Sura 17. Al-Isra’ (El Viaje Nocturno) 453
(34) Y no toquéis los bienes del huérfano --sino para mejorarlos-- antes de que este alcance la
mayoría de edad.42 ¡Y cumplid todos los compromisos --pues, ciertamente, [en el Día del Juicio]
habréis de dar cuenta de cada promesa que hayáis hecho!43
(35) Y dad la medida completa cuando midáis, y pesad con una balanza justa:44 esto será [por
vuestro propio] bien, y lo mejor en definitiva.
(36) Y no te ocupes de aquello de lo que no tienes conocimiento:45 ¡en verdad, el oído, la vista
y el corazón --todos ellos-- habrán de responder por ello [en el Día del Juicio]!
(37) Y no camines por la tierra con arrogante presunción: pues, ¡ciertamente, nunca podrás
hender la tierra, ni crecer tan alto como las montañas!
(38) La maldad de todo esto es detestable a los ojos de Dios:46 (39) esto forma parte de ese
conocimiento del bien y el mal que tu Sustentador te ha inspirado.47
Así pues, ¡no pongas junto a Dios a ninguna otra deidad,48 para que no seas arrojado al infierno,
censurado [por ti mismo] y repudiado [por Él]!
(40) ¿ACASO OS HA distinguido vuestro Sustentador dándoos hijos varones y ha tomado
para Sí hijas en forma de ángeles?49 ¡Ciertamente, decís en verdad algo monstruoso!
44 Lit., “recta” (mustaqim) --un término que en el Qur’án tiene siempre una connotación espiritual o moral.
Por tanto, esta orden se aplica, como en una frase similar en 6:152, no sólo a las transacciones comerciales
sino a todos los tratos entre los hombres.
49 Lit., “ha tomado para Sí, de entre los ángeles, hembras”: una alusión a la creencia de los árabes antes
del Islam de que los ángeles --considerados como deidades femeninas secundarias-- eran “hijas” de Dios,
y esto a pesar del desprecio de los árabes paganos por la descendencia femenina (cf. 16:57 y las notas
correspondientes). En sus implicaciones más amplias, esta pregunta retórica quiere resaltar el absurdo de
suponer que la divinidad de Dios pueda proyectarse en, o ser compartida por, cualquier otro ser (cf.
6:100-101).
ROBERT GRAVES-LA DIOSA BLANCA 206 págs*3=618-453=168
Llevan la vaca dorada de Isis, envuelta en un paño negro, siete veces alrededor del
santuario de Osiris, a quien identifica con Dioniso. «Al circuito se le llama `La
búsqueda de Osiris' porque en el invierno la diosa anhela el agua del Sol
(Se acercó a donde estaba su madre tan suavemente como el rocío que en abril cae sobre
el césped.) Pues éste es el verdadero comienzo del año sagrado, cuando la cierva y la
vaca cimarrona paren sus crías y cuando nace el niño Hércules, engendrado en las
orgías del solsticio estival. Hasta ahora ha estado navegando en. su barquilla por las
aguas y ahora se acuesta resplandeciente en la hierba.
Leonie Swann
LAS OVEJAS DE
GLENNKILL 199 págs*3=597-453=144
Echaron a correr hacia la loma, y desde allí vieron que el carnicero
subía a duras penas por el camino y luego por la pradera, directo
hacia Gabriel.
La guadaña cantaba en voz alta, y las ruedas del carnicero
apenas sonaban en la hierba: era muy posible que Gabriel aún no
se hubiese percatado de su presencia. En todo caso no levantó la vista.
El carnicero sudaba. Estuvo un rato mirando cómo la hierba
caía al suelo ante Gabriel, hasta que al final dijo:
—Porque toda carne es como hierba.
La guadaña se detuvo en el aire. Gabriel se volvió y esbozó su
irresistible sonrisa.
—Al revés —replicó—. Toda hierba es como carne, si antes
se la he echado a las bestias.
Las ovejas intercambiaron miradas significativas. Como si lo
hubiese notado, el carnicero se volvió hacia la loma y entornó los
ojos.
Gabriel lo miró.
— ¿Qué te trae por aquí, Ham? —inquirió, cauteloso.
Ham sudaba debido al laborioso trayecto por la hierba, y su
cabello, tan bello y dorado en la casa de Dios, se le pegaba
grisáceo a la frente. Echó una mirada nerviosa alrededor.
— ¿Irás hoy a la lectura del testamento bajo el tilo?
VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos 453
La diferencia entre soñar un mundo con un orden nuevo y soñar con ordenarlo uno
mismo a nuestra conveniencia es profunda y fatal; sin embargo, ninguno de sus
amigos, incluido mi hermano, era capaz de distinguir, aparentemente, entre la
rebelión abstracta de sus espíritus y el despiadado deseo de poder de su amigo. Un
mes después de la muerte de mi hermano, él desapareció, transfiriendo su actividad
a las provincias del norte (el grupo de mi hermano fue debilitándose hasta
desaparecer y, hasta donde yo se, ninguno de sus miembros se dedicó a la política),
y muy pronto corrieron rumores de que el trabajo que había hecho allí, tanto en sus
objetivos como en sus métodos, había resultado ser diametralmente opuesto a todo
lo que se había dicho, pensado y esperado en aquel círculo inicial de jóvenes.
Cuando recuerdo su aspecto en aquellos años, encuentro extraño que nadie notara
la larga sombra angular de traición que arrastraba tras de sí por donde iba, cuyos
bordes se agazapaban bajo los muebles cuando se sentaba, y que interfería
extrañamente con la sombra del barandal de la escalera en la pared, cuando le
acompañaban hasta la puerta con una lámpara de mano. ¿O quizá fuera la
oscuridad de nuestros tiempos presentes la que se proyectaba en aquella sombra?
Yo no sé si les gustaba, pero en cualquier caso, mi hermano y los otros confundieron
sus silencios taciturnos con la intensidad de una fuerza espiritual. La crueldad de sus
ideas parecía una consecuencia natural de las calamidades enigmáticas que había
sufrido; y toda su cascara de despreocupación presuponía, por así decir, un núcleo
limpio y brillante. Y será mejor que confiese que incluso yo albergué en una ocasión
la fugaz impresión de que aquel hombre era capaz de piedad; sólo más tarde
determiné su verdadero cariz. Aquellos que gustan de las paradojas fáciles hace
tiempo que tomaron nota del sentimentalismo de los verdugos; y en verdad, que
delante de las carnicerías la acera está siempre un tanto húmeda.
JORGE LUIS BORGES-OBRAS COMPLETAS 453
Es una revelación cotejar el don Quijote de Menard con el de
Cervantes. Éste, por ejemplo, escribió (Don Quijote, primera parte,
noveno capítulo) :
. . . la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito
de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo
presente, advertencia de lo por venir.
Redactada en el siglo diecisiete, redactada por el "ingenio lego"
Cervantes, esa enumeración es un mero elogio retórico de la historia.
Menard, en cambio, escribe:
. . .la verdad, cuya madre es la historia émula del tiempo, depósito
de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo
presente, advertencia de lo por venir.
La historia, madre de la verdad; la idea es asombrosa. Menard,
contemporáneo de William James, no define la historia como una
indagación de la realidad sino como su origen. La verdad histórica,
para él, no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que- sucedió.
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