PHILIP ROTH-PASTORAL AMERICANA pag.194
Transcurrieron 5 años buscando una explicación,revisándolo todo,las circunstancias que modelaron a la muchacha,las personas y los acontecimientos que influyeron en ella,y nada de eso sirve para explicar el atentado,hasta que el Sueco recuerda a los monjes budistas y su inmolación. Desde que vio aquellas imágenes estuvo aterrada durante varias semanas,lloraba por lo que había visto en la televisión,lo comentaba, se despertaba en plena noche al soñar con lo ocurrido.La recuerda allí sentada,viendo al monje envuelto en llamas ,tan poco preparada como el resto del país,una niña que mira a medias las noticias.Aquel monje sesentón,de cabeza afeitada,sentado con elegancia con una túnica color azafrán,daba la impresión de que las llamas ,en vez de atacarle desde el exterior,lo hacían desde dentro,que las arrojaba al aire desde su interior.
VLADIMIR NABOKOV-LA DEFENSA- pág.194
Había un gentío en torno al guardarropa,y los empleados recogían las cosas y se las llevaban como si transportaran niños dormidos.Le dieron a Luzhin una placa de metal con el numero.Perdió a su mujer,pero la encontró instantes después;estaba arreglándose frente al espejo.El coloco el disco de metal contra el terso hueco de su polveada espalda.
ENRIQUE VILA MATAS-PARIS NOSE ACABA NUNCA pág.194
El asombroso y creativo parasitismo de Pierre Menard,con réplica exacta pero distinta del Quijote,eso que se podía resumir así: si yo escribo una cosa que ya has escrito tú.es lo mismo,pero ya no es lo mismo.
“Ningún hombre sabe quien es,ningún hombre es alguien.”La frase la atribuía al refranero francés.Pero un día,leyendo a Borges,descubrí que la famosa frase era d Macedonio Fernández.Si hasta entonces yo había visto fotografías de personas o de lugares que en algunas ocasiones acababa viendo de verdad,ese cuento de Borges sobre el Aleph significo un avance en mi visión del mundo,pues vi que no solo se podían ver de verdad ciertas personas o lugares sino que,además,existía la posibilidad-llamémoslo el asombro-de ver más.
GION MATHIAS CAVELTY-AD ABSURDUM- 129 págs 0 194-129=65
Mas acontecimientos extraños
Nuesch meneo la cabeza.La carta que acababa de abrir contenía una nota con una absurda combinación de letras:”KTHPLU”¿Usted lo entiende?-me preguntó.-Ni por asomo-respondí.-A cada momento recibo estas cartas raras con símbolos abstrusos o cifras sin sentido:23 3 25 46 94.Empezamos la búsqueda.Por supuesto.No hallamos el libro,sino otro cadáver.Estaba en un Mazda 626 blanco.y se trataba de un tal Giovanni Bocaccio sin duda victima de un asesinato.Nuesch apunto “gripe”como causa del fallecimiento.Tampoco quiso complicarse con el dentista hallado en el tarro de la basura,que tenia el cuerpo estragado por heridas de lechuzas,ni con el brazo que el verdulero encontró en un reparto de zanahorias.
PAUL AUSTER-LA INVENCION DE LA SOLEDAD-pág.194
Una palabra se convierte en otra,una cosa se transforma en otra distinta.De esta forma,se dice,funciona del mismo modo que la memoria.Imagina una inmensa torre de Babel en su interior un texto que se traduce a si mismo en una infinidad de lenguas distintas.Descubre que lo que intenta registrar en su Libro de la Memoria, todo lo que ha escrito hasta entonces, no es más que la traducción de uno o dos momentos de su vida.
HELLA.S.HAASSE-UN GUSTO A ALMENDRAS AMARGAS-pág.194
La barca no se alejaba,se aproximaba.Su memoria le dicta lo que menos quiere oír,la antigua regla acerca de lo justo y lo injusto,una bella máxima digna de ser cincelada en mármol”Más vale absolver a un culpable que correr el riesgo de condenar a un inocente”
JAMES JOYCE-UISES pág. 194
Es muy bueno lo que se cuenta por ahí
acerca de Reuben J. y su hijo.
—¿El del barquero?
—Sí, ¿no es muy bueno?
—¿De qué se trata? —preguntó el señor
Dedalus—. No estoy enterado.
—Había una chica en el asunto —empezó
el señor Bloom— y decidió mandarlo a la isla de
Man, fuera de todo peligro; pero cuando ambos
estaban...
—¿Cómo? —exclamó el señor Dedalus—.
¿Es ése el cretinito?
—Sí —dijo el señor Bloom—. Iban los dos
camino al bote y él intentó ahogarse...
—¡Ahogarse Barrabás! —gritó el señor
Dedalus—. ¡Lo hubiera querido Dios!
Power hizo oír una risita alargada
mientras se cubría la nariz con la mano.
—No —dijo el señor Bloom—, el mismo hijo..
Martín Cunningham interrumpió su
discurso bruscamente.
—Reuben J. y el hijo andaban a lo largo
del muelle que bordea el río, en dirección al bote
de la isla de Man, y el joven farsante se soltó de
repente tirándose por encima de la pared al
Liffey.
—¡Por el amor de Dios! —exclamó
asustado el señor Dedalus—. ¿Se mató?
—¡Muerto! —gritó Martín Cunningham—
. ¡Ni por broma! Un botero armado de una
pértiga lo pescó por los fondillos de los
pantalones y él fue a parar a los brazos de su
padre en el muelle. Más muerto que vivo. Media
ciudad estaba allí.
—Sí —dijo el señor Bloom—. Pero lo
gracioso es que...
¾Y Reuben J. —prosiguió Martín
Cunningham— dio un florín al botero por haber
salvado la vida de su hijo.
ANDRÉ MALRAUX-LA CONDICION HUMANA pags.194
«En Las mil y una noches, hay pequeñas ciudades llenas de
durmientes abandonadas desde hace muchos siglos, con sus mezquitas bajo la luna, las ciudades del
desierto dormido. Lo cual no impediría, quizá, que yo reviente.» La muerte, su muerte misma, no
era muy verdadera en aquella atmósfera tan poco humana, en la que se sentía intruso. ¿Y los que no
dormían? «Hay los que leen. Los que se corroen. (¡Qué bella expresión!) Los que hacen el amor.»
La vida futura vibraba tras todo aquel silencio. ¡Humanidad rabiosa, a la que nada podía librar de sí
misma! El olor de los cadáveres de la ciudad china pasó con el viento que de nuevo se levantaba.
Clappique tuvo que hacer un esfuerzo para respirar: volvía la angustia. Soportaba con más facilidad
la idea de la muerte que su olor. Éste iba tomando posesión poco a poco de aquel decorado que
escondía la locura del mundo bajo su apaciguamiento de eternidad, y, soplando siempre el viento,
sin el menor silbido, la luna alcanzó la plaza opuesta y todo volvió a caer en las tinieblas. «¿Es un
sueño?» Pero el terrible olor le restituía a la vida, a la noche ansiosa, en la que los reverberos, antes
empañados por la niebla, ponían grandes redondeles sobre las aceras, donde la lluvia había
desvanecido las pisadas
SANDOR MÁRAI-EL ULTIMO ENCUENTRO pág 194
Y ahora ha llegado el instante de saber la respuesta a mi pregunta.Respóndeme,por favor:¿sabía Kristina que tú ibas a matarme aquella mañana en la cacería?.Lo pregunta con objetividad y comedimiento,pero con tanto interés y tanta tensión en la voz como los que manifestaría un niño al pedir a los adultos una explicación sobre los secretos del mundo intangible de los astros.
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