En mineralogía, el diamante (del griego antiguo αδάμας, adámas, que significa invencible o inalterable) es un alótropo del carbono donde los átomos de carbono están dispuestos en una variante de la estructura cristalina cúbica centrada en la cara denominada «red de diamante»
Los diamantes naturales más duros en el mundo son de los campos de Copeton y Bingara, ubicados en el área deNew England en Nueva Gales del Sur, Australia. Fueron llamados can-ni-faire ("no puede hacerse nada con ellos"—una combinación del inglés "can" = poder, italiano "ni" = no y el francés "faire" = hacer ) por los cortadores enAmberes cuando empezaron a llegar en cantidades desde Australia en la década de 1870
Formación extraterrestre
No todos los diamantes encontrados en la Tierra se originaron aquí. Un tipo de diamante denominado diamante carbonado, el cual se encuentra en Sudamérica y África, puede haberse depositado ahí vía un impacto de asteroide (no formado por el impacto) hace aproximadamente 3 mil millones de años. Estos diamantes pueden haberse formado en el medio intraestelar, pero en el 2008, no había consenso científico acerca de cómo se originaron los diamantes carbonados.
Los granos presolares en muchos meteoritos encontrados sobre la Tierra contienen nanodiamantes de origen extraterrestre, formados probablemente ensupernovas. La evidencia científica indica que las estrellas enanas blancas tienen un núcleo de carbono y oxígeno cristalizado. El más grande de estos encontrado en el universo hasta ahora, BPM 37093, está ubicado a 50 años luz, en la constelación Centauro. Una nota de prensa del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics describió el núcleo estelar de 2500 millas de diámetro como un diamante. Conocido como Lucy, por la canción «Lucy in the Sky with Diamonds» («Lucy en el cielo con diamantes»), de The Beatles.
Llegada a la superficie
La roca portadora de diamantes es llevada cerca a la superficie a través de erupciones volcánicas de origen profundo. El magma para tal volcán debe originarse a una profundidad donde los diamantes puedan ser formados —150 km o más (tres veces o más la profundidad de la fuente de magma para la mayoría de los volcanes
El diamante negro es muy diferente de los diamantes de color blanco o incluso cualesquiera otros, y no es sólo su color lo que los distingue; los diamantes negros tiene su propio origen misterioso y singular composición. Obtiene su oscuridad opaca de las inclusiones de óxidos de hierro y de hierro en la piedra y se forman de un tipo diferente de carbono que los otros diamantes.
Famosos diamantes Negro
Un famoso diamante negro sería el Korloff Noir, una vez que fue un tesoro de una poderosa familia rusa, pero ahora pertenece al joyero parisino Daniel Paillasseur. Una leyenda popular sostiene que el 88 quilates piedras trae buena suerte a cualquiera que lo toque. Por otro lado, el Negro diamante Orlov o el Ojo de Brahma está supuestamente maldito, ya que fue robado de un templo hindú, y de tres de sus propietarios - dos princesas rusas y un joyero estadounidense - todos se suicidaron. La estrella negra de África es un magnífico diamante negro que al parecer desapareció durante una exposición en Tokio en el 1971. El diamante Gruosi es el más grande del mundo en forma de corazón de diamante y se encuentra en un collar con una variedad de pequeñas piedras preciosas.
Origen
Mientras que los diamantes blancos y otros diamantes coloreados son generalmente extraídos de roca volcánica explosiva, el diamante negro se encuentra en los depósitos aluviales en Brasil y la República Centroafricana. En un artículo de 2006 enAstrophysical Journal Letters, los investigadores de la teoría de que en lugar de derivados de debajo del manto de la tierra como otros diamantes, el diamante negro puede tener su origen en el espacio exterior y, finalmente, caído en la atmósfera terrestre.
Glenn Cooper La llave del destino 229
Tenía en cuenta la topografía de la pared. Si un bulto le
recordaba la grupa de un caballo, dibujaba una grupa. Si una hendidura le
recordaba el ojo de una criatura, ahí ponía el ojo. Y siempre le gustaba ver el efecto
que causaba la luz de la lámpara en la superficie de la roca. Le encantaba la
sensación de movimiento que podía conseguir con el juego de las luces y las sombras.
Dibujaba los perfiles de los animales con grasa y carbón o un poco de
manganeso, pero su deseo de reflejar los verdaderos colores de los animales lo
llevaba a concebir formas de aplicar ocres y arcillas en las paredes de modo que
cubrieran las superficies de manera realista. Cuando no lograba producir el efecto
que buscaba al difuminar los pigmentos con las manos, concebía una solución
radical basada en su convencimiento de que, a través de sus visiones, su misión
consistía en infundir vida a las paredes de la cueva.
Infundir.
La primera vez que lo intentó, Uboas trató de detenerlo: creía que se había
vuelto loco. En un cuenco de piedra, Tal mezcló ocres y arcilla y añadió agua y
saliva para crear una especie de lodo líquido que posteriormente se llevó a la boca.
Mascó la masa, haciéndola pasar de una mejilla a otra y, cuando tuvo la
consistencia adecuada, frunció los labios, se situó a poca distancia de la pared y
escupió el fango en una lluvia de gotas, utilizando la mano a modo de plantilla
para que la pintura se ajustara a su contorno. Cuando quería dar textura y cuerpo a
la piel del animal, tuvo la inspiración de escupir la pintura a través de un agujero
realizado en el cuero para hacer puntos. Era un trabajo lento y meticuloso, pero se
sentía feliz incluso cuando Uboas se reía de su lengua roja o de sus labios negros.
Los miembros del clan susurraban y murmuraban mientras Tal les mostraba
una pintura tras otra, una pared tras otra. Los animales tenían la vitalidad y el
color de los animales que todos conocían tan bien. Los caballos eran negros y
moteados; los bisontes, teñidos de tonos negros, rojos y marrones; el toro gigante,
negro como la noche.
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