viernes, mayo 20, 2011

MUELAS DE MARFIL

 

 

FEDOR DOSTOIESWKI-MEMORIAS DEL SUBSUELO

«¡Ja, ja, ja! ¡Si es así, llegará usted a descubrir cierta voluptuosidad en el dolor
de muelas!», exclamarán ustedes.
Y yo les responderé que sí, que hay cierta voluptuosidad en el dolor de
muelas. Yo he sufrido ese dolor durante todo un mes, y sé lo que me digo. En
estos casos no nos enfurecemos en silencio: gemimos. Pero estos gemido
carecen de franqueza: hay en ellos cierta malignidad. Y ahí está precisamente el
quid de la cuestión. Esos gemidos expresan la voluptuosidad del que sufre: si el
enfermo no experimentara cierto placer al quejarse, dejaría de hacerlo. Es un
excelente ejemplo, señores, y lo voy a desarrollar.
Estos gemidos expresan, en primer lugar, la conciencia humillante de la
inutilidad del sufrimiento, su legalidad desde el punto de vista de la naturaleza,
sobre la cual usted escupe, pero que le hace sufrir, mientras ella permanece impasible.

Expresan también que usted comprende que el enemigo no existe
pero no por eso deja de existir el dolor y que, teniendo tantos Wagenheim como
tiene, es usted esclavo de sus muelas. Si a alguno de esos Wagenheim le da
por ahí, sus muelas dejarán de atormentarle; pero si su propósito es otro, su
dentadura le hará sufrir todavía tres meses más. Y si se niega usted a inclinarse,
si protesta, no hallará otro medio para consolarse que darse de bofetadas o
romperse los puños contra el muro de piedra. Pues bien, son precisamente
estas crueles ofensas, estas burlas que se permite no se sabe quién, las que
suscitan esa sensación de placer, que llega a veces a la voluptuosidad suprema.

SIGMUN FREUD-INTRODUCCION AL NARCISISMO

Al dedicar mi atención a la influencia de la enfermedad orgánica sobre la distribución de la libido
sigo un estímulo de mi colega el doctor S. Ferenczi. Todos sabemos, y lo consideramos natural, que el
individuo aquejado de un dolor o un malestar orgánico cesa de interesarse por el mundo exterior, en cuanto no
tiene relación con su dolencia. Una observación más detenida nos muestra que también retira de sus objetos
eróticos el interés libidinoso, cesando así de amar mientras sufre. La vulgaridad de este hecho no debe
impedirnos darle una expresión en los términos de la teoría de la libido. Diremos, pues, que el enfermo retrae
a su yo sus cargas de libido para destacarlas de nuevo hacia la curación. `Concentrándose está su alma', dice
Wilhelm Busch del poeta con dolor de muelas, `en el estrecho hoyo de su molar'. La libido y el interés del yo
tienen aquí un destino común y vuelven a hacerse indiferenciables. Semejante conducta del enfermo nos
parece naturalísima, porque estamos seguros de que también ha de ser la nuestra en igual caso. Esta
desaparición de toda disposición amorosa, por intensa que sea, ante un dolor físico, y su repentina sustitución
por la más completa indiferencia, han sido también muy explotadas como fuentes de comicidad.
Análogamente a la enfermedad, el sueño significa también una retracción narcisista de las posiciones

GABRIEL GARCIA MARQUEZ-EL AMOR EN TIEMPOS DE COLERA

Esa noche, a los cuarenta y ocho años, se hizo cortar las escasas pelusas que le
quedaban en los lados y en la nuca, y asumió a fondo su destino de calvo absoluto. A tal
punto, que todas las mañanas antes del baño se cubría de espuma no sólo el mentón,
sino también las partes del cráneo donde empezaran a retoñar los cañones, y se dejaba
todo como nalgas de niño con una navaja barbera. Hasta entonces no se quitaba el
sombrero ni siquiera dentro de la oficina, pues la calvicie le causaba una sensación de
desnudez que le parecía indecente. Pero cuando la asimiló a fondo le atribuyó virtudes
varoniles de las cuales había oído hablar, y que él menospreciaba como puras fantasías
de calvos. Más tarde se acogió a la nueva costumbre de cruzarse el cráneo con los
cabellos largos de la crencha derecha, y nunca más la abandonó. Pero aun así siguió
usando el sombrero, siempre del mismo estilo fúnebre, aun después de que se impuso la
moda del sombrero de tartarita, que era el nombre local del canotié.
La pérdida de los dientes, en cambio, no había sido por una calamidad natural,
sino por la chapucería de un dentista errante que decidió cortar por lo sano una infección
ordinaria. El terror a las fresas de pedal le había impedido a Florentino Ariza visitar al
dentista a pesar de sus continuos dolores de muelas, hasta que fue incapaz de
soportarlos. Su madre se asustó al oír toda la noche los quejidos inconsolables en el
cuarto contiguo, porque le pareció que eran los mismos de otros tiempos ya casi
esfumados en las nieblas de su memoria, pero cuando le hizo abrir la boca para ver
dónde era que le dolía el amor, descubrió que estaba postrado de postemillas.

GEORGE ORWEL-1984

Le sorprendió que en los momentos de crisis
no estemos luchando nunca contra un enemigo externo, sino siempre contra nuestro propio cuerpo.
Incluso ahora, a pesar de la ginebra, la sorda molestia de su vientre le impedía pensar
ordenadamente. Y lo mismo ocurre en todas las situaciones aparentemente heroicas o trágicas. En el
campo de batalla, en la cámara de las torturas, en un barco que naufraga, se olvida siempre por qué
se debate uno ya que el cuerpo acaba llenando el universo, e incluso cuando no estamos paralizados
por el miedo o chillando de dolor, la vida es una lucha de cada momento contra el hambre, el frío o
el insomnio, contra un estómago dolorido o un dolor de muelas.

HANS CRISTIANSEN-CUENTOS CLASICOS

Varios lagartos gordos corrían con pie ligero por las grietas de un viejo árbol; se entendían perfectamente, pues hablaban todos la lengua lagarteña. - ¡Qué ruido y alboroto en el cerro de los ellos! -dijo un lagarto-. Van ya dos noches que no me dejan pegar un ojo. Lo mismo que cuando me duelen las muelas, pues tampoco entonces puedo dormir

ISABEL ALLENDE-LA CASA DE LOS ESPIRITUS

Para sacar muelas, sin embargo,
reconozco que tenía un sistema insuperable, que le había dado justa fama en toda la
zona, era una combinación de vino tinto y padrenuestros, que sumía al paciente en
trance hipnótico. A mí me sacó una muela sin dolor y si estuviera vivo, sería mi
dentista.
Muy pronto empecé a sentirme a gusto en el campo. Mis vecinos más próximos

DOUGLA ADAMS-DIRK GENTLY AGENCIA DE INVESTIGACIONES HOLNSTICAS

El término
"holístico" se refiere a mi convicción de que debemos ocuparnos de la
interrelación fundamental de todas las cosas. Yo no me dedico a cosas tan
mezquinas como polvos para huellas digitales, pruebas reveladoras como pelusa
en los bolsillos y huellas anodinas. Yo creo que la solución de todos los problemas
puede encontrarse en el tejido y la trama del conjunto. Las relaciones entre causa
y efecto suelen ser más sutiles y complejas de lo que nosotros podríamos
naturalmente suponer con nuestra grosera e inmediata comprensión del mundo
físico, señora Rawlison.
"Permítame ponerle un ejemplo. Si le duelen las muelas y va a la acupuntura
le pondrán una aguja en el muslo, ¿verdad? ¿Sabe usted por qué, señora
Rawlison?
"Ni yo tampoco, señora Rawlison, pero nosotros intentamos averiguarlo. Ha
sido un placer hablar con usted, señora Rawlison. Adiós.
Al colgar ese teléfono, sonó otro.
Richard entornó la puerta y atisbo al interior.
Era el mismo Svlad, o Dirk, Cjelli. Tenía el cuerpo un poco más orondo

SIMBIONTE-MASTICACION

 

http://arlane-simbionte.blogspot.com/2011/05/masticacion.html

 

todavía se puede masticar


aunque no me pidas tarascones

los dientes plásticos tienden

a resbalar de su sitio y ya

no estoy para esos trotes

En el correr de las décadas

uno va perdiendo partes de sí

ojos que niegan lo presencial

músculos que no recuperan

funciones como antes y andá

a correr bondis de madrugada

Para el recuento

faltarán los dientes

que guardo en una cajita especial

de madera regalo provisto por padre

de todo desvelo y tenida por inútil

al momento de agradecer feliz cumple

y tomá a ver si te gusta

De nosotros

vamos dejando un rastro

por los caminos de la vida

pero no como en el cuentito

de los hermanos rubio-arios

porque este viaje es sin vuelta

y el cuerpo aún contiene lastres

para abandonar durante el derrotero

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