sábado, enero 26, 2008

EL LIBRO DEL CORDERO



CAPITULO VIII------------DESTINO EN LO UNIVERSAL---------------------pag.501


(1)Bueno-diceJ.J.-Ahora tenemos a Eduardo el Pacificador.Cuénteselo a un idiota dice el Ciudadano-.Tiene más cara de pez que de paz ese muchachito.¿Y que piensan-dice Joe-de esos beatos,los curas y los obispos de Irlanda arreglándose el cuarto con los colores deportivos de su Majestad Satanica,y pegando estampas de todos los caballos que han montado sus jockeys?El conde de Dublin, nada menos.Deberian haber pegado todas las mujeres que ha montado él.Consideraciones de espacio influyeron en la decisión de sus reverencias.Bloom hablaba y hablaba con John Wyse,muy excitado,con su jeta de color de panza de burro y sus viejos ojos de ciruela dándole vueltas.-Persecución-dice-,toda la historia del mundo está llena de eso.Perpetuando el odio nacional entre naciones.-Pero ¿sabes qué quere decir una nación?-dice Jhon Wyse.-¿Una nación?-dice Bloom-.Una nación es la misma gente viviendo en el mismo sitio.Vaya por Dios,entonces-dice Ned,riendo-,si eso es una nación yo soy una nación porque llevo cinco años viviendo en el mismo sitio.Asi que claro todos se rieron de Bloom y él dice tratando de salir del lio:-O también viviendo en diferentes sitios.Eso incluye mi caso-dice Joe.


(2) Sólo que,cuando hubo comprendido eso,la analogía con la muerte,experimento,contra toda lógica,una relativa tranquilidad,como si por un momento hubiera conseguido la paz consigo mismo.El sol asomó en el cielo con tanta brusquedad que la primera reacción de Avit fue protegerse los ojos con el antebrazo.Más lejos en la ciudad,encontraron gente,muchos negros ante los almacenes,la muchedumbre perezosa de los sabados por la tarde.Ciertamente no era la Arcadia Negra.En los escalones de Correos,unos montones de andrajos mendigaban.Nuestros leprosos.Un león,un viejo león-explico Orlaville-vino a morir en estos escalones apenas hace un año.Bajan del Chad tras los rebaños que el Chad nos envía,milquinientos kilómetros,en espera de la vaca que se retrase,pero él pobre desdichado,ya no tenia nada en la boca,lo comprobé personalmente,lo que le hubiese hecho falta era una sopa¡Hubieses visto que caries!.A la naturaleza se la imagina saludable.Pues bien ,no.Tambien existe la vejez.Murió ahí,de noche.


(3) O bien, cuando la muerte de José Antonio es noticia universal:


-Creo que al final tuvieron que ponerle una inyección para llevarle hasta el patio de


los fusilamientos. Al pobre le faltó entereza, muy comprensible, no era un militar...


Asimismo, el ágrafo Caudillo:


José Antonio, a la vuelta de Italia, cuando fue a ver a Mussolini, dijo a los


periodistas: «Caramba, se me ha pasado visitar a Benedetto Croce». ¿Ustedes se


imaginan, un joven intelectual que se olvida de Croce?


La anécdota y el rumor se hacían solubles en la rueda elegante, gentil y militar del


baile. Franco estaba entre los suyos y, como decían las marquesas salmantinas, «se


despachaba». Al día siguiente lo sabía toda la ciudad y en el café ponían el grito en el


cielo artesonado, contra la avilantez. Hasta el «alequericado» Lequerica, conspiratorio,


ministrable y sin idiomas.


Don Juan de Borbón, Príncipe de Asturias, ha querido sumarse al frente con los


alfonsinos. Franco se lo prohíbe, pensándole príncipe heredero. ¿O temiéndole? He


aquí un conato histórico en que ambas razones, la mala y la buena, se confunden y


complican, se quitan la razón, y se la dan, una a la otra. Más tarde, Franco se dirigiría


a Don Juan para algunos tratos. Don Juan pone como condición primera y única el final


de la guerra y la pacificación de España.


Serrano, Lam, Rosales, Ridruejo, Vivanco, Foxá y los otros se reúnen más que


nunca, y beben más que nunca, en el Novelty, hasta el alba. Serrano y Ridruejo ya


están fraguando su dimisión. Laín es más cobarde y, tan bizarro, anda como agachado


por dentro. La vida y la Historia le tienen agachado a pedradas. Se encuentran de


pronto con que su tiempo ha pasado y en España no volverá a reír la primavera. Foxá


hace la frase que le inspira la noche, el napoleón de la literatura, pensando en su José


Antonio madrileño de la política como una rama hermosa de la retórica:


-Hemos traicionado a Amadís, y eso se paga.


El cardenal Segura, cabeza de campesino vestido de príncipe de la Iglesia, ha venido


a ver al Caudillo y se pasea por la ciudad con estela de camarlengos y beatas,


arrastrando púrpuras:


-La Falange es una estatolatría, un panteísmo hegeliano, una herejía.


Tan antifascista se pone que el Caudillo tiene que moderarle. Pero a Franco le


agrada este antifalangismo de Segura (por eso le perdona tanto respingo): ya tiene


una gran fuerza contra la obstinación falangista de la primera hora y su vigencia


hitleriana. Muerto José Antonio, que era católico, el grueso de esta gente tira al


panteísmo germano, ya que no hegeliano (Franco no domina muy bien a Hegel). No


hay más que darle poderes y ocasiones a la Iglesia para que ésta se lleve al pueblo por


otro lado, a lo de siempre. Y, de paso, la Iglesia justifica, legitima, como causa


universal que es. Franco encuentra en la Iglesia una legitimación parcial y provisional


que le falta (según dicen, él no la echa de menos), y de ahí que haya dado a los


obispos, mayormente a este loco de Segura, el protagonismo que tienen. Franco nunca


hace una cosa por una sola razón. Si no hay como mínimo dos razones, no la hace o


hace otra cosa. Y en toda la España nacional está planteado ya el pleito entre el


gobernador falangista y el obispo, que todos los domingos, en misa de una, llama a lo


de Franco una guerra santa.


(4) Hermano mío


«De todos los gobernantes de los que he oído hablar el que más


se acercó al espíritu de Dios, en mi opinión, era Harun al-Rashid de


Bagdad, al que, como saben, le gustaba pasearse disfrazado


The Deluge At Norderney, ISAK DINESEN


Después de salir del edificio del Milliyet con sus gafas de sol, Galip


se encaminó, no hacia su despacho, sino hacia el Gran Bazar.


Mientras avanzaba entre las tiendas que vendían objetos turísticos y


cruzaba el patio de la mezquita de Nuruosmaniye, sintió tan


repentinamente la falta de sueño que todo Estambul le pareció una


ciudad completamente distinta. Los bolsos de cuero, las pipas de


espuma de mar y los molinillos de café que vio mientras caminaba


por el Gran Bazar se asemejaban, no a objetos propios de una


ciudad que había acabado por parecerse a los hombres que la


habitaban desde hacía miles de años, sino a señales terroríficas de


un país incomprensible al que hubieran sido desterradas de forma


provisional millones de personas. «Lo extraño pensó Galip


perdiéndose entre las retorcidas calles del Bazar—, es que pueda


creer con tanto optimismo que puedo ser yo mismo por completo


después de haber leído las letras de mi cara»


(5) >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>




(6) El Dr. lfor Williarns ha manifestado su sorpresa porque en la mitad de la Cád


Goddeu de Gwion aparece la Tríada:


Los tres mayores tumultos del mundo:


el Diluvio, la Crucifixión y el Día del Juicio.


Esto parecer ser una variante en el texto de los versos que he transcrito de la traducción


de Nash y que aparecen dos veces en el poema:


Uno de ellos relatando


la historia del Diluvio


y de la Cruz de Cristo


y del Día del Juicio próximo.


La versión del Dr. Williams se ajusta también perfectamente al relato del Boibel-


Loth acerca de Hércules viajando por la tierra inundada en su copa de oro, sacrificado


en la montaña y juzgando y sancionando. El Credo de los Apóstoles es, en verdad, la


misma vieja fábula: «concebido por el Espíritu Santo, nacido de la Virgen María, sufrió,


fue crucificado..., vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos».


Es posible que el Credo de los Apóstoles, la versión latina más antigua del cual es citada


en el siglo II por Tertuliano, fuese compuesto originalmente por algún cristiano gnóstico


en Egipto y modelado sincréticamente de acuerdo con la fórmula de Hércules. Pues


«concebido por el Espíritu Santo», cuando se interpreta a la luz de los gnósticos, es una


referencia directa al Diluvio. En la teoría gnóstica -los gnósticos aparecen por primera


vez como secta en el siglo 1 a. de C.- Jesús fue concebido en la mente del Espíritu Santo


de Dios, que era femenino en hebreo, y, según Génesis, I, 2, «se cernía sobre la


superficie de las aguas». La Virgen María era el recipiente físico donde se encarnó esta


idea y «María» significaba para los gnósticos «Del Mar». El Espíritu Santo masculino


es un producto de la gramática latina -spiritus es masculino- y de la desconfianza que


sentían los primeros cristianos por las deidades o casi deidades femeninas. La


concepción por un principio masculino es ilógica y éste es el único caso que se da en


toda la literatura latina. A la masculinización del Espíritu Santo le ayudó una


observación de la Primera Epístola de San Juan, de que Jesús actuaría como paráclito o


defensor del hombre ante Dios Padre; en el Evangelio de San Juan se pone la misma


imagen en boca de Jesús cuando promete que Dios les enviará un paráclito (traducido


habitualmente como «consolador») cuando él haya desaparecido; y a este paráclito, un


nombre masculino, entendido como una emanación mística de Jesús, se le indentificó


erróneamente con el Espíritu arcaico que se cernía sobre la superficie de las aguas. Los


gnósticos, cuyo idioma era el griego, identificaron al Espíritu Santo con Sophia, la


Sabiduría; y la Sabiduría era femenina.




(1)James Joyce Ulises Pag.501


(2)Gerge Conchon El estado salvaje "


(3)Umbral Cesar Visionario pags.121*5=605-501=104


(4)O.Pamuk Libro negro pags.396*2=792-501=291


(5)J.London Talon de hierro " 263*2=526-501= 25


(6)R.Graves Diosa blanca " 208*3=624-501=123

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