PAUL AUSTER LA INVENCION DE LA SOLEDAD
Una palabra se
convierte en otra, una cosa se transforma
en otra distinta. De esta forma, se dice, funciona del
mismo modo que la memoria. Imagina una inmensa torre
de Babel en su interior y un texto que se traduce a sí
mismo en una infinidad de lenguas distintas. Las frases surgen
de él a la velocidad del pensamiento, y cada palabra
proviene de una lengua distinta; mil idiomas que gritan
a la vez en su interior, con un clamor que resuena en
un laberinto de habitaciones, pasillos y escaleras, cientos
de pisos más arriba. Repite. En el ámbito de la memoria,
todo es lo que es y al mismo tiempo algo más. Y
entonces descubre que lo que intenta registrar en su Libro
de la Memoria, todo lo que ha escrito hasta entonces,
no es más que la traducción de uno o dos momentos
de su vida, aquellos momentos que vivió en la Nochebuena
de 1979, en su habitación del número 6 de la calle
Varick.
El momento de
iluminación que resplandece en el cielo de
la soledad.
Pascal en su
habitación en la noche del 23 de noviembre
de 1654, cosiendo su memorial
en el
forro de su ropa,
para tener a mano en cualquier momento, durante el
resto de su vida, el registro de aquel éxtasis.
En el año de
Gracia de 1654 el
lunes 23 de noviembre, Festividad de San Clemente,
Papa y Mártir
y de otros del martirologio
y víspera de San Chrysogomus y
otros Mártires desde las diez y media de la noche
hasta las doce y media.
Fuego
«Dios de
Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob» no
de los filósofos y científicos. Certeza.
Certeza. Sentimiento. Dicha. Paz.
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La grandeza del alma humana.
• • •
Dicha, dicha, dicha, lágrimas de
dicha
• • •
No olvidaré
vuestra palabra. Amén.
SURA 14 ABRAHAM
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