el agua es sagrada, el aire es sagrado. Nuestro ADN esta hecho de lo mismo que el ADN del árbol. El árbol respira lo que nosotros exhalamos. Cuando el árbol exhala, nosotros necesitamos el oxígeno que exhala. Así pues, tenemos un destino común con el árbol.
¡Déjame caminar entre las cosas hermosas y haz que mis ojos
admiren la puesta del sol roja dorada!
Hazme sabio, para así conocer las cosas que tú has escondido en
cada hoja y en cada roca.
Busco tu fuerza, no para ser superior a mis hermanos, sino para ser
diestro en combatir a mi mayor enemigo: ¡yo mismo!
Haz que mis manos respeten lo que tú has creado y que mis oídos
sean agudos para oír tu voz.
ANCIANO HOPI
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