JESUS,3000 AÑOS ANTES DE CRISTO. 516-330=186
Senosiris, el hijo pequeño, le dijo: "Aguarda un momento,
yo te mostraré, cada cual en su lugar, al pobre a quien no se llora y
al rico al que se lamenta". Setme preguntó: "¿Y cómo podrás hacer
esto, hijo mío Senosiris?". Después de esto, Senosiris, el niño, recitó sus
logogrifos. Tomó a su padre Setme por la mano y lo condujo a un lugar
que éste ignoraba en la montaña de Menfis. Allí había siete grandes
salas y en ellas hombres de todas las condiciones. Atravesaron tres
salas, las tres primeras sin que nadie les pusiera obstáculo. Al entrar en
la cuarta, Setme vio gentes que comían y se agitaban mientras que los
asnos comían detrás de ellos; otros tenían su alimento, pan y agua,
suspendido encima de ellos, y se abalanzaban para descenderlo mientras
que otros excavaban agujeros a sus pies para impedir alcanzarlo.
Cuando llegaron a la quinta sala, Setme vio a las venerables almas que
se encontraban cada una en su propio lugar. Pero las que estaban inculpadas de crímenes estaban en la puerta, suplicantes, y el gozne
de la puerta de la quinta sala estaba apoyado sobre el único ojo derecho
de un hombre que rogaba y daba gritos.* Cuando llegaron a
la sala sexta, Setme percibió a los dioses del consejo de gentes del
Amentit que ocupaban cada uno su propio lugar, mientras que los
ujieres del Amentit anunciaban las causas. Cuando llegaron a la sala
séptima, Setme percibió la imagen de Osiris, el gran dios, sentado sobre
su trono de oro fino, y coronado de diademas con dos plumas,
Anubis el dios grande, a su izquierda, el dios grande Thot a su derecha,
los dioses del consejo de gentes del Amentit a su izquierda y a
su derecha, la balanza colocada en el centro y de cara a ellos, en la
que pesaban las fechorías contra los méritos, mientras que Thot el
dios grande hacía el papel de escriba y Anubis les dirigía la palabra:**
a aquel a quien encontraban las maldades más numerosas que los
méritos los entregaban a Amait, la perra del señor del Amentit, destruían
su alma y su cuerpo y no le permitían respirar jamás; a aquel
a quien encontraban los méritos más numerosos que los deméritos,
lo conducían entre los dioses del consejo del señor del Amentit y su
alma iba al cielo entre las almas venerables; a aquel que era hallado
con méritos equivalentes a las faltas lo colocaban entre las almas
provistas de amuletos que sirven a Sakarosiris.
La vida y la muerte me
están desgastando 516
Tu hijo salió precipitadamente al pasillo y corrió en círculos,
con el rostro tenso, parecía que era un niño que simplemente no sabía qué
hacer. Al final, se marchó y cerró la puerta.
Miré por la ventana y fui capaz de contemplar a Chunmiao corriendo
por el vestíbulo y entrando en el dormitorio de tu esposa. Casi de inmediato
se escucharon sus sollozos. Tu esposa entró a continuación, y sus lamentos
superaron en intensidad a los de Chunmiao, Tu hijo estaba parapetado junto
al pozo, llorando y salpicando agua sobre su rostro.
Después de que las mujeres dejaran de llorar, comenzaron las arduas
negociaciones. No fui capaz de descifrar todo lo que decían, por culpa de
los sollozos y los gimoteos que lanzaban, pero me enteré de casi todo.
—¿Cómo puedes haber sido tan cruel y haberle dado semejante
paliza? —dijo Chunmiao.
—Chunmiao, no hay ninguna razón para que tú y yo seamos
enemigas. Teniendo en cuenta todos los solteros libres que hay por ahí, ¿por
qué estás decidida a destruir esta familia?
—Sé lo injusto que es esto para ti y ojalá pudiera abandonarle, pero
no puedo. Te guste o no, es mi destino...
—Tú eliges, Jiefang —dijo tu esposa.
Después de un momento de silencio, te escuché decir:
—Lo siento, Hezuo, pero quiero estar con ella.
MIGUEL DE CERVANTES DON QUIJOTE 516
A esta sazón, sin dejar la risa, dijo la duquesa:
—Sancho Panza tiene razón en todo cuanto ha dicho, y la tendrá en todo
cuanto dijere; él es limpio, y, como él dice, no tiene necesidad de lavarse, y si nuestra usanza no le contenta, su alma en su palma; cuanto más que vosotros,
ministros de la limpieza, habéis andado demasiadamente de remisos y descuidados,
y no sé si diga atrevidos, a traer a tal personaje y a tales barbas en lugar
de fuentes y aguamaniles de oro puro y de alemanas toallas, artesillas y dornajos
de palo y rodillas de aparadores; pero, en fin, sois malos y mal nacidos, y no
podéis dejar, como malandrines que sois, de mostrar la ojeriza que tenéis con
los escuderos de los andantes caballeros.
JAMES JOYCE
ULISES 516
Boca, toca. ¿Está en alguna forma boca en
toca? ¿O la toca una boca? Debe de haber algo.
Boca, coca, foca, loca, poca. Rimas: dos hombres
vestidos en la misma forma, de igual aspecto, en
dos en dos .
......................... la tua pace
.............. che parlar ti piace
........ mentreche el vento, come fa,
si tace.
Las vio, de tres en tres, muchachas que se
acercaban, en verde, en rosa, en bermejo,
entrelazándose, per l'aer perso en malva, en
púrpura, quella pacifica oriafiamma, en oro u
oriflama, di rimirar fé più ardenti. Pero yo,
hombres ancianos, penitentes, deplomocalzados,
en la profunoscurada noche: boca, toca: fatal,
natal.
—Habla por ti mismo —dijo el señor
O'Madden Burke
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