Lo que tienen de maravilloso los sucesos de la vida humana, es el
encadenamiento de las causas con sus efectos. Al señor Jerónimo Coignard
le sobraba razón cuando decía: «Al considerar la serie caprichosa de
choques y traspiés, en los que se entrelazan nuestros destinos, nos vemos
obligados a reconocer que Dios, en su perfección, no carece ni de ingenio,
ni de fantasía, ni de fuerza cómica; que sobresale, por el contrario, en el
embrollo, como en todo lo demás, y que después de haber inspirado a
Moisés, a David y a los profetas, si se dignara inspirar al señor Le Sage y a
los poetas de feria, les dictaría las comedias más divertidas para Arlequín.»
Me veo convertido en latinista porque al hermano Ángel le prendieron
unos alguaciles, sometiéndolo a reclusión eclesiástica por haber golpeado a
un cuchillero en la taberna de El Joven Baco. El señor Jerónimo Coignard
cumplió su promesa. Me dio lecciones, y, encontrándome dócil e
inteligente, halló gran placer en enseñarme las bellas letras antiguas. En
pocos años hizo de mí un regular latinista
—Jerónimo Coignard, doctor en Teología, licenciado en Artes.
ANATOLE FRANCE-EL FIGON DE LA REINA PATOJA pag.166
LA CONDICION HUMANA
Mon miró la inscripción redonda, ruedas dentro de ruedas, todas con imágenes
extrañas y sinuosas
CARD,SCOTT ORSON-NACIDOS EN LA TIERRA
No hay comentarios:
Publicar un comentario