JORGE LUIS BORGES
OBRAS COMPLETAS 505
El segundo crimen ocurrió la noche del tres de enero, en el
más desamparado y vacío de los huecos suburbios occidentales
de la capital. Hacia el amanecer, uno de los gendarmes que vigilan
a caballo esas soledades vio en el umbral de una antigua
pinturería un hombre emponchado, yacente. El duro rostro estaba
como enmascarado de sangre; una puñalada profunda le había
rajado el pecho. En la pared, sobre los rombos amarillos y rojos,
había unas palabras en tiza
LOLITA 184*3=552-505=47
hablaba poco, menos aún del borroso niño rubio cuya
fotografía, con exclusión de toda otra, adornaba nuestro yermo dormitorio. En
uno de sus sueños sin gusto, profetizó que el alma del niño muerto volvería a la
tierra encarnada en el hijo que tendría en su actual matrimonio
JUAN MARSÉ
CALIGRAFÍA DE LOS SUEÑOS 505
En vista del persistente infortunio con
la bragueta, está por creer que se trata de una
maldición gitana. ¡¿Por qué me han de pasar estas
cosas?!
Las ovejas de Glennkill
Leonie Swann 242*3=726-505=221
Por fin. La larga espera la había hecho pensar, pero ese día, en el escenario del concurso, Zora quería pensar lo menos posible, aunque ya era demasiado tarde. Pensó en lo que había dicho el hombre de las gafas: especialidades de cordero. Pensó en el carnero desconocido. Porque toda carne era como hierba. Los hombres la pastaban como si fuera hierba. Por eso se habían reído. Por eso existía el carnicero. Contempló todos aquellos rostros que querían ganar las especialidades de cordero. Un abismo que siempre había estado ahí, ante sus mismas narices, y nunca había barruntado. Las gaviotas enmudecieron. Por primera vez en su vida Zora sintió vértigo.Perpleja, miró hacia todas partes y, luego, a unos pasos de ella, vio de repente, flotando en el aire, una ovejita nube perfecta: había surgido de la pipa de un joven de la segunda fila. Zora sabía que en realidad no era una oveja nube, pero le recordó para qué estaba el abismo: el abismo estaba para ser cruzado, así que subió con paso firme a la tribuna tras Othello. Ese día Zora era el pastor.
Herta Müller
Todo lo que tengo lo llevo conmigo
183*2=549-505=44
A medianoche, el altavoz nos ordenó presentarnos en el patio del recuento. Flanqueados por ocho soldados de guardia con sus fusiles y sus perros, nos condujeron por la calle del campo. Un camión circulaba detrás. En la nieve alta de la parte trasera de la fábrica, donde empezaba la tierra yerma, tuvimos que colocarnos en filas delante de la tapia y esperar. Es la noche de nuestro fusilamiento, pensamos.Yo me abrí paso hasta la primera fila, para estar entre los primeros y no tener encima que cargar cadáveres, porque el camión aguardaba al borde de la carretera.
Cuentos completos
Jorge Luis Borges 270*2=540-505=35
Un teólogo en la muerte
Los ángeles me comunicaron que cuando falleció Melanchton, le fue suministrada en el otro mundo una casa ilusoriamente igual a la que había tenido en la tierra. (A casi todos los recién venidos a la eternidad les sucede lo mismo y por eso creen que no han muerto.) Los objetos domésticos eran iguales: la mesa, el escritorio con sus cajones, la biblioteca. En cuanto Melanchton se despertó en ese domicilio, reanudó sus tareas literarias como si no fuera un cadáver y escribió durante unos días sobre la justificación por la fe. Como era su costumbre, no dijo una palabra sobre la caridad. Los ángeles notaron esa omisión y mandaron personas a interrogarlo. Melanchton les dijo: "He demostrado irrefutablemente que el alma puede prescindir de la caridad y que para ingresar en el cielo basta la fe". Esas cosas les decía con soberbia y no sabía que ya estaba muerto y que su lugar no era el cielo. Cuando los ángeles oyeron ese discurso lo abandonaron.
VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos 505
Al salir del comedor observó que su padre se volvía completamente sin levantarse
de la silla para contemplar de frente el reloj de pared, como si éste hubiera dicho
algo, y luego empezó a volver a su posición original, pero entonces la puerta que yo
estaba entornando se cerró, y no vi el resto de lo que pasaba en aquel cuarto. No vi
cómo acababa aquello, tenía otras cosas en la mente, pero también eso, y los mares
lejanos de hacía un momento, y el rostro todo ruborizado de mi hermana y el rugido
confuso del borde circular de la noche transparente, todo, de alguna manera,
contribuía a completar lo que ahora acababa de tomar forma. Con una claridad
aterradora, como si mi alma hubiera sido iluminada por una explosión silenciosa,
vislumbré un recuerdo futuro
No hay comentarios:
Publicar un comentario