Las orejas representaban la capacidad del dios de escuchar las plegarias de los devotos y con su ofrenda el egipcio esperaba que sus ruegos llegaran al dios de forma mágica más fácilmente y con mayor rapidez. Podemos encontrarlas inscritas en las estelas o modeladas en forma de ofrendas.
Un gran número de ojos y orejas votivas se encontraron, por ejemplo, en Deir el-Bahari (Tebas-Oeste); estaban destinadas a la diosa Hathor para que escuchara las plegarias de sus devotos.
En la cara este del templo de Karnak existía una curiosa construcción de época de Ramsés II, denominada Amón el de la Oreja que Escucha o Amón que escucha las plegarias, cumpliendo la misma función y en Menfis existía un lugar similar para el dios Ptah, denominado Grandes de Oído. En otros centros religiosos se hallaron más ejemplos de este tipo, e incluso algunas orejas de reducidas dimensiones las llevaban los egipcios como amuleto.
En otro plano los egipcios pensaban que la oreja derecha el punto por donde entraba el soplo de vida, mientras que la izquierda era por donde entraba la muerte.
Las orejas requerían un cuidado especial ya que por ellas podían penetrar en el individuo fuerzas negativas que avanzaban por el cuerpo hasta alcanzar la sede del pensamiento, es decir, el corazón.
El saltamontes, el animal con los testículos más grandes con respecto a su masa corporal.
- Representan el 14% de su masa corporal
- La equivalencia en un hombre, sería de 5 kg cada uno
- Este descubrimiento, publicado por la revista Royal Society ha determinado que los testículos de este saltamontes "llenan todo su abdomen", superando así el tamaño de las gónadas de la mosca de la fruta (Drosophila bifurca), cuyos testículos son el 10,6% de su peso corporal.
La destructiva doble vida del saltamontes
La transformación sucede en tan solo dos horas
Eclosionan más huevos de lo habitual y se juntan un enorme número en torno a los mismos puntos de alimento. Cuando son tantas que sus patas traseras se chocan con las del vecino, el cuerpo les pide un cambio. Es entonces cuando se transforman en langostas: cambian del verde al amarillo y negro, acortan su cuerpo y aumentan el tamaño de su cerebro.
En el laboratorio, los científicos han observado cómo una langosta solitaria cambia al aspecto de langosta gregaria en tan solo dos horas tan solo golpeando unas estructuras parecidas a espinas presentes en sus patas para simular las condiciones de masificación. También han constatado que mientras se produce el cambio se acumulan una gran cantidad de serotonina en el sistema nervioso de la zona del tórax. En los humanos esta hormona tiene que ver con el placer y el bienestar; tener los niveles bajos es síntoma inequívoco de depresión.
Tras la metamorfosis, liberan feromonas que las atraen las unas a las otras, y se reproducen desenfrenadamente hasta que forman un gigantesco enjambre. En comunión parten por el mundo en busca de más comida.
La langosta, el saltamontes por tener un tratamiento simbólico afín en el Antiguo Egipto aunque los egipcios distinguieron sin dificultad el pacífico saltamontes, la temible langosta y la mantis.
Los relieves de las mastabas del Reino Antiguo nos muestran escenas en el campo donde el saltamontes aparece, por ejemplo posado sobre papiros (Ptahotep). Sin embargo, en otros contextos pudo tener una significación religiosa.
Hay presencia iconográfica de estos animales en los techos de las tumbas, como por ejemplo la de Neferhotep (TT50), en las cajas de cosméticos (Museo de El Cairo, Dinastía VI), en las joyas (broche del brazalete de Tut-Anj-Amón Cairo 62362) y en los bronces de la Época Baja (Museo Fitzwilliam E.9, 1937, del Tercer Período Intermedio).En estos casos y sobre todo en los numerosos amuletos- podríamos encontrarnos ante deidades protectoras asociadas a conceptos de felicidad y la fertilidad, dotadas con connotaciones de abundancia y riqueza.
La mención del saltamontes en textos religiosos es otro dato a tener en cuenta, ya que ésta es una de las formas que toma el difunto para poder alcanzar con más facilidad el cielo, el Más Allá. Como ocurre con las serpientes se relacionó con la resurrección puesto que cuando nacen las larvas y se alimentan, convirtiéndose en ninfas, mudan de caparazón para convertirse en un insecto adulto.
Ciertos autores (Budge 1969) han relacionado la langosta, desde la Dinastía IV, con una forma del dios Ra jubiloso.
En otro plano, y como animal que puede volar y que se desplaza en grupos muy numerosos asolando a su paso todo alimento vegetal que se encuentra, la langosta también fue una fuerza de destrucción y los propios egipcios en los textos religiosos sitúan al difunto en una barca divina gracias a la cual logra escapar de las langostas. Además este animal protagonizó en Egipto la octava plagas bíblica, según relata el Éxodo (10, 1-20)
La mantis parece que se relacionó con la Apertura de la Boca, según se aprecia en la tumba de Sethy I en el Valle de los Reyes y en el óstrakon 44892 del Museo de El Cairo. Esta asociación pudo deberse a la observación de la fiereza y la voracidad del animal , que utiliza sus grandes y espinosas patas delanteras para llevarse a la boca la presa viva o, incluso que devora a sus congéneres, cualidades muy útiles para el difunto, necesitado de voracidad y poder para vencer los peligros del Más Allá. Por otra parte, el color verde del animal se puso en relación con los conceptos de crecimiento y de fertilidad. La matis nace de un huevo y al ver la luz está aún desprovisto de alas permaneciendo así hasta que es adulto. Este desarrollo se asemeja al proceso de renacimiento que tenía lugar gracias a la Ceremonia de la Apertura de la Boca.
En forma de amuleto tuvo un uso exclusivamente funerario.
Los relieves de las mastabas del Reino Antiguo nos muestran escenas en el campo donde el saltamontes aparece, por ejemplo posado sobre papiros (Ptahotep). Sin embargo, en otros contextos pudo tener una significación religiosa.
Hay presencia iconográfica de estos animales en los techos de las tumbas, como por ejemplo la de Neferhotep (TT50), en las cajas de cosméticos (Museo de El Cairo, Dinastía VI), en las joyas (broche del brazalete de Tut-Anj-Amón Cairo 62362) y en los bronces de la Época Baja (Museo Fitzwilliam E.9, 1937, del Tercer Período Intermedio).En estos casos y sobre todo en los numerosos amuletos- podríamos encontrarnos ante deidades protectoras asociadas a conceptos de felicidad y la fertilidad, dotadas con connotaciones de abundancia y riqueza.
La mención del saltamontes en textos religiosos es otro dato a tener en cuenta, ya que ésta es una de las formas que toma el difunto para poder alcanzar con más facilidad el cielo, el Más Allá. Como ocurre con las serpientes se relacionó con la resurrección puesto que cuando nacen las larvas y se alimentan, convirtiéndose en ninfas, mudan de caparazón para convertirse en un insecto adulto.
Ciertos autores (Budge 1969) han relacionado la langosta, desde la Dinastía IV, con una forma del dios Ra jubiloso.
En otro plano, y como animal que puede volar y que se desplaza en grupos muy numerosos asolando a su paso todo alimento vegetal que se encuentra, la langosta también fue una fuerza de destrucción y los propios egipcios en los textos religiosos sitúan al difunto en una barca divina gracias a la cual logra escapar de las langostas. Además este animal protagonizó en Egipto la octava plagas bíblica, según relata el Éxodo (10, 1-20)
La mantis parece que se relacionó con la Apertura de la Boca, según se aprecia en la tumba de Sethy I en el Valle de los Reyes y en el óstrakon 44892 del Museo de El Cairo. Esta asociación pudo deberse a la observación de la fiereza y la voracidad del animal , que utiliza sus grandes y espinosas patas delanteras para llevarse a la boca la presa viva o, incluso que devora a sus congéneres, cualidades muy útiles para el difunto, necesitado de voracidad y poder para vencer los peligros del Más Allá. Por otra parte, el color verde del animal se puso en relación con los conceptos de crecimiento y de fertilidad. La matis nace de un huevo y al ver la luz está aún desprovisto de alas permaneciendo así hasta que es adulto. Este desarrollo se asemeja al proceso de renacimiento que tenía lugar gracias a la Ceremonia de la Apertura de la Boca.
En forma de amuleto tuvo un uso exclusivamente funerario.
Saltamontes tallado en piedra. Cultura Azteca (México)
El bosque de Chapúltepec – cerro de los saltamontes, en náhualt, la lengua azteca- es el mayor parque de la ciudad , con más de cuatro kilómetros cuadrados de extensión. Dentro del mismo hay dos grandes lagos (tenía los mejores manantiales de agua dulce y era residencia veraniega de la clase noble azteca).
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