La palabra avestruz llega al castellano a través del occitano provenzal estrutz que por su parte deriva del latín struthĭo y esta del griego στρουθíων abreviación de στρουθοκάμηλος, palabra compuesta por στρουθιο (struthio=gorrión) y κάμηλος (kámēlos=camello), es decir: "gorrión (grande como un) camello".
El avestruz adulto carece de siringe, siendo por tanto un ave silente, es decir, que por lo general no emite sonidos. No obstante, ocasionalmente manifiestan una especie de siseo en tono fuerte. Por otra parte, las crías del avestruz en estado de alteración lanzan un grito estridente, aunque más característicos son los silbidos y gorgoteos a modo de llamada que emiten hasta alcanzar el mes de nacer.[13]
Además, el macho adulto emite un sonido de bravura cuando quiere establecer su territorio y avisar a otros ejemplares competidores, así como para controlar a sus propias crías. La fonación emitida para ello consiste en un leve sonido ronco semejante a un bramido o descrito en ocasiones como un gruñido nasal que puede recordar al de un león. También pueden usarlo durante el cortejo nupcial, donde se antoja más profundo.[12]
Las hembras por el contrario no presentan fonación alguna, dado que el único sonido que emiten a lo largo de su vida adulta, es algo similar a un cloqueo cuando son cortejadas por el macho.
La pluma de avestruz formaba parte de la iconografía de Maat ya en las representaciones más antiguas. Durante milenios constituyó su más característica corona, pero además fue su emblema identificador en diferentes ámbitos y podía portarlo en las manos o exhibirlo de otras formas distintas[5]. La vinculación llegó a ser tan intensa que la representación de la pluma, en determinados contextos, podía sustituir simbólicamente a la imagen de la diosa A diferencia de otras aves, los avestruces no fueron mostradas con profusión en el arte faraónico y aparecen de manera muy ocasional[14]. Uno de los ejemplos más conocidos es la imagen plasmada sobre un abanico de madera chapado en oro que fue localizado en la tumba de Tutankhamón. En este sofisticado objeto se muestra al faraón lanzando flechas, desde su carro, contra estas aves[15], mientras es ayudado por un perro que las acecha .fue un animal relacionado con el faraón y hasta con la adoración al sol. Tal vez eso propició que Maat, como "Hija de Ra", fuera portadora de la pluma de este ave en tanto que distintivo solar y emblema de la más elevada autoridad real. No obstante, la "danza de las avestruces" documenta muy aisladamente la trascendencia simbólica de este animal, no alude a sus plumas, ni explica la extraordinaria simbología que se condensó en estos elementos. Es más, igual que ocurre con el avestruz, la tradición egipcia vinculó a otros muchos animales con el sol y de forma mucho más intensa; entonces… por qué precisamente la pluma del avestruz se asoció a Maat y no la melena del león, o el morro del babuino, o las patas del escarabajo.La pluma de avestruz no fue portada en exclusividad por Maat. Este lujoso elemento también se integró en imágenes de Hathor, Isis, Nut, Imentet, Mut, Sotis, Tot, etc., siendo especialmente relevante su vinculación con Shu A Shu se le identificaba con el aire y con la luz, y su nombre significa "vacío"[27]. Se le consideraba responsable de los fenómenos atmosféricos.la faceta más destacada de Shu es la que lo identifica con el aire, entendido como la invisible fuerza que mantiene el cielo sobre la tierra y como la energía cósmica que hace que permanezcan separados.Durante el Juicio de los muertos, en el momento de la pesada de las almas de los difuntos, la pluma que se ponía en el otro plato de la balanza era una pluma de avestruz.
Un día, la Mantis observó algo extraño: que el lugar en el que comía el Avestruz siempre olía bien. Se aproximó al ave mientras esta comía y vio que estaba asando comida en una hoguera. Cuando hubo acabado, el Avestruz ocultó cuidadosamente el fuego bajo un ala.http://creadores-de-mitos.blogspot.com.es/2013/01/los-portadores-del-fuego.html
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