La música no admite la comunicación discursiva y recíproca del sentido, sino una comunión inmediata e inefable.
Didier-Weill describe este proceso en tres etapas: en la primera, es la música la que encuentra un sujeto receptivo. El “oyente-escuchado” por la música descubre un vacío que no sabía que tenía.
Se produce un trasmutación subjetiva por la cual quien escucha música es escuchado. Si la música tiene una relación con la pulsión invocante (que según Lacan es la experiencia más cercana de lo inconciente) es debido al “Sí” que le damos a la música, a una parte de nuestro ser inconciente que se manifiesta. Para decirlo de otra manera, como la música es algo exterior a nosotros, tenemos que revisar y por ende abandonar una concepción Freudiana de discontinuidad o separación entre nuestro interior y el mundo exterior.
La segunda etapa sucede cuando las notas que antes estuvieron dirigidas desde el “Otro” (la música) al sujeto, ahora se invierte y va del sujeto al “Otro”.
En la tercera etapa de la pulsión, el oyente entiende que no hay manera de escapar al vacío de nuestro ser. Podemos relacionarnos con la falta o vacío tanto en el “Otro” como en nosotros. Una música no puede ser todas las músicas y mi ser no puede escapar al deseo, a admitir la falta o vacío de nuestro ser.
Como Weill y otros, creo que Freud se confundió cuando se refirió a la experiencia musical como “el sentimiento oceánico”, considerándola una regresión a la madre o volver a una fusión arcaica con el “Otro”. La música puede ser considerada una pulsión porque presenta una tensión, un movimiento hacia adelante.
http://www.musicaclasicaymusicos.com/musica-y-psicoanalisis.html
Quién contempla el sonido del mundo.
Representa el profundo valor que tiene la vida humana y el respeto que se merece. Este amor compasivo representa el profundo vínculo entre todos los seres vivientes, ya que todos somos una unidad, y es conocido como el principio budista del karuna.
En su origen ella fue Avalokiteshvara, conocido como el bodhisattva de la compasión y si bien representaría el lado femenino del mismo, su conversión en diosa resulta enigmática, al parecer su transformación se debe al sincretismo del budismo con el taoísmo y el confucianismo.
http://diosasyhadas.blogspot.com.es/2007/10/guan-yin-la-diosa-de-la-misericordia.html
TEXTOS DE LAS PIRAMIDES 99
Leyendas griegas presentan a Hércules matando niños por accidente o en
un ataque de locura, y la muerte en la hoguera, tras una temporal investidura como rey,
de varios príncipes jóvenes infortunados, entre ellos Gwern, sobrino de Bran; Faetón,
hijo de Helios; Icaro, hijo de Dédalo, quien en su vuelo se acercó demasiado al Sol;
Demofoón, hijo de Celeo de Eleusis, a quien Demeter trató de inmortalizar; y Dioniso,
hijo del cretense Zeus. También explica los sacrificios de niños en Fenicia, incluyendo
los que se ofrecían a Jehová Melkarth en el valle de Hinnom (o Gehenna), la residencia
de la serpiente imperecedera, donde nunca se apagaba el fuego de los sacrificios.
La costumbre de quemar a un niño como sustituto anual del rey sagrado tiene un
buen ejemplo en el mito de Tetis, Peleo y Aquiles. Peleo era un fratricida aqueo
desterrado de Egina y que llegó a ser rey de Yolcos con un correy llamado Acasto, en
sucesión de los correyes Pellas y Neleo. Tetis, una diosa del mar tesalia, es descrita por
los mitógrafos como hija del centauro Quirón o como una de las cincuenta nereidas, de
entre las cuales fue elegida para ser una esposa de Zeus. Zeus cambió de propósito
obedeciendo a un oráculo y la dio en matrimonio a Peleo, a quien ella dio siete hijos, a
seis de los cuales mató en la hoguera. El séptimo, Aquiles, fue salvado por Peleo en el
momento perentorio, como el infante Esculapio. A los seis primeros les dio la
inmortalidad el acto de la cremación; pero como en el caso de Aquiles ese acto no había
terminado, su talón seguía siendo vulnerable. Tetis huyó y Peleo dejó a Aquiles a cargo
de Quirón, que le instruyó; posteriormente Aquiles fue rey de los mirmidones de la
Ftiótide y condujo un contingente de ellos a combatir en Troya. Cuando se le ofreció la
elección entre una vida breve pero gloriosa y una larga y vulgar, eligió la breve.
DON QUIJOTE DE LA MANCHA CERVANTES 99
Y, queriendo leer otro papel de los que había reservado del fuego, lo estorbó
una maravillosa visión, que tal parecía ella, que improvisamente se les ofreció
a los ojos, y fue que por cima de la peña donde se cavaba la sepultura, pareció
la pastora Marcela, tan hermosa, que pasaba a su fama su hermosura. Los
que hasta entonces no la habían visto la miraban con admiración y silencio, y
los que ya estaban acostumbrados a verla no quedaron menos suspensos que
los que nunca la habían visto. Mas, apenas la hubo visto Ambrosio, cuando,
con muestras de ánimo indignado, le dijo:
—¿Vienes a ver por ventura, ¡oh fiero basilisco de estas montañas!, si con
tu presencia vierten sangre las heridas deste miserable a quien tu crueldad
quitó la vida? ¿O vienes a ufanarte en las crueles hazañas de tu condición, o a
ver desde esa altura, como otro despiadado Nero, el incendio de su abrasada
Roma, o a pisar arrogante este desdichado cadáver, como la ingrata hija al de
su padre Tarquino?
No hay comentarios:
Publicar un comentario