lunes, noviembre 07, 2011

ALEPH - ALIF- Ayyyyyyyyy.

                                     al-alif, la letra del comienzo.  

JORGE LUIS BORGES-OBRAS COMPLETAS  pág.575

También he meditado sobre
la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier
lugar es otro lugar.

La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho,
es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un
aljibe y polvorientas galerías de piedra gris he alcanzado la calle
y he visto el templo de las Hachas y el mar.

Eso no lo entendí
hasta que una visión de la noche me reveló que también son
catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas
veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen
estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá
yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no
me acuerdo.

Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que
yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo
de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La
ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo
me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres
ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes
son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte,
que alguna vez llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele
la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará
sobre el polvo.

Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo,
yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos
galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto.
¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de
hombre? ¿O será como yo?

El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no
quedaba ni un vestigio de sangre.
—¿Lo creerás, Ariadna? —dijo Teseo—. El minotauro apenas
se defendió.

LA OTRA MUERTE

Pedro Damián, de
quien yo guardaría alguna memoria, había muerto noches pasadas,
de una congestión pulmonar.

Pedro Damián, de
quien yo guardaría alguna memoria, había muerto noches pasadas,
de una congestión pulmonar.

En algún tiroteo con los
zumacos se portó como un hombre, pero otra cosa fue cuando
los ejércitos se enfrentaron y empezó el cañoneo y cada hombre
sintió que cinco mil hombres se habían coaligado para matarlo.
Pobre gurí, que se la había pasado bañando ovejas y que de
pronto lo arrastró esa patriada

JAMES JOYCE-ULISES pág.575

Estas listo. Listo. Apuesto la cabeza que
es Alf Bergan o Richie Goulding. Lo escribieron
en la cervecería escocesa por pura cachada,
apuesto cualquier cosa. Al estudio de Menton
ante todo. Sus ojos de ostra mirando fijamente
la postal. Es un verdadero plato.
Pasó el Irish Times. Podría haber otras
respuestas esperando allí. Me gustaría
contestarlas todas. Buen sistema para
criminales. Código.

HARUKI MURAKAMI-1Q84   pág.575

«Hoy las cosas se han sucedido como cabía esperar», pensó Aomame. «Clac. El
engranaje se ha movido hacia delante. Una vez que avanza hacia delante, nunca
vuelve atrás. Ésa es una regla mundial.»
Aomame cogió la pistola, la puso del revés y se metió el cañón en la boca,
mirando hacia arriba. En el extremo de los dientes sintió su tacto metálico, muy duro
y frío. Olía ligeramente a grasa. «Podría volarme los sesos. Levantar el percutor y
apretar el gatillo. Todo se terminaría para siempre. No haría falta pensar en nada. No
haría falta huir.»
Aomame no tenía ningún miedo de morir. «Yo muero y Tengo sobrevive. Él va a
vivir en este mundo de dos lunas, en el año de 1Q84.

YASUNARI KAWABATA-KIOTO 125 págs  0 125*5=625-575=50

Con los ojos bajos, Chieko miraba el viejo farol que se alzaba junto a
las raíces del arce. A aquella luz, apenas se divisaba el carcomido
contorno de la imagen, pero la muchacha sintió el impulso de rezarle.
—Madre, ¿dónde nací realmente?
Padre y madre cambiaron una mirada. —Bajo los cerezos del jardín de
Gion —dijo Takichiro lacónicamente.
Haber nacido bajo los cerezos del jardín de Gion, ¿no recordaba el
cuento de hadas de El cortador de bambúes en el que el hada
Kaguyahime sale de un tronco de bambú?
¿Por eso lo dijo el padre tan decidido?
Si había nacido bajo las flores, ¿no irían entonces a llevársela los
embajadores de la luna, como se llevaron a Kaguyahime? Aquello le
parecía un pequeño chiste, pero se guardó bien de decirlo.
Una niña abandonada, una niña robada. Sus padres adoptivos no
sabían dónde había nacido, pero ¿conocerían a sus verdaderos padres?
Chieko se arrepentía de haber hecho aquella pregunta, pero no se
disculpó. ¿Por qué se le había ocurrido aquello de repente? ¿Lo sabía
ella misma? ¿Acaso había quedado en el fondo de su memoria la frase
de Masako: «Os parecéis como dos gotas de agua»?
Chieko no sabía adónde mirar y mantenía los ojos fijos en el gran arce.
Asomaba la luna, iluminando el cielo nocturno.
—El cielo tiene ya el color del verano —dijo la madre, que también
había levantado la mirada—. Oye, Chieko, tú naciste en esta casa. La
madre no te dio el ser, pero en esta casa viniste al mundo.
—Sí, madre —dijo Chieko, asintiendo con la cabeza.

MAHOMA-EL CORAN  pág. 575

SURA LX
LA PRUEBA

12. ¡Oh profeta! Si mujeres fieles prestan juramento de fidelidad entre tus manos y se
comprometen a no asociar otras divinidades a Dios, a nombar, a no cometer adulterio, a
no matar a sus hijos, a no decir cosas calumniosas, a no desobedecerte en nada de lo que
es bueno, acoge su pacto e implores el perdón de Dios para ellas. Es indulgente y
misericordioso

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