VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos 91
Yo estaba embriagado por aquellos temblores azulados, por el frío volátil y agudo.
Me encaramé al alféizar mojado de la ventana y respiré el aire sobrenatural, que
hizo vibrar mi corazón como un cristal.
Graves, Robert El Vellocino de Oro 91
Era medianoche y la casa tenía las puertas y contraventanas cerradas y barradas, pero Pelias forzó la entrada con su hacha.
Roberto Bolaño
2666 91
Desde la acera, tras pagarle al taxista, contemplaron las
ventanas iluminadas. Después, mientras el taxi se alejaba, vieron
la sombra de Liz, la sombra adorada, y luego, como si un
soplo de aire fétido irrumpiera en un anuncio de compresas, la
sombra de un hombre que los dejó paralizados, Espinoza con
un ramo de flores en la mano, Pelletier con un libro de Sir Jacob
Epstein envuelto en un finísimo papel de regalo. Pero el
teatro chinesco aéreo no acabó allí. En una ventana, la sombra
de Norton movió los brazos, como si intentara explicar algo
que su interlocutor no quería entender. En la otra ventana, la
sombra del hombre, para horror de sus dos únicos y boquiabiertos
espectadores, hizo un movimiento como de hulla-hop,
o algo que a Pelletier y a Espinoza les pareció un movimiento
de hulla-hop.
TEXTOS DE LAS PIRAMIDES 91
De mi se dice "el que ha muerto"
"el que descansa solo"
" el que despierta sano"
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