12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras
KIOTO – YASUNARI KAWABATA 539
Chieko salió de casa llevando al brazo un gran cesto de la compra.
Cruzó la calle Miike, pues quería visitar la tienda de Yubahan que se
encuentra en el barrio de Fuyamachi. Se detuvo un momento para
contemplar el cielo que desde Hieizan hasta la Montaña del Norte era
de un rojo llameante.
Aquel largo día de verano, la luz crepuscular había aparecido muy
pronto, barriendo el monótono gris del cielo. ¿No parecía un incendio
fulgurante?
Nunca había visto el cielo así.
Chieko sacó su espejito de bolsillo y miró su rostro a aquella luz.
«¡Inolvidable! Es para recordarlo toda la vida... ¿Se encenderá también
así el corazón humano?
GEORGES CONCHON-EL ESTADO SALVAJE 539
Yo soy un hombre libre que se divierte-dijo Orlaville.El efecto de esta orgullosa proclamación fue que,al querer erguirse al querer aumentar de estatura,dio tres pasos hacia atrás.!Me incita usted al crimen!-exclamo Avit.De ningún modo-dijo Orlaville,que había cogido a Avit por los hombros,campechanamente,y le conducía, no demasiado derecho,hacia el “Land Rover”-.!Ah,esto es África!.
Edgar Allan Poe
Obras en español 539
¡Je, je, je! - respondió el Diablo débilmente, levantándose con un aire de hauteur.
- ¡Vamos, no hablará usted en serio!... - observó de l'Omelette -. He pecado, c'est
vrai, pero, mi buen señor... ¡no pensará realmente llevar a la práctica esas amenazas tan...
bárbaras!
- ¿No qué? - dijo Su Majestad -. ¡Vamos, señor, desnúdese!
- ¡Desnudarme, claro! ¡Muy bonito, en verdad! ¡No, señor, no me desnudaré! ¿Quién
es usted, le ruego me diga, para que yo, duque de l'Omelette, príncipe de Foie-Gras, apenas
mayor de edad, autor de la Mazurquiada y miembro de la Academia, deba quitarme a
requerimiento suyo los pantalones más exquisitos jamás hechos por Bourdon, la más refinada
robe-de-chambre jamás confeccionada por Rombert, por no decir nada de sacarme
los papillotes, y para no mencionar la molestia que me significaría quitarme los guantes?
- ¿Que quién soy? ¡Ah, cierto! Yo soy Baal-Zebud, príncipe de las Moscas. Acabo
de sacaros de un ataúd de palo de rosa incrustado de marfil. Estabais curiosamente
perfumado, y facturado para entregar. Os envió Belial, mi Inspector de Cementerios. Los
pantalones que decís fueron hechos por Bourdon, son un excelente par de calzoncillos de
lino, y vuestra robe-de-chambre es una mortaja de bastante buen tamaño.
- ¡Señor - replicó el duque -, no seré insultado impunemente! ¡Aprovecharé la
primera oportunidad para vengar esta ofensa! ¡Tendrá noticias de mí, señor! iMientras
tanto, au revoir!
VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos 539
«Es asombroso lo mucho que ha llegado a parecerse a mi pobre hermana», dijo el
rey con un suspiro melancólico, quitándose las gafas y devolviéndolas al bolsillo
superior de su chaqueta marrón con alamares. «Soy demasiado pobre para regalarte
un caballo», continuó, «pero tengo una pequeña fusta muy bonita. Gotsen», dijo
dirigiéndose al camarero mayor, «¿dónde está aquella fusta tan bonita con cabeza
de perrito? Después la buscas y se la das... un pequeño objeto interesante, de valor
histórico y todo lo demás. Bien, estoy encantado de regalártela, pero un caballo
está por encima de mis posibilidades... todo lo que tengo son un par de jacas y las
guardo para mi coche fúnebre. No te sientas molesto... no soy rico». («II ment», dijo
el príncipe heredero en voz baja y se alejó, canturreando algo entre los dientes.)
JAMES JOYCE
ULISES 539
Cristozorro con calzas de cuero,
escondiéndose, un fugitivo entre las secas
horquetas de los árboles huyendo de la alarma,
sin conocer hembra, pieza única de la caza. Las
mujeres que ganó para su causa, gente tierna,
una prostituta de Babilonia, damas de
magistrados, esposas de rufianes de taberna. El
zorro y las ocas. Y en New Place un débil cuerpo
deshonrado que en otros tiempos fuera donoso,
dulce, fresco como la canela, cayéndosele ahora
las hojas, desnuda y horrorizada por el horror
de la estrecha tumba y no perdonado.
DON QUIJOTE DE LA MANCHA 539
Pareciome la trova de perlas y su voz, de almíbar, y después acá, digo,
desde entonces, viendo el mal en que caí por estos y otros semejantes versos,
he considerado que de las buenas y concertadas repúblicas se habían de desterrar
los poetas como aconsejaba Platón, a lo menos los lascivos porque escriben
unas coplas, no como las del marqués de Mantua , que entretienen y
hacen llorar los niños y a las mujeres, sino unas agudezas que a modo de blandas
espinas os atraviesan el alma y como rayos os hieren en ella, dejando sano
el vestido, y otra vez cantó:
Ven, muerte, tan escondida,
que no te sienta venir;
porque el placer del morir
no me torne a dar la vida.
Roberto Bolaño
2666 539
En Villa Pesqueira creían que Escuela Nocturna era el nombre de un burdel
en las afueras de San José de Pimas), aprendió, sin grandes esfuerzos,
a leer y a escribir. A partir de ese momento leyó todo
lo que caía en sus manos. En un cuaderno anotó las impresiones
y pensamientos que le produjeron sus lecturas. Leyó revistas
y periódicos viejos, leyó programas políticos que cada cierto
tiempo iban a tirar al pueblo jóvenes de bigotes montados en
camionetas y periódicos nuevos, leyó los pocos libros que pudo
encontrar y su marido, después de cada ausencia traficando con
animales en los pueblos vecinos, se acostumbró a traerle libros
que en ocasiones compraba no por unidad sino por peso. Cinco
kilos de libros. Diez kilos. Una vez llegó con veinte kilos.
Y ella no dejó ni uno sin leer y de todos, sin excepción, extrajo
alguna enseñanza.
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