Con algo de retraso, cuatro años para ser exactos, las tropas norteamericanas comienzan a recibir información detallada sobre las riquezas arquitectónicas de Irak. El mando militar insiste en la idea de la baraja de cartas, al igual que hicieron con las caras de los dirigentes más buscados del régimen de Sadam.
"Drive around, not over, archaeological sites" y "This site has survived 17 centuries. Will it and others survive you?" son algunos de los mensajes, una mezcla de Barrio Sésamo y la DGT, que aparecen en los naipes.
Así la próxima vez en que un soldado intente montar un parapeto con sacos rellenos de tierra mezclada con restos arqueológicos, como ocurrió en una ocasión, alguien le podrá decir: hey, Joe, ¿sabes que Jonás el de la ballena estuvo enterrado aquí?
¿Con la ballena?, responderá el otro.
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