Alexander Cole
Coloso 137
No hay raza en el mundo que beba como estos macedonios. Chapotean en la
tienda de Alejandro metidos en vino hasta el tobillo. A Gajendra le recuerdan a los
colmilludos, de pie en el río rociándose agua unos a otros, barritando y empujando
a todos los demás a un lado.
Cuando está borracho, Alejandro no parece el conquistador del mundo.
Salvo, piensa Gajendra, porque siempre hay una feroz astucia en aquella mirada
mate que nunca descansa. Cuando ríe, su risa provoca un escalofrío en la
habitación entera.
Mató a uno de sus amigos de la infancia, Clito el Negro, en una reunión
como ésta. Decían que cogió una lanza de uno de los guardias, eh, ¿me la prestas?,
e inmediatamente se la clavó en las tripas. Estaba desolado a la mañana siguiente.
Pero, a pesar de todos sus lamentos, Clito el Negro no volvió a la vida.
El Vellocino De Oro
Robert Graves 137
El Funeral Del Rey Cícico
Hombres armados salieron en tropel de las casas de la colina y la batalla comenzó en un lugar
situado encima de la playa. Los argonautas luchaban en bloque -todos menos Hércules, que se
precipitó hacia delante dando golpes a derecha e izquierda con su terrible maza pero el enemigo
peleaba desparramado y de modo desordenado. Era la primera batalla en la que participaba Jasón y
una furia divina se apoderó de él. Con la lanza que le había regalado Cícico embestía las negras
siluetas de sus enemigos, mientras que a su derecha Polifemo, el lapita, con una larga espada, y a su
izquierda el pequeño Anceo con un hacha, se iban abriendo camino hasta las casas. Era un trabajo
sangriento; diez enemigos estaban ya tumbados por el campo de batalla y el resto casi derrotados
cuando, con un repentino grito de guerra, tres hombres altos bajaron corriendo por la colina. Su jefe
se fue derecho a Jasón quien lo acometió con su lanza y lo ensartó por la cintura. La punta de la
lanza sobresalía junto al espinazo y Jasón no lograba desengancharía, incluso empujando con el pie
contra los muslos del adversario. Uno de los otros dos hombres fue derribado por el pequeño
Anceo, quien le cercenó la cabeza al tercer golpe, y el tercero huyó gritando: «¡Estamos perdidos,
oh, estamos perdidos, han matado a nuestro noble rey Cícico!»
Al oír esto, el pánico se apoderó de los argonautas y Jasón gritó:
-¡Una luz! ¡Una luz!
El joven Hilas, que acababa de hundir su jabalina, él también, en el vientre de un enemigo, cogió la
humeante antorcha de pino que había dejado caer el moribundo, y la hizo girar sobre su cabeza
hasta que la llama empezó a brillar con fuerza. Entonces corrió a donde estaba Jasón, y éste,
arrodillándose para examinar al hombre que tenía a sus pies, descubrió que, en efecto, se trataba del
rey Cícico, a quien había traspasado con la lanza que le había regalado, la lanza de su propio padre
Eneo.
Cícico levantó la vista y con su último aliento dijo: «¡Clite, Clite!» Luego arrojó sangre por la boca y murió.
Ahora por fin sabían que habían pasado la desembocadura del río Rindaco unas veinticinco millas
antes y que la Triple Diosa, gastándoles una broma amarga, había hecho que los argonautas
volvieran al otro lado del mismo istmo del cual habían zarpado dos días antes.
Jasón ordenó a Equión el heraldo que fuese a palacio para hacer las paces en su nombre con Clite, y
el hermano de Cícico y el resto de los jefes doliones. Equión aceptó valientemente este peligroso
cometido, pero cuando por fin consiguió que le dejaran entrar y pidió que le llevaran ante Clite, la
encontró colgada de una viga en su cámara nupcial. Cortó la cuerda, pero fue demasiado tarde.
¿Por que la Diosa Kali esta de pie sobre su marido Shiva?
A Kali se la representa como una mujer negra con cuatro brazos; en una mano lleva una espada, en otra la cabeza del gigante al que ha dado muerte y con las otras dos está animando a sus devotos. Lleva dos cadáveres como pendientes y un collar de calaveras. Por única vestimenta lleva una faja hecha con las manos de hombres muertos, su lengua le protuye fuera de la boca. Sus ojos son encarnados como los de un borracho; su cara y uno de los senos están embadurnados con sangre. Se encuentra erguida con un pie sobre el muslo y otro sobre el pecho de su marido. Esta posición de Kali se explica por el hecho de que, cuando su victoria sobre los gigantes quedó consumada, bailó de alegría tan furiosamente, que la tierra tembló bajo su peso. Ante el ruego de los dioses, Siva le pidió que depusiera su actitud, pero como a causa de su estado de excitación no le reconoció, Siva se tumbó él mismo entre los muertos. Ella continuó bailando hasta que apercibió a su marido debajo de sus pies; inmediatamente sacó la lengua, avergonzada por la falta de respeto que había cometido con él.
Durga:
La diosa madre Durga que Es también la diosa de la guerra, capaz de
vencer a muchos demonios. Es conocida como
Bhavani, Amba, Chandika, Gauri, Parvati, Mahishasuramardini. “Durga”
significa “inaccesible”. Cuenta la tradición que Cuando el
demonio Mahishásura usurpó Swargaloka (los planetas celestiales) a
los dioses (devás), estos le pidieron la ayuda a los tres dioses
mayores Brahmá, Vishnú y Shivá, quienes unificaron sus energías
materiales de aspecto negativo y crearon a Durga, para matar al
demonio. Los dioses le dieron
las ropas y le dieron como vehículo un tigre. Ella sola peleó
contra Mahishásura y su enorme ejército. Durante la batalla, de su
frente surgió su aspecto más fiero, terrorífico y enloquecido:
nació Kali,
la negra diosa. Derrotó al ejército, mató a Mahishá y restauró
la paz y el orden en el mundo.
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