador ciego que había dibujado el caballo.
—Pero Él se aparece a quienes son capaces de ver —contestó el otro maestro—. Es por eso
por lo que el Sagrado Corán dice que no son lo mismo el ciego y el que ve.

El apuesto aprendiz me aplicó lentamente sobre el cobertor de la silla del caballo. Es una
sensación tan agradable introducirme con mi plenitud, mi fuerza y mi vitalidad en el blanco y
negro de una hermosa ilustración, que cuando el pincel de pelo de gato me extiende sobre el papel
siento un cosquilleo de alegría. Y así, al darle color, es como si le ordenara al mundo «existe» y el
mundo toma mi color de sangre. El que no ve puede negarlo, pero estoy en todas partes.

 

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HERTA MULLER-TODO LO QUE TENGO LO LLEVO CONMIGO     135

Un día mi ángel del hambre fue abogado

No se lo cuentes nunca a mi marido, me advirtió Heidrun Gast. Ocurrió un día que pudo sentarse entre Trudi Pelikan y yo porque el abogado Paul Gast no vino a comer, le supuraban los dientes. Ese día Heidrun Gast pudo hablar.

Contó que en el techo, entre el taller de automóviles y la nave de la fábrica bombardeada, hay un agujero del tamaño de la copa de un árbol. Arriba, en la nave de la fábrica, llevan a cabo labores de desescombro. A veces abajo, en el suelo del taller, se ve una patata que un hombre arroja desde arriba para Heidrun Gast. Siempre es el mismo hombre, ella alza la vista hacia arriba y él mira hacia abajo. No pueden hablar, él está tan vigilado arriba como ella en el taller. El hombre viste una fufáika a rayas, es un prisionero de guerra alemán. La última vez, cayó una patata muy pequeña entre las cajas de herramientas. Es posible que Heidrun Gast no la encontrase en el acto y llevase allí uno o dos días. O el hombre tuvo que tirarla más rápido que de costumbre. O por ser tan pequeña se alejó rodando más lejos de lo habitual. O tal vez él la arrojó deliberadamente a otro lugar. En un primer momento Heidrun Gast no estaba segura de que procediese realmente del hombre de arriba y no la hubiese colocado el nachálnik para tenderle una trampa. Empujó la patata debajo de la escalera con la punta del zapato, de forma que sólo pudiera verse si se sabía que estaba allí. Ella prefirió esperar hasta cerciorarse de que el nachálnik no la espiaba. Poco antes de finalizar la jornada recogió la patata, y entonces se percató de que llevaba un hilo atado alrededor. Como de costumbre, también ese día Heidrun Gast miró cuanto pudo hacia arriba por el agujero, pero no vio al hombre. Cuando llegó por la noche a su barracón, rompió el hilo con sus dientes. La patata estaba partida por la mitad. Entre las dos mitades había un jirón de tela. En él ponía ELFRIEDE RO, CALL, ENSBU y, abajo del todo, ALEM. Las demás letras habían, sido corroídas por la fécula. Después de la bazofia de la cantina, cuando el abogado se marchó a su barracón, Heidrun Gast arrojó el trapo a una tardía hoguerita del patio y asó las dos mitades de patata. Sé, refirió, que me comí una noticia, eso aconteció hace sesenta y un días. Seguro que él no pudo irse a casa, y sin duda no ha muerto, aún estaba sano. Ha desaparecido de la faz de la tierra, dijo, igual que esa patata en mi boca. Lo echo de menos.

 

LUNA LLENA

 

Las afiladas garras de un águila se posan en una cabeza humana masculina,con pelo.Poco después,esa cabeza aparece sin pelo y con una abertura en su cráneo,de la cual con su fuerte pico el águila,extrae una moneda.El cráneo, tiene un anillo de luz  que sale en la nuca y se dirige hacia su frente.

    

         

JOYCE

En la tiniebla se sintieron aletear manos de espíritus y cuando se hubo dirigido la oración según los tantras en la dirección conveniente,una leve pero creciente luminosidad de lux de rubí se hizo visible poco a poco,siendo particularmente realista la aparición del doble etéreo mediante la descarga de rayos jivicos desde la coronilla a la cara

YASUNARI KAWABATA

Las flores habían sido segadas por el viento junto con sus tallos de más de metro y medio,y estaban tiradas al borde del camino.Habían estado así,en el suelo,durante varios días.Parecían cabezas humas caídas por tierra.A un lado había cinco o seis amarantos teñidos de rojo.