RANA DE LECHE DEL AMAZONAS
http://es-us.noticias.yahoo.com/blogs/ciencia-curiosa/la-rana-de-leche-del-amazonas.html
Llevaban algún tiempo hablando sobre la situación económica,que si el corralito era posible o no,que Bankia necesitaba en un principio 7000, luego 15000 y finalmente nos costaría unos 20000.¿Quien tenia la culpa del desastre?.¿Pagaran los culpables?.Un interlocutor tomó la palabra y trató de sintetizar la situación con un cuento-(http://dolphin.blogia.com/2005/101801-cuento-las-dos-ranas-y-el-balde-de-leche.php), en el cual una rana era Zp y la otra Rajoy.Una no hacia nada y sucumbía y la otra hacia movimientos consiguiendo al final salir.El moderador muy oportunamente dio paso a la publicidad.Tengo algunos ahorros en Bankia y,me estaba planteando sacarlos, hasta que escuche el cuento.No comprendía como una rana podía ahogarse,con lo buenas nadadoras que son.La única explicación que encontraba,era que la leche estuviera envenenada o que fuera cemento blanco.Me pongo a leer para distraerme.No me concentro,tengo que abrir varios libros a la vez.
JORGE LUIS BORGES—OBRAS COMPLETAS 866
Alambre, terraplenes, papeles muertos, sobras de Buenos Aires.
Creo esta noche en la terrible inmortalidad:
ningún hombre ha muerto en el tiempo, ninguna mujer, ningún
muerto,
porque esta inevitable realidad de fierro y de barro
tiene que atravesar la indiferencia de cuantos estén dormidos o
muertos
—aunque se oculten en la corrupción y en los siglos—
y condenarlos a vigilia espantosa.
Toscas nubes color borra de vino infamarán el cielo;
amanecerá en mis párpados apretados.
SIGMUND FREUD-OBRAS COMPLETAS 866
«Un dicho nos parece chistoso cuando le atribuimos una
significación con necesidad psicológica y en el acto de atribuírsela tenemos que
negársela. El concepto de tal significación puede fijarse de diversos modos. Prestamos a
un dicho un sentido y sabemos que lógicamente no puede corresponderle. Encontramos
en él una verdad, que luego, ciñéndonos a las leyes de la experiencia o a los hábitos
generales de nuestro pensamiento, nos es imposible reconocer en él. Le concedemos una
consecuencia lógica o práctica que sobrepasa su verdadero contenido, y negamos
enseguida tal consecuencia en cuanto examinamos la constitución del dicho en sí. El
proceso psicológico que el dicho chistoso provoca en nosotros y en el que reposa el
sentimiento de la comicidad consiste siempre en el inmediato paso de los actos de
prestar un sentido, tener por verdadero o conceder una consecuencia a la consciencia o
impresión de una relativa nulidad».
A pesar de lo penetrante de este análisis cabe preguntar si la contraposición de lo
significativo y lo falto de sentido, en la que reposa el sentimiento de la comicidad, puede
contribuir en algo a la fijación del concepto del chiste en tanto en cuanto este último se
halla diferenciado de lo cómico.
También el factor «desconcierto y esclarecimiento» nos hace penetrar
profundamente en la relación del chiste con la comicidad. Kant dice que constituye una
singular cualidad de lo cómico el no podernos engañar más que por un instante.
Heymans (Zeitschr. für Psychologie, XI, 1896) expone cómo el efecto de un chiste es
producido por la sucesión de desconcierto y esclarecimiento y explica su teoría
analizando un excelente chiste que Heine pone en boca de uno de sus personajes, el
agente de lotería Hirsch-Hyacinth, pobre diablo que se vanagloria de que el poderoso
barón de Rotschild, al que ha tenido que visitar, le ha acogido como a un igual y le ha
tratado muy famillionarmente. En este chiste nos aparece al principio la palabra que lo
constituye simplemente como una defectuosa composición verbal, incomprensible y
misteriosa. Nuestra primera impresión es, pues, la de desconcierto. La comicidad
resultaría del término puesto a la singular formación verbal. Lipps añade que a este
primer estadio del esclarecimiento, en el que comprendemos la doble significación de la
palabra, sigue otro, en el que vemos que la palabra falta de sentido nos ha asombrado
primero y revelado luego su justa significación. Este segundo esclarecimiento, la
comprensión de que todo el proceso ha sido debido a un término que en el uso corriente
del idioma carece de todo sentido, es lo que hace nacer la comicidad
JAMES JOYCE-ULISES 866
—¡Cucú! ¿Quién está en el rincón?
Sin que ninguna mirada de Kennedy lo
recompensara, él siguió todavía haciendo
insinuaciones. Que tuviera cuidado con los
puntos. Que leyera solamente las negras: la
redonda y la torcida ese.
Tintineo airoso tintineo.
Niñaoro ella leyó y no miró. No hagas
caso. Ella no hizo caso mientras él le leía de
memoria una fábula solfeada con una voz
desentonada.
—Unnn zorro encontró uuunaaa cigüeña.
Dijo eel zorro a laa cigüeña: ¿Quieres poner el
pico deentro de mi garganta y sacaar un hueso?
Zumbó en vano. La señorita Douce se
apartó hacia su té.
Él suspiró aparte.
—¡Ay de mí! ¡Pobre de mí!
Saludó al señor Dedalus y recibió una
inclinación de cabeza.
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