miércoles, julio 17, 2013

FUENTEALBILLA.

 

 

2013-07-15 12.45.42   

 

LA MUERTE DEL QUINTO SOL    ROBERT SOMERLOTT 

escanear0002

OSHO

MÚSICA ANCESTRAL

EN LOS PINOS

El ser es uno, el mundo es múltiple y entre ambos se encuen­tra la mente dividida, la mente dual. Es como un gran árbol, un viejo roble: el tronco es uno, después el árbol se divide en dos ra­mas principales, la bifurcación principal, de la que crecen mil y una bifurcaciones. El ser es como el tronco de un árbol: uno, no dual. La mente es la primera bifurcación, donde el árbol se divi­de en dos, se hace dual, se vuelve dialéctico: tesis y antítesis, hombre y mujer, yin-yang, día y noche, Dios y demonio, yoga y Zen. Todas las dualidades del mundo están contenidas básica­mente en la dualidad de la mente y por debajo de esta dualidad está la unidad del ser. Si te deslizas por debajo de la dualidad en­contrarás la unidad, llámalo Dios, llámalo nirvana o lo que más te guste. Si vas ascendiendo a través de la dualidad, llegas a un mundo con millones de facetas.

Ésta es una de las ideas más básicas que hay que entender: la mente no es una. Por eso cualquier cosa que ves a través de la men­te se convierte en dos. Es como un rayo blanco entrando en un pris­ma: inmediatamente se divide en siete colores y se crea el arco iris. Antes de entrar en el prisma era uno, a través del prisma se divide y el color blanco desaparece convirtiéndose en los siete colores del arco iris.

El mundo es el arco iris, la mente es el prisma y el ser es el rayo blanco.

 

2013-07-15 12.44.53     2013-07-11 09.42.32

                                                                               

 

PAUL AUSTER
La trilogía
de Nueva York

Quinn estaba volviendo a enrollar el cordel para hacer un nuevo intento cuando
Auster y su esposa entraron en la habitación. Levantó la vista y vio primero a la mujer.
En ese único y breve momento supo que tenía problemas. Ella era alta, delgada, rubia,
una belleza radiante, con una energía y una felicidad que parecían hacer invisible todo lo
que la rodeaba. Fue demasiado para Quinn. Sintió como si Auster le estuviera
atormentando con todo lo que había perdido, y reaccionó con envidia y rabia, con una
lacerante autocompasión. Sí, a él también le gustaría tener aquella mujer y aquel niño,
estar sentado todo el día pariendo bobadas sobre libros antiguos, estar rodeado de yoyós
y tortillas de jamón y plumas estilográficas. Rezó para sus adentros pidiendo la
salvación.
Auster vio el yoyó en su mano y dijo:
-Veo que ya os conocéis. Daniel -le dijo al niño-, éste es Daniel. -Y luego a
Quinn, con la misma sonrisa irónica-: Daniel, éste es Daniel.
El niño se echó a reír y dijo:
-¡Todo el mundo es Daniel!
-Eso es -dijo Quinn-. Yo soy tú y tú eres yo.
-Y así una vez y otra vez -gritó el niño, extendiendo los brazos repentinamente y
dando vueltas y vueltas alrededor de la habitación como un giroscopio.

GRAVES, ROBERT LA DIOSA BLANCA,

Yo soy el bardo principal de Elphin,
y mi país original es la región de las estrellas estivales;
Idno y Heinin me llamaban Merddin,
al fin todos los reyes me llámarán Taliesin.
5 Yo estaba con mi Señor en la esfera más alta,
cuando la caída de Lucifer en la profundidad del Infierno
yo llevaba una bandera delante de Alejandro;
conozco los nombres de las estrellas desde el norte hasta el sur;
he estado en la Galaxia en el trono del Distribuidor;
10 Yo estaba en Canaán cuando mataron a Absalón;
yo conduje a Awen (el Espíritu Divino) a la llanura del valle de Hebrón;
yo estaba en la Corte de Dbn antes del nacimiento de Gwydion.
Yo era instructor de Elías y Enoch;
he sido alado por el genio del báculo brillante;
15 He sido locuaz antes que me dotaran con el habla;
estaba en el lugar de la crucifixión del misericordioso hijo de Dios;
he estado tres veces en la prisión de Arianrhod;
he sido el director principal de la construcción de la torre de Nimrod.
Soy un prodigio cuyo origen es desconocido.
20 He estado en Asia con Noé en el Arca,
he presenciado la destrucción de Sodoma y Gomorra;
he estado en la India cuando fue fundada Roma;ahora he venido a los restos de Troya.
He estado con mi Señor en el pesebre del asno.
25 Yo conforté a Moisés con el agua del Jordán;
yo he estado en el firmamento con María Magdalena
;
he obtenido la musa de la Caldera de Caridwen;
he sido bardo del arpa en Lleon de Lochlin.
He estado en la Colina Blanca, en la Corte de Cynvelyn.
30 Durante un día y un año con cepos y grilletes
he sufrido hambre por el Hijo de la Virgen,
he sido criado en el país de la Divinidad,
he sido maestro de todas las inteligencias,
puedo instruir al universo entero.Estaré hasta el Día del juicio en la faz de la tierra;
y no se sabe si mi cuerpo es carne o pescado.
Luego estuve durante nueve meses
en el seno de la bruja Caridwen;
yo era originalmente el pequeño Gwion,
40 y al final soy Taliesin

 

2013-07-15 13.46.51                 2013-07-15 16.51.47

El Vellocino De Oro
Robert Graves

-Me temo que no, muchacho -respondió Hércules-. Es más, dieron un espectáculo lastimoso. Hasta
Hilas podría haberlos derrotado con su pequeña honda y su puñal. ¿No es cierto, hijito?
Hilas se sonrojó y Jasón dijo:
-Permíteme que admire la hermosura de tu joven compañero, Hércules. Tengo que confesar que es
el niño más precioso que he visto en toda mi vida.
Hércules atrajo a Hilas a su lado y le dio tres o cuatro besos sonoros en el cuello y en la cara.
-Lo es todo para mi -exclamó- y es el más valiente de todos los muchachos. Dentro de un año o dos,
ahora que ya ha llegado a la pubertad, pienso iniciarlo en la hermandad del León. No somos muchos
pero, por las Serpientes Sagradas, ¡cómo hacemos notar nuestra presencia en el mundo!
Hércules había empezado siendo un hombre-toro, pero abandonó la hermandad cuando se anunció
que Zeus se había apropiado de ella arrebatándosela a la Diosa Madre. «Si un carnero puede
convertirse en toro», dijo, «un toro también puede convertirse en león»; y entonces, para compensar
a la diosa por el daño que le había infligido a su gran sacerdotisa en Olimpia, y también por la
muerte de su león de Nemea que él había estrangulado, fue a visitar a la reina Circe de Eca, que se
ocupaba de asuntos de esta índole y se alistó en la hermandad del León. Circe le ordenó arrancarse
un dedo de un mordisco para aplacar el espíritu del león, cosa que hizo sin miedo alguno, y además
instituyó, en honor suyo, los Juegos de Nemea.
A Jasón le alegró haber encontrado un lado blando en la tosca naturaleza de Hércules

 

                                           

 

 

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos

Elena se lamió los labios, secos, y con preocupación se pasó la mano por la frente.
De repente dio un respingo: no llevaba la alianza en el dedo anular.
Por un instante se quedó inmóvil contemplando su mano desnuda. Luego, con el
corazón en vilo, empezó a buscarlo apresurada por el asiento, por el suelo. Miró las
rodillas huesudas del hombre.
—¡Dios mío!, claro, debí de dejarla caer cuando iba al vagón restaurante, cuando
luché por liberarme...
Salió corriendo del compartimiento; con los brazos extendidos, apoyándose en
ambos lados del pasillo, conteniendo las lágrimas, atravesó un vagón, y después
otro. Llegó al final del coche-cama, y a través de la puerta trasera, no vio sino aire,
vacío, el cielo nocturno, la oscura cuña del lecho vacío donde los raíles se perdían
en la distancia.
Pensó que se había confundido y había tomado la dirección equivocada. Llorando,
rehizo su camino.
Junto a ella, en la puerta del baño, había una anciana con un viejo delantal y un
brazalete que parecía una enfermera del turno de noche. Llevaba en la mano un
cubo del que sobresalía un cepillo.
—Desengancharon el vagón restaurante —dijo la vieja, y quién sabe por qué razón,
suspiró—. Después de atravesar Colonia, engancharán otro.

En el vagón restaurante que había quedado atrás bajo la bóveda de una estación
donde debería aguardar a la mañana para volver a ponerse en camino en dirección
a Francia, los camareros limpiaban y recogían los manteles. Luzhin terminó y se
quedó en la puerta abierta a la entrada del vagón. La estación estaba oscura y
desierta. En la distancia lucía una lámpara como si fuera una estrella húmeda que
atravesara una nube gris de humo. El torrente de raíles brillaba todavía levemente.
Seguía sin entender por qué el rostro de aquella anciana del bocadillo le había
trastornado tan profundamente. Todo lo demás estaba claro, sólo aquel punto
concreto permanecía oscuro.
Max, el pelirrojo de nariz afilada, salió a la puerta. Se puso a barrer el suelo. Se dio
cuenta de que había un brillo de oro en una esquina. Se agachó. Era un anillo. Lo
escondió en el bolsillo de su chaleco y miró furtivamente para asegurarse de que
nadie lo había visto. La espalda de Luzhin seguía inmóvil en la misma puerta. Max
sacó el anillo con cuidado; a la débil luz distinguió una palabra y unos números
grabados en el interior. Debe de ser chino, pensó. En realidad la inscripción decía:
«1-VIII-1915, ALEKSEY». Se volvió a meter el anillo en el bolsillo.

La espalda de Luzhin se movió. Silenciosamente se bajó del vagón. Caminó en
diagonal hasta la próxima vía, con paso tranquilo, relajado, como si estuviera dando
un paseo.
Un tren directo, sin paradas, tronó en su entrada a la estación. Luzhin fue hasta el
borde del andén y bajó de un salto. La pista de ceniza crujió bajo su peso.
En ese preciso instante, la locomotora lo engulló de un golpe voraz. Max,
totalmente ignorante de lo que acababa de ocurrir, miraba desde lejos mientras las
ventanas iluminadas se sucedían vertiginosamente en una tira continua

2013-07-09 16.55.22

No hay comentarios: