MAR DE TETIS
Tetis (también vale “Tethys”, pero no “Thetis“, que esa era otra), era una titánide hija de Urano y Gea que viene a representar el agua de los océanos del mundo. Por eso no debe sorprendernos que, además de ser también un satélite de Saturno, sea el nombre que se le da a un mar inmenso que durante cientos de millones de años albergó desde ammonites a ictiosaurios y fue testigo en sus costas el nacimiento de los cetáceos y del desarrollo de interminables arrecifes de invertebrados que hace mucho tiempo que se extinguieron. El Mar de Tetis jugó un papel primordial en la historia y geografía de nuestro planeta, pero en la actualidad apenas es reconocible.
Se puede hablar del Mar de Tetis en sentido amplio incluso en la era Paleozoica, pero lo normal es que lo empecemos a considerar a partir del Triásico, hace 250 millones de años. En aquel momento el supercontinente Pangea, del que todos hemos oído hablar, presentaba una gran brecha en su costa oriental, un enorme mar interior casi del tamaño de Asia que es lo que se considera como el Mar de Tetis.
Las eras subsiguientes fueron reduciendo al Mar de Tetis en superficie. La deriva hacia el sur de Eurasia y el giro antihorario de las placas africana e índica fue estrechando cada vez más este mar y haciéndole desaparecer en una larga línea de subducción. Es bien sabido que los fondos del Tetis se encuentran hoy en las cumbres de los Alpes, del Cáucaso y del Himalaya, entre otras cordilleras. Es allí donde se encuentran fósiles de toda esta riqueza desaparecida.
mapa corocromático, perteneciente a las unidades morfoestructurales de la Península Ibérica y parte de África al final de la Era Primaria.
En este mapa geológico se contempla un paleomar, denominado mar de Tetis, en cuyas mayores profundidades se emplaza un gran geosinclinal, este paleomar baña las costas de cuatro grandes unidades morfoestructurales
https://copepodo.wordpress.com/2008/02/08/sin-tetis-no-hay-paraiso/
http://carmegreografia.blogspot.com.es/2012/12/plegamientoherciniano-en-la-peninsula_5.html
TETIS
En la mitología griega, Tetis (en griego antiguo Τηθύς Têthys, ‘niñera’, hija de Urano y Gea, es una titánide y diosa del mar, al mismo tiempo hermana y esposa de Océano. Fue madre de los principales ríos (oceánidas) del mundo conocidos por los griegos, como el Nilo, el Alfeo, el Meandro, y de unas tres mil hijas llamadas las oceánides. Considerada una personificación de las aguas del mundo, también puede ser vista como equivalente a Talasa, la personificación del mar.
Aunque estos vestigios indican un papel importante en épocas primitivas, Tetis no desempeña virtualmente papel alguno en los textos griegos conservados, ni en registros históricos de la religión y los cultos griegos. Walter Burkert señala la presencia de Tetis en el Libro XIV de la Ilíada, en el pasaje que los antiguos llamaban el «Engaño de Zeus», cuando Hera tiende una trampa a su marido diciéndole que quiere ir «a los confines de la fértil tierra, a ver a Océano, padre de los dioses, y a la madre Tetis». Burkert ve en el nombre una transformación del acadio tiamtu o tâmtu, ‘mar’, reconocible en Tiamat.
Algunas de las pocas representaciones de Tetis que han sido identificadas con seguridad lo son gracias a las inscripciones que la acompañan, como en el mosaico de la Antigüedad Tardía (siglo IV) del suelo de unas termas en Antioquía, actualmente expuesto en Dumbarton Oaks (Washington, D. C.) En este mosaico, el busto de Tetis (rodeada de peces) surge de las aguas con los hombros desnudos. Contra su hombro descansa un timón dorado. De su frente brotan alas grises. Otra es conocida como Océano y Tetis.
Durante la guerra contra los Titanes, Tetis alzó a Rea como su diosa-hija, pero no hay registros de cultos activos a Tetis en época histórica.
Tetis ha sido confundida a veces con otra diosa marina del mismo nombre, la nereida esposa de Peleo y madre de Aquiles. Algunos mitos dan a entender una relación entre ambas, como abuela y nieta.
Tetis (nereida)
Tetis es la madre de Aquiles con Peleo, rey de los Mirmidones. Tanto Poseidón como Zeus estaban interesados en ella, pero una profecía de Temis reveló que su hijo sería más grande que su padre, así que arreglaron su matrimonio con un hombre mortal.
Los dioses enviaron a Iris (que es con Hermes mensajera de los dioses) para encontrar un mortal que quisiese unirse a Tetis. Iris fue a ver al centauro Quirón, uno de los más famosos sabios de la antigüedad, que más tarde sería tutor de Aquiles. Entre los discípulos de Quirón destacaba por su hermosura, inteligencia y valentía el joven Peleo, hijo de Éaco, a quien tenía en gran estima. Peleo cortejó a Tetis pero ésta, sintiéndose humillada por la imposición de los dioses, le rechazó. Ante esto Quirón aconsejó a Peleo que buscase a la ninfa del mar cuando estuviera dormida en la cueva a la que solía ir, y la atase fuertemente para evitar que escapase cambiando de forma. Lo que ella hizo, transformándose en llama y en un rugiente león (compárese con el dios del mar Proteo). Pero Peleo se mantuvo firme. Tetis consintió en casarse con él, aunque sin amor ni interés.
La boda de Tetis y Peleo se celebró en el monte Pelión y a ella asistieron todas las deidades: allí los dioses celebraron el matrimonio con un banquete. Apolo tocó la lira y las Musascantaron, cuenta Píndaro. En la boda Quirón le regaló a Peleo una lanza de madera de fresno y Poseidón los caballos inmortales, Janto y Balio. Sin embargo Eris, la diosa de la discordia, no había sido invitada. En venganza, arrojó una manzana dorada en la que decía «para la más hermosa». (La subsiguiente disputa de varias diosas llevó al Juicio de Paris y terminó ocasionando la Guerra de Troya.)
En una variante de este mito, Tetis intentó hacer invulnerable a Aquiles sumergiéndole en las aguas de Estigia (el río del Hades). Sin embargo, el talón por que le sujetó no fue protegido por las aguas del Estigia. En la historia de Aquiles en la guerra de Troya narrada en la Ilíada, no se hace mención de esta debilidad de Aquiles en su talón.Tetis y Peleo tuvieron varios hijos, pero Tetis, apenas nacían, los asfixiaba para que no heredaran rasgos mortales de su padre. Peleo empezó a sospechar y descubrió al nacer Aquiles, su séptimo hijo, que Tetis los sometía a un ritual para intentar hacer inmortales, pero acababa con sus vidas: empleaba su magia con el bebé por la noche, quemando su mortalidad en el fuego del hogar y ungiendo al niño con ambrosía durante el día, cuentaApolonio. Cuando Peleo la sorprendió quemando al niño, dejó escapar un grito. «Tetis le oyó, y alcanzando al niño lo arrojó chillando al suelo, y como un soplo de viento cruzó rápidamente la sala y saltó al mar, furiosísima, y nunca desde entonces regresó.» Al ser interrumpida por Peleo, Tetis hizo a su hijo físicamente invulnerable salvo por su talón, que estaba a punto de quemar cuando su marido la detuvo.
Peleo dio entonces el niño a Quirón para que lo criase.
La profecía decía que el hijo de Tetis tendría una vida larga pero aburrida, o gloriosa pero corta. Cuando estalló la guerra de Troya, Tetis estaba preocupada y ocultó a Aquiles en la corte de Licomedes, disfrazado de mujer. Pero de todas formas terminó acudiendo con el resto de los griegos. Viendo que no podría evitar que su hijo cumpliese su destino, Tetis hizo que Hefesto forjase un escudo y una armadura, pero luego rehusó pagarle los favores sexuales que le había prometido a cambio.
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