LAS BELLEZAS DEL
TALMUD R.Cansinos-Assens 21
Un sabio vio un cráneo humano que sobrenadaba en un
río, y dijo: "Fuistes arrojado al agua porque arrojaste tú a
otro, y los que a ti te arrojaron serán sumergidos también."
Oprimidos y opresores.
Vale mucho más contarse entre los oprimidos que entre
los opresores. En la numerosa familia de las aves, ninguna
es más oprimida ni perseguida tan terriblemente como la paloma
y la tórtola; y éstas son precisamente las que el Señor
declaraba como las más aceptadas para los sacrificios
El Cálido Aliento
de la Dakini
El Principio Femenino en el Budismo Tibetano Judith Simmer-Brown 21
Cuando el gran yogui Padmasambhava a quien los tibetanos llaman Gurú
Rimpoché, “el precioso maestro”, emprende su viaje espiritual, viaja de un lugar
a otro solicitando enseñanzas de yoguis y yoguinis. Guiado por visiones y
sueños, su viaje le lleva a bosques solitarios poblados de fieras salvajes, a lagos
envenenados con islas fortificadas, y a los cementerios. Dondequiera que vaya,
hace milagros, recibe iniciaciones y madura sus propias habilidades para beneficiar
a los demás.
Cuando oye hablar de la suprema reina de todas las dakinis, la yoguini sumamente
realizada a quien se denomina Sabiduría Secreta,1 viaja al cementerio del
Bosquecillo de Sándalo y llega hasta las puertas de la morada de la reina: el Palacio
de la Calaveras. Padmasambhava intenta hacer llegar una petición a la reina
mediante su doncella Kumari, pero la joven le ignora, y continúa portando agua
en grandes vasijas de bronce que penden de un pesado yugo que se apoya sobre
sus hombros. Cuando insiste en su demanda, Kumari continúa con su trabajo
silenciosamente. El gran yogui se impacienta y, mediante sus poderes yóguicos,
clava mágicamente las pesadas vasijas al suelo. Por mucho que lo intenta, Kumari
no puede levantarlas.
Quitándose de sus hombros el yugo y las cuerdas, se acerca hasta Padmasambhava
exclamando: “Has desarrollado grandes poderes yóguicos. ¿Qué hay
de los míos, gran señor?”. Y dicho esto, toma un centelleante cuchillo de cristal
de la faja que rodea su cintura y abre el centro de su corazón, revelando el vívido
y vasto espacio interior de su cuerpo. Su interior muestra a Gurú Rimpoché
el mandala de deidades de los tantras interiores: cuarenta y dos deidades apacibles
se manifestaban en su torso superior y su cabeza y cincuenta y ocho deidades airadas moraban en su torso inferior. Avergonzado por no haberse dado cuenta
de con quién estaba tratando, Gurú Rimpoché se postra ante ella y renueva
humildemente su petición de enseñanzas. Como respuesta, ella le ofrece su respeto
y añade: “Yo no soy más que una doncella” y le acompaña hasta la reina Sabiduría
Secreta.Esta simple doncella es una mensajera de su género, la dakini en el budismo
tibetano. Como puede apreciarse por su nombre, Kumari, “hermosa joven, la
princesa de la coronilla”, puede ser modesta en su conducta, pero es regia e
imperativa en su comprensión de la naturaleza de la realidad
SUTRA DEL LOTO CAPITULO 21
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