http://ellaberintodelahistoria.blogspot.com.es/2010/01/el-milagro-de-calanda.html
“¡Hijo, que tienes dos piernas!”, lo más asombroso es que era la misma pierna cortada, allí estaban las señales del antiguo mordisco que le propinara un perro en su niñez y otras cicatrices. Era pálida y débil, con poca sensibilidad y más corta que la otra; en los días sucesivos fue desarrollándose hasta quedar totalmente normal. Sin embargo se conservaba la tremenda cicatriz que, “cuatro dedos por debajo de la rodilla”, marcaba el lugar por donde había sido amputada.
Miguel de Cervantes
DON QUIJOTE DE LA MANCHA
—La causa dese dolor debe de ser, sin duda —dijo don Quijote—, que
como era el palo con que te dieron largo y tendido, te cogió todas las espaldas,
donde entran todas esas partes que te duelen; y si más te cogiera, más te
doliera.
—Por Dios —dijo Sancho—, que vuesa merced me ha sacado de una gran
duda, y que me la ha declarado por lindos términos. ¡Cuerpo de mí!, ¿tan
encubierta estaba la causa de mi dolor, que ha sido menester decirme que me
duele todo todo aquello que alcanzó el palo? Si me dolieran los tobillos, aún
pudiera ser que se anduviera adivinando el por qué me dolían; pero dolerme lo
que me molieron no es mucho adivinar. A la fe, señor nuestro amo, el mal
ajeno de pelo cuelga, y cada día voy descubriendo tierra de lo poco que puedo
esperar de la compañía que con vuestra merced tengo, porque si esta vez me
ha dejado apalear, otra y otras ciento volveremos a los manteamientos de
marras y a otras muchacherías, que si ahora me han salido a las espaldas, después
me saldrán a los ojos.
B T
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