DIOSA-PAÑUELO-MENSTRUACION-ASESINATO-TELEVISION-TORO-ENGAÑO-CAMA-TORERO-SUEÑO-DINERO-PAIS-MADRE-KARMA-VENGANZA-ESPALDA-VAMPIRO-CORDERO-RUIDO-PLACENTA-NIÑA-NIÑO-CLONACION-TIBURON-OPIO-TECHO-ESQUIZOPARKINSON-LIBRO-LABRAR-MULA-TIEMPO-GOL-DRAGON-BAMBU-VIENTO-OJO-PELO-CEREBRO-NUBE-BLANCO-LORO-TRAICION-CARACOL-HERMAFRODITA-ANGEL-ESCALERA-MALETA-FALO -ORO-NOTICIAS-PLAN B-MAR-SOL………………………………………………..
BORGES-OBRAS-947
EL MAR
Antes que él sueño (o el terror) tejiera
Mitologías y cosmogonías,
Antes que el tiempo se acuñara en días,
El mar, el siempre mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
Y antiguo ser que roe los pilares
De la tierra y es uno y muchos mares
Y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira lo ve por vez primera,
Siempre. Con el asombro que las cosas
Elementales dejan, las hermosas
Tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
Ulterior que sucede a la agonía.
LEONIE SWAN-
LAS OVEJAS DE
GLENNKILL 199*6=1194-947=247
Ritchfield
me cae bien, es el manso. Pero creo que es una pista.
Miró inquisitivo a Maple, que seguía contemplando el
nocturno mar.
—Una pista —repitió ésta pensativa—. Pero ¿de qué? No es
propio de Ritchfield intimidar a otras ovejas por decir la verdad.
—Reflexionó—. Qué extraño —dijo. Y volvió a abismarse en sus
pensamientos. Después pareció llegar a una conclusión—. ¿Puedes
guardar un secreto, Mopple?
El carnero asintió.
Maple le habló de la huella de pezuña en la barriga de George.
—Una oveja se subió bien subida a la barriga de George
—aseguró—. O lo pisoteó, es difícil de decir. Lo importante es
cuándo. ¿Antes de su muerte? Es posible. Pero no mucho antes,
ya que la huella era demasiado nítida. Lo que significa...
Mopple la miraba con curiosidad.
—Lo que significa que poco antes o después de que muriera
había una oveja con George. O mientras moría. Una oveja fuerte. O
pesada. —Miró brevemente a Mopple—. Pero ¿por qué iba una
oveja a pisar a George? ¿Se defendería de él? ¿Como cuando nos
daba la pastilla de calcio?
Mopple pensó en la pastilla de calcio y movió las orejas
VLADIMIR NABOKOV-OBRAS 947
Ni la oscuridad a rayas de su habitación ni el cristal
de la puerta del cuarto de estar, que se había transmutado en mares nocturnos que
brillaban con ondulaciones doradas, le ofrecían un método fiable para medirse y
circunscribirse; sólo encontró una forma de hacerlo cuando, en un espasmo de
agilidad, la punta táctil de su lengua, retorciéndose dentro de la boca (como
apresurándose a comprobar medio dormida si todo seguía bien), palpó, con la
consiguiente preocupación, un trozo de materia extraña, un hilo de ternera hervida
firmemente asentado entre sus muelas; y se puso a pensar en las muchas veces que a
lo largo de los últimos diecinueve años, se había transformado aquella mansión
invisible, y sin embargo tangible, donde se alojaban las muelas, y a la que la lengua
se acostumbraba hasta que aparecía una caries, dejando un gran hueco que pronto
tendría que ser de nuevo rellenado
Y al llegar aquí se sintió incitado a moverse, no tanto por el silencio abiertamente
vergonzante de detrás de la puerta, sino por la urgencia de buscar un pequeño
instrumento puntiagudo y eficaz que ayudara a la lengua en su trabajo solitario y
ciego. Se estiró, alzó la cabeza y dio la luz junto al sofá, restaurando así por
completo su imagen corpórea. Se vio a sí mismo (las lentes, el bigote estrecho y
oscuro, la piel estropeada de su frente) con la misma repugnancia absoluta que
siempre experimentaba cuando volvía de nuevo a su cuerpo desde una de sus
lánguidas ensoñaciones que tanto le prometían... ¿qué prometían? ¿Qué forma
tomaría finalmente aquella fuerza que oprimía y jugaba con su espíritu? ¿Dónde
tenía su origen, aquella cosa que crecía en mí?
Bajo la lámpara de mesa brillaba un cuaderno de ejercicios encuadernado en hule y
junto al mismo, en el secante jaspeado de tinta, había una cuchilla con los orificios
oxidados. La luz iluminaba asimismo un imperdible. Lo abrió, y siguiendo las
direcciones más bien confusas de su lengua, se quitó el trozo de carne, se lo tragó
—mejor eso que cualquier delicadeza; después, el órgano, satisfecho, se calmó
JAMES JOYCE-ULISES 947
El señor Bloom volvía perezosamente las
páginas de Las tremendas revelaciones de
Marta Monk siguiendo a la Obra Maestra de
Aristóteles. Torcida impresión remendada.
Láminas: infantes hechos una pelota en vientres
rojos de sangre como hígados de vaca carneada.
Montones de ellos en esa forma en este
momento por todo el mundo. Todos topando con
sus cráneos para salir de ahí. Cada minuto nace
un niño en alguna parte
ME LLAMO ROJO-ORHAN PAMUK 292-4=1168-947=221
Han pasado cien años desde nuestra muerte y cuarenta desde que se cerraron nuestros
incorregibles monasterios, focos de herejía, hogares del Diablo y, además, partidarios de los
persas, pero, mirad, estamos ante vosotros. ¿Cómo? ¡Pues porque hemos sido pintados a la manera
de los francos! Como se puede ver en esta pintura, un día nosotros, dos derviches errantes,
caminábamos de una ciudad a otra por los dominios de Nuestro Sultán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario