Glenn Cooper La llave del destino
—El forense me ha dicho que
ha encontrado algo interesante en las muestras relacionadas con la
violación que ha tomado de las víctimas femeninas.
Luc no quería escucharlo, pero
Toucas no era tan susceptible como él.
—El violador tenía un
esperma anormal. Colas cortas, al parecer no eran buenos nadadores.
El doctor ha utilizado el término «inmóvil». Quizá nos sirva de
algo, ya veremos.
Luc se imaginó a Marie y a
Elizabeth. Por primera vez en todo el día, empezaron a correrle las
lágrimas por la cara.
ESPERMA
El semen comienza a producirse a partir de la pubertad y tiene las características del adulto a partir de los 11-14 años en la mayoría de los adolescentes. La cantidad producida aumenta con la edad hasta un nivel máximo que depende de cada individuo, luego disminuye a medida que el varón envejece. No obstante, se producen semen y espermatozoides durante toda la vida adulta del varón.
El plasma seminal activa a los espermatozoides, dándole una mayor movilidad.
Composición del semen
Menos de un 10% del volumen del semen de una eyaculación corresponde a los espermatozoides, y más del 90% al líquido seminal. La densidad de espermatozoides en el semen varía de 50 a 150 millones por mililitro, por lo que cada eyaculación contiene entre 200 y 400 millones de ellos.
Una ciudad australiana fue cubierta por espuma marina
Es el balneario de Mooloolaba. La espuma, que alcanzó los 3 metros de altura, se produjo por el paso del ciclón que afecta al estado de Queensland. Los turistas aprovecharon para sacarse fotos y filmar videos.
Glenn Cooper La llave del destino
Fuera del monasterio la gente
envejecía. Ellos no.
Era el té, no cabía la menor
duda.
La cuestión se convirtió en
un secreto que convenía guardar con gran celo. Nada bueno se podía
esperar de revelar su práctica a la gente de fuera. Eran tiempos
difíciles y las acusaciones de herejía se lanzaban con suma
facilidad. Sí, corrían rumores. Siempre los había habido sobre los
quehaceres secretos que se llevaban a cabo en el interior de la
abadía. Por lo general, las conjeturas que susurraban los aldeanos
que vivían cerca de la abadía se convertían en acusaciones de
libertinaje y embriaguez, entre otras, y en ocasiones llegaban a la
magia negra. Y sí, en Ruac había rumores de monjes que no morían,
pero se quedaban en eso, rumores.
TÉ
Según la leyenda popular China, el descubrimiento del té fue una maravillosa coincidencia. Su descubrimiento se atribuye al erudito emperador chino Shen Nung, quien durante su mandato ordenó como obligatorio hervir toda el agua destinada para el consumo humano. Un día, mientras descansaba a la sombra de un árbol de té silvestre, una ligera brisa de verano agitó las ramas del árbol, desprendiendo varias hojas de sus ramas. Por buena fortuna, las hojas cayeron en el agua que estaba hirviendo. La infusión adquirió entonces un aroma agradable, que despertó la curiosidad del monarca por probar tal mezcla. La bebida, deliciosamente refrescante y reconstituyente, le cautivó instantáneamente.
La cultura hindú por su parte, atribuyó el descubrimiento del té al monje Bodhidharma -fundador de la forma de budismo Zen-, quien lo usaba como tónico medicinal y reconfortante durante sus viajes. Hoy en día, India es el segundo mayor productor de té a nivel mundial, a la vez que los tés de las regiones indias de Darjeeling y Assam son reconocidos como los más finos del mundo.
La ruta del té y los caballos
La ruta del té y los caballos fue una ruta comercial entre Lhasa en el Tíbet y la zona productora de té en Sichuan en China. Esta ruta que cruza la meseta del Tíbet, supera, en algunos pasos alturas de 5000 metros sobre el nivel del mar. La ruta, transportando té hacia Lasha y caballos en el sentido contrario, estuvo activa hasta mediados del siglo XX. El primer tramo de la ruta entre Yaan y Kangding en China, donde el té era transportado por porteadores demoraba unos 20 días. Las cargas transportadas superaban frecuentemente el peso del mismo porteador, hombres y mujeres llevaban hasta 135 kilogramos. Ancestralmente cada Kilogramo de té transportado era recompensado con un kilogramo de arroz.
En Kangding, a unos 2550 metros sobre el nivel del mar, el té era cocido y envuelto en paquetes impermeables, protegidos con piel de yak, cargados en caravanas que demoraban 3 meses en llegar a Lhasa.
Según antiguas tradiciones, la afición de los tibetanos por el té se remonta al siglo VII de nuestra era, introducido por la esposa china del monarca tibetano. El té utilizado en el Tíbet es la variedad más rústica de la planta del té. En efecto los bloques de té enviados se preparan, hasta nuestros días, con los tallos, las ramas y las hojas más grandes, lo que lo hace más amargo.
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