Me levanté para echar un vistazo a la biblioteca. De pronto tuve la impresión de
que alguien me observaba en silencio a mis espaldas. Me di vuelta y vi a un hombre
en el extremo opuesto de la salita: era alto, flaco, tenía una hermosa cabeza.
Sonreía mirando hacia donde yo estaba, pero en general, sin precisión. A pesar de
que tenía los ojos abiertos, me di cuenta de que era ciego. Entonces me expliqué el
tamaño anormal de los libros
ERNESTO SABATO EL TUNEL
¡Quiromántico enorme!
¿Conocerás las almas
por el débil tatuaje
que olvidan en tu espalda?
Si eres un Flammarión
de las pisadas,
¡cómo debes amar
a los asnos que pasan
acariciando con ternura humilde
FEDERICO GARCIA LORCA
Vamos a ver quién tiene más huevos.
Y Gregory cogió a Carmen de la mano y se alejó por la calle, dándole la espalda con el fingido desprecio de un torero por la bestia que aún no ha derrotado, caminando de prisa, para que nadie oyera el re-tumbar de su corazón
ISABEL ALLENDE EL PLAN INFINITO
Que se llama trasfusión-mariano forns-jota
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