Le Roi
Estoy casi seguro de que al leer el título habéis pensado que iba a colgar otra portada polémica de El Jueves, pero no. Vengo a otro asunto de bital trascendencia que está ocupando a los grandes cerebros de los Pezones Blancos útimamente: las himbeztigaciones sobre Audidinámica y los peligros de Leroy Merlin.
Concentrado en esa nueva tendencia que seguramente hará furor en la próxima temporada, hace cuatro días me decidí a emprender mis propios experimentos de campo para que más tarde pudieramos validarlos entre todos, así que me fuí al Leroy más cercano, donde pude adquirir un juego de herramientas para madera, dos destornilladores de electricista, planchas de okumen, listones gruesos, una lavadora superautomática, carbón vegetal y mucha yesca.
Mi intención era la de replicar las condiciones de la explosión en el autoatentado de Aznar a fin de comprender mejor las distancias y velocidades de explosión en relación con los coeficientes de dureza de la carrocería, para lo que extraje el motor de la lavadora y se lo puse a un chasis de Audi que hice con las tablas y las planchas. Bueno, no se parecía mucho a un chasis de Audi, así que bajé corriendo a la droguería para comprar purpurina y un pincel fino con el que pinté unos aros muy oportunos en la parte de alante.
Debí cometer algún fallo; estoy casi seguro de que conecté los cables amarillo-rojo-marrón-verde con lila-marrón-azul-negro, pero cuando monté y le dí al contacto el motor se puso en centrifugado; con un empellón que no deseo ni a mis peores enemigos, salí disparado palante con tol equipo.
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