El I.V.V.SA (Instituto vivienda Valencia),pone a la venta unas viviendas de protección oficial,de creación propia,mediante un sorteo ante notario.Tengo el numero 469 y espero tener suerte,casi como si acertase la Bonoloto.Nunca he tenido una vivienda de mi propiedad(siempre de alquiler),y realmente me hace falta.
MIGUEL ANGEL ASTURIAS EL PAPA VERDE 191 PAGS. 191*3=573-469=104
Los favorecidos eran los llamados, pero no se animaban a abandonar el resguardo que para ellos significaba la Comandancia. ¿Quién los ampararía de la turba alebrestada, si ya allí, con ser el jefe militar hombre peligroso por sus reacciones violentas, sin
respetar nada ya los tenían cercados, acuñados a la pared?.
HARUKI MURAKAMI KAFKA EN LA ORILLA pag.469
Hemos venido cruzando un puente.Un puente muy grande y bonito.Nakata nunca había visto un puente tan grande.-En construir el puente-explicó Oshima-se invirtieron grandes cantidades de tiempo y dinero.Según el periódico,el organismo semigubernamental encargado de la construcción del puente y de la autopista arrojó unas perdidas anuales por valor de cien mil millones de yenes.Y la mayor parte se cubrió con nuestros impuestos.Cuando una cosa se trate de lo que se trate,sobrepasa una cantidad,deja de parecer real.En resumen es muchísimo dinero.Esten aquí a las dos.Y la directora de la biblioteca les mostrará el edificio.
ISABEL ALLENDE LA CASA DE LOS ESPIRITUS pags.261 261*2=522-469=53
Clara pasó la infancia y entró en la juventud dentro de las paredes de su casa, en un
mundo de historias asombrosas, de silencios tranquilos, donde el tiempo no se
marcaba con relojes ni calendarios y donde los objetos tenían vida propia, los
aparecidos se sentaban en la mesa y hablaban con los humanos, el pasado y el futuro
eran parte de la misma cosa y la realidad del presente era un caleidoscopio de espejos
desordenados donde todo podía ocurrir. Es una delicia, para mi, leer los cuadernos de
esa época, donde se describe un mundo mágico que se acabó. Clara habitaba un
universo inventado para ella, protegida de las inclemencias de la vida, donde se
confundían la verdad prosaica de las cosas materiales con la verdad tumultosa de los
sueños, donde no siempre funcionaban las leyes de la física o la lógica. Clara vivió ese
período ocupada en sus fantasías, acompañada por los espíritus del aire, del agua y de
la tierra, tan feliz, que no sintió la necesidad de hablar en nueve años.
MIGUEL ANGEL ASTURIAS EL SEÑOR PRESIDENTE pags.173 173+3=519-469=50
¡Pobre! ¡Pobre! —murmuraba sin cesar.
Al pie de una ventana encontró la carta escrita por el general para su hermano Juan. Le recomendaba que mirara por Camila... Pero no la leyó toda Niña Fedina, parte porque la atormentaban los gritos de la Chabelona, que parecían salir de los espejos rotos, de los cristales hechos trizas, de las sillas maltrechas, de las cómodas forzadas, de los retratos caídos, y parte porque precisaba poner pies en polvorosa. Se enjugó el sudor de la cara con el pañuelo que, doblado en cuatro, apretaba nerviosamente en la mano repujada de sortijas baratas, y guardándose el papel en el cotón, se encaminó a la calle a toda prisa.
Demasiado tarde. Un oficial de gesto duro la apresó en la puerta. La casa estaba rodeada de soldados. Del patio subía el grito de la sirvienta atormentada por las moscas.
JOHN BOYNE EL NIÑO CON EL PIJAMA A RAYAS pags.206 206*3=618-469=149
—Si haces eso te arrepentirás —replicó Gretel, y
Bruno comprendió que lo decía en serio—. Cuéntame,
¿qué hacéis tu amigo imaginario y tú?
Bruno pensó un momento. Le apetecía hablar
un poco de Shmuel y le pareció que aquélla podía ser
una buena manera de hacerlo sin tener que revelar la
verdad.
—Hablamos de muchas cosas —contestó—. Yo
le cuento cómo era nuestra casa de Berlín, y las otras
casas y las calles y los puestos de fruta y verdura y las
cafeterías, y que no podías ir al centro los sábados por
la tarde porque la gente te empujaba; y de Karl y Daniel
y Martin, que eran mis tres mejores amigos para
toda la vida.
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