J.L.BORGES-OBRAS COMPLETAS pág . 285
¿qué son los
prodigios de Wells o de Edgar Allan Poe —una flor que nos llega
del porvenir, un muerto sometido a la hipnosis— confrontados
con la invención de Dios, con la teoría laboriosa de un ser que de algún modo es tres y que solitariamente perdura fuera del
tiempo} ¿Qué es la piedra bezoar ante la armonía preestablecida,
quién es el unicornio ante la Trinidad, quién es Lucio Apuleyo
ante los multiplicadores de Buddhas del Gran Vehículo, qué
son todas las noches de Shahrazad junto a un argumento de Berkeley?
JAMES JOYCE-ULISES pág.285
El chanchero de ojos de hurón dobló las
salchichas que había cortado de un golpe con sus dedos manchados, salchicharrosados. Buena
carne allí como una novilla establocebada
Tomó una página de la pila de hojas
cortadas. La granja modelo en Kinnereth sobre
la orilla del lago de Tiberias. Puede convertirse
en ideal sanatorio de invierno. Moisés
Montefiore. Yo creí que era él. Alquería rodeada
de muros, ganado borroso paciendo. Sostuvo la
hoja apartada de sí: interesante; la leyó más de
cerca, el ganado borroso paciendo, la página
crujiendo. Una joven novilla blanca. Esas
mañanas en el mercado de hacienda las bestias
mugiendo en sus corrales, ovejas marcadas,
rociada y caída del estiércol, los cuidadores de
botas herraclaveteadas abriéndose paso
trabajosamente entre las camas de pajas,
haciendo sonar su palmada sobre un cuarto
trasero de carneen sazón, ésta sí que es de
primera, varillas descortezadas en sus manos
Pacientemente mantuvo la página inclinada,
conteniendo sus impulsos y sus deseos, la mirada suavemente atenta y reposada. La
pollera curvada balanceándose al pluf pluf pluf.
El chanchero arrebató dos hojas de la
pila, envolvió sus salchichas de primera e hizo
una mueca roja.
—Ahí tiene, señorita —dijo.
MICHEL HOULLEBECQ-LAS PARTICULAS ELEMENTALES 183 PÁGS 0 186*2=286-285=1
El reino perdido
El 1 de julio de 1998 caía en miércoles. Así que con toda lógica, aunque fuese poco habitual, Djerzinski organizó su copa de despedida un martes por la tarde. Entre las cubetas de congelación de embriones y un poco aplastado por su volumen, un refrigerador Brandt albergaba las botellas de champán; por lo general servía para conservar los productos químicos corrientes.
Cuatro botellas para quince; era un poco justo. Por lo demás, todo era un poco justo; las motivaciones que los reunían eran superficiales; una palabra torpe, una mirada de reojo y el grupo corría el riesgo de dispersarse, de que cada cual saliera corriendo hacia su coche. Estaban en una habitación climatizada del sótano, embaldosada en blanco, decorada con un poster de lagos alemanes. Nadie había propuesto que hicieran fotos. Un joven investigador llegado a principios del año, un barbudo de aspecto estúpido, se eclipsó al cabo de unos minutos con la excusa de tener problemas de garaje. Un malestar
cada vez más perceptible se extendió entre los invitados; las vacaciones llegarían pronto. Algunos iban a la casa familiar, otros hacían turismo verde.
Las palabras cruzadas restallaban lentamente en el aire. Se separaron deprisa.
A las siete y media, todo había terminado. Djerzinski atravesó el aparcamiento en compañía de una colega de largo pelo negro, piel muy blanca y senos voluminosos. Era un poco mayor que él; estaba claro que le sucedería en la dirección de la unidad de investigación. La mayor parte de sus publicaciones trataban sobre el gen DAF3 de la drosofila; era soltera.
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