La mayoría de las religiones orientales creen en la reencarnación, incluyendo el hinduismo, el jainismo, el sintoísmo y, con matices, el budismo. Los hinduistas creen que el alma es inmortal y se encarna sucesivamente en distintos cuerpos, que no serían otra cosa que “contenedores” temporales de nuestra esencia más inmanente, el alma.
Los cristianos gnósticos también creían en la transmigración de las almas, una convicción que impregnó buena parte del cristianismo original hasta el siglo V, cuando se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. En el año 543, el emperador Justiniano, al parecer influido por su esposa Teodora, decidió eliminar cualquier referencia a la reencarnación del Antiguo y el Nuevo Testamento.
El judaísmo y el Islam no aceptan la metempsicosis, como tampoco lo hace el Antiguo Testamento. Aunque algunos autores han discutido la creencia de ciertos sabios judíos en la metempsícosis, no debe confundirse con la preexistencia de las almas humanas que parecen admitir doctores palestinos, considerando que Yahveh había creado todas las almas juntas de una vez; algunos rabinos admitirían que las almas esperan en el séptimo cielo la posibilidad de encarnarse (…) La metempsicosis no es compatible con la revelación del Antiguo Testamento ni con la del Nuevo Testamento.
Pero por mucho que Roma se oponga a un concepto que considera “herético”, lo cierto es que la creencia en la reencarnación está cada vez más extendida en Occidente, en parte por la influencia de las religiones orientales que llegan filtradas por la Nueva Era, en parte por un creciente número de médicos disidentes que desconfían la visión materialista de la ciencia. Es el caso de los psiquiatras Brian Weiss o Ian Stevenson, convencidos de que la reencarnación es la única explicación posible a casos clínicos en los que el sujeto aparenta tener regresiones a vidas pasadas.
http://www.cookingideas.es/reencarnacion-20120824.html
Sura 2. Al-Baqara (La Vaca)
(260) Y, he ahí, que Abraham dijo: "¡Oh Sustentador mío! ¡Muéstrame cómo devuelves la vida
a los muertos!"
Dijo: "¿Es que acaso no crees?"
[Abraham] respondió: "Ciertamente [creo], pero [déjame verlo] para que mi corazón quede
tranquilo."
Dijo: "Coge, pues, cuatro pájaros y enséñales a obedecerte;256 luego, colócalos separados en las
colinas [a tu alrededor]; después llámalos: acudirán a ti volando. Y sabe que Dios es poderoso,sabio.
RANA MO YAN
Chen E llegó a un acuerdo con sus
dos mujeres para que se alojaran en las dos casas de forma alterna. El
perro de la mujer de pelo rubio murió en una pelea con otros perros
callejeros de nuestro pueblo. Cuando lo enterró estaba embarazada
de varios meses. Poco después, nació Chen Bi y alguien dijo que era
la reencarnación del perro, puesto que su hábil olfato tenía algo que
ver con aquel animal.
Roberto Bolaño
2666
el espalda mojada perfecto, el
espalda mojada que yo quería llevar a mi programa y que tal
vez el presentador enamorado de José Patricio quería llevar a su
programa, el espalda mojada monstruoso, el rey de la mala
suerte, el hombre que cargaba sobre sus espaldas el destino de
México, el espalda mojada sonriente, ese ser similar a un sapo,
ese inerme dago seboso y poco inteligente, ese trozo de carbón
que en otra reencarnación hubiera podido ser un diamante, ese
intocable que no había nacido en la India sino en México, todo
encajaba, de pronto todo encajaba y ya para qué suicidarse.
GRAVES, ROBERT LA DIOSA BLANCA,
Se dice que Pitágoras era un pelasgo tirreno de Samos, en el Egeo septentrional. Esto
explicaría la íntima relación de su filosofía con la órfica y la druídica. Se dice que no
sólo se abstenía de comer habas, sino también pescado, y parece haber propagado un
culto pelásgico heredado viajando por otras naciones. Su teoría de la transmigración de
las almas es india más bien que pelásgica. En Crotona se le reconocía, como a su
sucesor Empédocles, como una reencarnación de Apolo
12 Los platónicos se excusaban de no comer habas basándose en el motivo racionalista de
que causaban flatulencia; pero esto venía a ser casi lo mismo. La vida consistía en
respirar, y ventosear después de comer habas era una prueba de que uno había comido
un alma viviente. En griego y en latín las mismas palabras anima y pneuma significan
igualmente ráfaga de viento, respiración y alma
JAMES JOYCE
ULISES
Reencarnación: esa es la
palabra.
—Algunas personas creen—dijo él—que
seguimos viviendo después de muertos en otro
cuerpo que el que hemos tenido antes. Llaman a
eso reencarnación. Que todos hemos vivido
sobre la tierra hace miles de años, o en algún
otro planeta. Dicen que lo hemos olvidado.
Algunos pretenden recordar sus vidas pasadas.
LAS MEJORES
HISTORIAS
SINIESTRAS
—¿Aún odias los rábanos? —y a otra—, ¿recuerdas el día que te llevé
con el doctor Palecki y un puerco te asustó?
Recordó las palabras que las mujeres de la Comisión de Entierros habían
pronunciado durante la purificación de su cuerpo. Cuando el
interrogatorio disminuyó, Simmele repitió que el dolor de su esposo
Zorach no la había dejado reposar en paz y que el Dios de los vivos,
apiadándose de Zorach, se la había devuelto otra vez. Explicó que
cuando Zorach muriese, ella moriría también, pues sus años ya habían
sido consumidos, por lo que vivía sólo en su beneficio. Nadie tomó en
serio esta predicción, de tan sana y joven como la veían.
Zamosc había esperado que el interrogatorio de Simmele duraría
muchos días, pero la mayoría de los que la interrogaron en la casa del
rabino y después en la de Reb Zorach, se dieron pronto por satisfechos
con la idea de que ella era la reencarnación de Esther Kreindel. Hasta el
gato reconoció a su antigua dueña; maullando excitado fue corriendo a
frotar su cabeza contra las piernas de la muchacha. Al final del día, sólo
un pequeño grupo se mantenía firme. Las amigas de Esther Kreindel la
cubrieron de besos, todas las hijas, excepto Bina Hodel, lloraron y
abrazaron a su madre; sus hijos le hicieron honores, los nietos le
besaron las manos. Todo el mundo ignoró a los detractores y Reb Zorach
Lipover y Meyer Zissl, fijaron el día de la boda.
Las nupcias fueron ruidosas. Aunque el alma era la de Esther Kreindel,
el cuerpo era de una virgen
EL LIBRO TIBETANO DE LOS MUERTOS
BARDO-THODOL
Atribuido a Padmasambhava
Dice el Bardo- Thodol al final que el miedo acrecienta la atención del muerto. ¡Esto
parece en un principio contradictorio! Pero quién no ha experimentado en su vida las
fuerzas insospechadas que puede desencadenar el miedo extrcmo o la angustia. En el
estado intermedio, el muerto vuelve a pasar por todos los desarrollos que ha vivido en la
tierra: primero aparece la naturaleza profunda como una luz, y luego se muestra
terrorífica. Vencen el miedo y la pusilanimidad y el muerto es empujado entonces al
escondite de una matriz. Si el muerto no reconoce la verdadera naturaleza de las
apariciones, desciende cada vez más profundamente en los torbellinos de las
emanaciones de la vacuidad, en donde las imágenes se irán haciendo cada vez más
groseras y la reencarnación será inevitable.
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