Sura 21. Al-Anbiya’ (Los Profetas) 315
Y, CIERTAMENTE, mucho antes [del tiempo de Moisés] dimos a Abraham su consciencia
de la rectitud;59 y éramos conscientes de él (52) cuando les dijo a su padre y a su gente:
“¿Qué son esas imágenes de las que sois tan intensamente devotos?”
(53) Respondieron: “Hallamos a nuestros antepasados adorándolas”.
(54) Dijo: “¡En verdad, vosotros y vuestros antepasados estáis evidentemente extraviados!”
(55) Preguntaron: “¿Nos dices esto con toda seriedad --o te estás burlando?”
(56) Respondió: “¡No! ¡Vuestro [verdadero] Sustentador es el Sustentador de los cielos y de la
tierra –el que los ha creado: y yo soy uno de los que dan fe de esta [verdad]!”
57) Y [añadió para sí:] “¡Por Dios, que he de ingeniármelas para destruir vuestros ídolos tan
pronto como os deis media vuelta y os marchéis!”
(58) Y luego rompió en pedazos aquellos [ídolos, todos] excepto el más grande que tenían, para
que [pudieran] volverse a él.60
(59) [Cuando vieron lo ocurrido,] dijeron: “¿Quién ha hecho esto a nuestros dioses? ¡Sin duda,
es uno de los peores malhechores!
(60) Algunos [de ellos] dijeron: “Hemos oído a un joven llamado Abraham hablar de ellos [con
desprecio]”.
(61) [Los otros] dijeron: “¡Pues traedlo ante los ojos de la gente, para que puedan atestiguar [contra
él]!”
(62) [Y cuando vino, le] preguntaron: “¿Has hecho tú esto con nuestros dioses, Oh Abraham?”
(63) Respondió: “¡Qué va; lo hizo éste, el más grande de ellos: pero preguntadles [vosotros
mismos] –si es que pueden hablar!”
(64) Y se volvieron unos contra otros,61 diciendo: “Ciertamente, sois vosotros quienes estáis
siendo injustos.”62
(65) Pero luego, volviendo a su anterior forma de pensar,63 dijeron: “¡Sabes muy bien que estos
[ídolos] no pueden hablar!”
(66) [Abraham] dijo: “¿Adoráis, pues, en vez de Dios a algo que en nada os puede beneficiar ni
perjudicar? (67) ¡Fuera con vosotros y con todo lo que adoráis en vez de Dios! ¿No vais a usar
vuestra razón?”
(68) Exclamaron: “¡Quemadle, y vindicad [así] a vuestros dioses --si estáis dispuestos a hacer
[algo]!”
(69) [Pero dijimos: “¡Oh fuego! ¡Sé frío, y [una fuente de] paz interior para Abraham!”64 –(70)
y mientras que ellos quisieron hacerle daño, Nosotros les hicimos sufrir la mayor de las pérdidas
La vida y la muerte me
están desgastando MO YAN 315
La gente salió de los edificios y sus rostros iban adoptando un color pálido a la luz de la luna. La
ausencia de gritos en el interior de la habitación demostraba que los sedantes habían hecho su
efecto en Jiefang. Baofeng sujetaba un paño de algodón empapado en alcohol sobre su mejilla,
que se había cortado con uno de los cristales que salieron volando cuando explotó la bombilla.
Después de que la herida se hubiera curado, le quedó una cicatriz en forma de abanico, como
testimonio palpable del increíble caos que se vivió aquella noche.
La gente llegaba corriendo, algunos se tropezaban, otros casi se caían al suelo y todos ellos
terriblemente aturdidos. En una palabra, una multitud desordenada corrió hacia la sala del
generador, siguiendo a Mo Yan, que continuaba dando mil rodeos para describir con evidente
exageración lo que había visto. Me dio la sensación de que todo el mundo, tanto los que sentían
afecto por Ximen Jinlong como los que no tenían lazos familiares con él, sentía un profundo
desagrado hacia aquel joven parlanchín. ¡Calla la maldita boca! Di varios pasos rápidos y me
escondí detrás de un árbol. Cogí del lodo un pedazo de baldosa y lo sujeté con la boca —era
mayor de lo que esperaba, así que lo partí en dos—, lo agarré con la hendidura de mi pezuña derecha,
me puse de pie sobre mis patas traseras como si fuera un ser humano, apunté a la brillante
calva de Mo Yan, y arrojé el pedazo de baldosa mientras aterrizaba sobre mis patas delanteras.
Calculé mal la distancia y, en lugar de golpear a Mo Yan, el misil alcanzó a Yingchun en la frente.
El sonoro chasquido me heló el corazón y despertó en mí multitud de recuerdos que estaban
dormidos. Oh, Yingchun, mi virtuosa esposa, esta noche eres la persona más desafortunada del
mundo. Tienes dos hijos —uno de ellos está loco, el otro muerto—, una hija con una herida en la
cara y ahora yo casi te mato.
Con el corazón roto, dejé escapar un largo gruñido y enterré el hocico en el suelo, mientras
los remordimientos me llevaban a masticar la otra mitad de la baldosa que tenía a mis pies hasta
convertirla en polvo. Como una escena extraída de esas cámaras de cine que van a velocidad
rápida, contemplé cómo se abría la boca de Yingchun para dejar escapar un grito, igual que si
fuera una serpiente plateada danzando bajo la luz de la luna mientras se caía de espaldas como
una figurita de barro. No pienses ni por un instante que sólo porque sea un cerdo no sé lo que es
una cámara a velocidad rápida. Maldita sea, en aquellos tiempos cualquiera podía ser director de
cine. Lo único que se necesitaba era un objetivo que filtrara la luz y una cámara de velocidad
rápida que se utilizaba para obtener una toma completa o un primer plano.
Miguel de Cervantes
DON QUIJOTE DE LA MANCHA 315
Reíase de oír decir estas razones don Quijote, y con mucho sosiego dijo:
—Venid acá, gente soez y mal nacida; ¿saltear de caminos llamáis al dar
libertad a los encadenados, soltar los presos, acorrer a los miserables, alzar los
caídos, remediar los menesterosos? ¡Ah, gente infame, digna por vuestro bajo
y vil entendimiento que el cielo no os comunique el valor que se encierra en la
caballería andante, ni os dé a entender el pecado e ignorancia en que estáis en
no reverenciar la sombra, cuanto más la asistencia de cualquier caballero
andante! Venid acá, ladrones en cuadrilla, que no cuadrilleros, salteadores de
caminos con licencia de la Santa Hermandad; decidme, ¿quién fue el ignorante
que firmó mandamiento de prisión contra un tal caballero como yo soy?
¿Quién el que ignoró que son esentos de todo judicial fuero los caballeros
andantes? ¿Y que su ley es su espada, sus fueros sus bríos, sus premáticas su
voluntad? ¿Quién fue el mentecato, vuelvo a decir, que no sabe que no hay
secutoria de hidalgo con tantas preeminencias ni esenciones como la que
adquiere un caballero andante el día que se arma caballero y se entrega al duro
ejercicio de la caballería? ¿Qué caballero andante pagó pecho, alcabala, chapín
de la reina, moneda forera, portazgo, ni barca? ¿Qué sastre le llevó hechura de
vestido que le hiciese? ¿Qué castellano le acogió en su castillo que le hiciese
pagar el escote? ¿Qué rey no le asentó a su mesa? ¿Qué doncella no se le aficionó
y se le entregó rendida a todo su talante y voluntad? Y, finalmente, ¿qué
caballero andante ha habido, hay, ni habrá en el mundo que no tenga bríos
para dar él solo cuatrocientos palos a cuatrocientos cuadrilleros que se le pongan
delante?
JAMES JOYCE
ULISES 315
Tierra, fuego, agua. Dicen que lo más agradable
es ahogarse. Se ve toda la vida en un relámpago.
Pero ser devuelto a la vida ya es otra cosa. No
puede enterrárselos en el aire, sin embargo.
Desde una máquina voladora. ¿Se corre la voz
cuando cae uno nuevo? Comunicación
subterránea. Aprendimos eso de ellos. No me
sorprendería. Un verdadero banquete para ellos.
Las moscas vienen antes de que esté muerto del
todo. Les llegó la brisa de Dignam. No les
importaría el olor. Papilla blanca como sal,
desmoronándose, de cadáver; huele, tiene gusto
a nabos blancos crudos.Los portones relucían delante: Todavía
abiertos. De vuelta al mundo otra vez. Ya hay
bastante de este lugar. Lo trae a uno un poco
más cerca cada vez.
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