MORFEO E IRIS.
Morfeo
En la mitología griega, Morfeo (en griego antiguo Μορφεύς, de μορφή morphê, ‘forma’) es el hijo del dios de los sueños (Hipnos) y encargado de llevar el sueño a reyes y emperadores. Según ciertas teologías antiguas, es el principal de los Oniros, los mil hijos engendrados por Hipnos (el Sueño) y Nix (la Noche, su madre), o por Hipnos con Pasítea.
Era representado con alas que batía rápida y silenciosamente, permitiéndole ir volando velozmente a cualquier rincón de la Tierra. Morfeo se encargaba de inducir los sueños de quienes dormían y de adoptar una apariencia humana para aparecer en ellos, especialmente la de los seres queridos (de ahí su nombre), permitiendo a los mortales huir por un momento de las maquinaciones de los dioses.Morfeo desempeña un papel importante en la historia de Ceice y Alcíone. En concreto, aparece en las obras de Homero y Ovidio. Este último cuenta en Las metamorfosis que Morfeo duerme en una cama de ébano en una cueva sutilmente iluminada, rodeado de flores deadormidera (que contienen alcaloides de efectos sedantes y narcóticos). También cuenta que mientras sus hermanos Fobetor y Fantasoeran responsables de los animales, los objetos inanimados, y apariciones de los sueños, Morfeo se centraba en los elementos humanos.
Fue castigado por Zeus por haber revelado secretos a los mortales a través de sus sueños. De su nombre procede la expresión «estar en los brazos de Morfeo», que significa ‘soñar’ y por extensión ‘dormir’ o viceversa.
Morfina
La morfina es una potente droga opiácea usada frecuentemente en medicina como analgésico. La morfina fue nombrada así por el farmacéutico alemán Friedrich Wilhelm Adam Sertürner en honor a Morfeo, el dios griego de los sueños.
Los humanos han cultivado la Adormidera por al menos 7.000 años. Esta planta es nativa del Sur y Este del Mediterráneo en Europa, donde fue por primera vez domesticada. Se ha encontrado evidencia de cultivo y uso en asentamientos de finales de la Edad de Piedra en las cercanías de los ríos Rin, Ródano, Po y Danubio, en el lago Bracciano en Italia y Alemania, aproximadamente en el año 5.700 a.C.
Otro hallazgo con respecto a la Adormidera, fue en España, en las cercanías de Granada, una cueva llamada la Cueva de los Murciélagos, se encontraron cápsulas de esta planta en que datan del año 4.200 a.C. aproximadamente.
Para el 3.400 a.C. los Sumerios en Mesopotamia llamaban “Gil” (felicidad) al opio y “Hul Gil” (planta de la alegría) a la Adormidera. El conocimiento del cultivo de dicha planta fue traspasado a los Asirios, los Babilonios y finalmente los Egipcios.
La morfina, el alcaloide que está en mayor porcentaje en el opio (11-16%) fue el primero en ser aislado de la planta de amapola del opio
morfinomanos celebres
BELA LUGOSI-
.el primer caso de drogadicción en la artisteada lo registra un actor de Hollywood, el famoso Bela Lugosi, el creador de la imagen elegante del vampiro Drácula.
Bela Lugosi, un actor húngaro, el primer artista que llega a un hospital y acepta ser un adicto a la morfina.
El cine le dio cuerda a su locura por la drogadicción cuando interpretó a Drácula, con un estilo muy peculiar: porte aristócrata, esmoquin y una mirada enigmática.
Bela Lugosi perdió su identidad y llegó a sentirse Drácula, una extraña criatura de la noche que escapó con su protagonista por el camino de las drogas.
Bela Lugosi y la dependencia total a la morfina, recorriendo las calles de Hollywood y vestido de vampiro, del brazo de una amiguita, otra artista chiflada y amante de los enervantes conocida como Vampirella...
Lugosi se creyó tanto el papel de vampiro que dormía todas las noches en un ataúd... ¡Juraba que era un vampiro!
Nació en un pequeño pueblo húngaro, Lugos, cerca de la tierra de los vampiros, Transilvana en 1882.
Cuenta la leyenda que Bela Lugosi dejó su hogar paterno a los 12 años de edad y se empleó en una mina donde recibió la visita de unos vampiros que le dijeron: “Tú eres la reencarnación del Conde Drácula”.
Bela Lugosi estudió actuación en Budapest. Debutó en los escenarios en 1900, utilizando el nombre de su pueblo Lugos y, así creó el apellido artísticos de Lugosi.
Su verdadero nombre: Bela Ferenc Dezso Blasco.
En los escenarios europeos interpretó a el Hombre Lobo y Drácula: De ahí que los Estudios Universal lo llamaran para interpretar al vampiro Drácula en 1930.
El éxito le llegó en una edad madura. No faltaron mujeres que le sacaron la lana pero, por su acento húngaro, de tono pesado, no pudo salirse de la onda vampírica.
En el año de 1950 enfrentó su más cruel realidad: la industria de Hollywood lo olvidó y se había convertido en un hombre viejo, excéntrico y con problemas en una pierna ocasionados desde sus tiempos en que prestó servicio militar. Sus cuentas bancarias en ceros y Bela era drogadicto.
Sus cinco ex mujeres lo demandaron y le sacaron lo poco que le quedaba.
Un día, Bela Lugosi llegó al Hospital Metropolitano en Norwalk, California y declaró ser adicto a la morfina, la maldita droga que lo ayudaba a sentirse vampiro.
Lugosi vivió horrores en los tratamiento, encerrado durante 90 días en el hospital. Al salir, como Alejandra Guzmán, reincidió en lo mismo.
Sus fans le escribían al hospital...
El 25 de agosto de 1955, veinte días después de la supuesta cura, Bela Lugosi cometió el error de volverse a casar con Hope Lininger, que le llevaba treinta años.
Ella se casó enamorada del vampiro Drácula que vio en el cine pero, descubrió que la realidad no es lo mismo que la pantalla.
Lugosi buscó empleo pero, por sus adicciones, no podía ni memorizar dos líneas.
En un supermercado sufrió de un ataque al corazón el 16 de agosto de 1956, razón por las que lo recuerdo en estos días lluviosos...
Irónicamente, días antes de su muerte, había firmado un contrato para participar en una película titulada La Corina Final y, en el momento en que le dio el infarto, entre sus manos llevaba ese guión...
Bela Lugosi se vestía como el Drácula que hizo famoso en el cine, todos los días. La palidez de su rostro se la daban sus adicciones a la morfina y, no olvides que dormía en un ataúd.
Hay otras versiones de su muerte como que alquiló una carroza fúnebre y la echó a andar con él adentro, en su ataúd. El vehículo sin chofer por las calles de Hollywood Boulevard, la avenida favorita de Bela Lugosi para caminar por las noches vestido de Drácula.
Al morir no tenía ni un centavo en los bolsillos. Las drogas lo acabaron y lo dejaron en la pobreza. Cero herencias. Lo enterraron en el cementerio Holy Croos de Los Ángeles, donde su epitafio dice: “amado por Dios padre”
Bela Lugosi, un actor húngaro, el primer artista que llega a un hospital y acepta ser un adicto a la morfina.
El cine le dio cuerda a su locura por la drogadicción cuando interpretó a Drácula, con un estilo muy peculiar: porte aristócrata, esmoquin y una mirada enigmática.
Bela Lugosi perdió su identidad y llegó a sentirse Drácula, una extraña criatura de la noche que escapó con su protagonista por el camino de las drogas.
Bela Lugosi y la dependencia total a la morfina, recorriendo las calles de Hollywood y vestido de vampiro, del brazo de una amiguita, otra artista chiflada y amante de los enervantes conocida como Vampirella...
Lugosi se creyó tanto el papel de vampiro que dormía todas las noches en un ataúd... ¡Juraba que era un vampiro!
Nació en un pequeño pueblo húngaro, Lugos, cerca de la tierra de los vampiros, Transilvana en 1882.
Cuenta la leyenda que Bela Lugosi dejó su hogar paterno a los 12 años de edad y se empleó en una mina donde recibió la visita de unos vampiros que le dijeron: “Tú eres la reencarnación del Conde Drácula”.
Bela Lugosi estudió actuación en Budapest. Debutó en los escenarios en 1900, utilizando el nombre de su pueblo Lugos y, así creó el apellido artísticos de Lugosi.
Su verdadero nombre: Bela Ferenc Dezso Blasco.
En los escenarios europeos interpretó a el Hombre Lobo y Drácula: De ahí que los Estudios Universal lo llamaran para interpretar al vampiro Drácula en 1930.
El éxito le llegó en una edad madura. No faltaron mujeres que le sacaron la lana pero, por su acento húngaro, de tono pesado, no pudo salirse de la onda vampírica.
En el año de 1950 enfrentó su más cruel realidad: la industria de Hollywood lo olvidó y se había convertido en un hombre viejo, excéntrico y con problemas en una pierna ocasionados desde sus tiempos en que prestó servicio militar. Sus cuentas bancarias en ceros y Bela era drogadicto.
Sus cinco ex mujeres lo demandaron y le sacaron lo poco que le quedaba.
Un día, Bela Lugosi llegó al Hospital Metropolitano en Norwalk, California y declaró ser adicto a la morfina, la maldita droga que lo ayudaba a sentirse vampiro.
Lugosi vivió horrores en los tratamiento, encerrado durante 90 días en el hospital. Al salir, como Alejandra Guzmán, reincidió en lo mismo.
Sus fans le escribían al hospital...
El 25 de agosto de 1955, veinte días después de la supuesta cura, Bela Lugosi cometió el error de volverse a casar con Hope Lininger, que le llevaba treinta años.
Ella se casó enamorada del vampiro Drácula que vio en el cine pero, descubrió que la realidad no es lo mismo que la pantalla.
Lugosi buscó empleo pero, por sus adicciones, no podía ni memorizar dos líneas.
En un supermercado sufrió de un ataque al corazón el 16 de agosto de 1956, razón por las que lo recuerdo en estos días lluviosos...
Irónicamente, días antes de su muerte, había firmado un contrato para participar en una película titulada La Corina Final y, en el momento en que le dio el infarto, entre sus manos llevaba ese guión...
Bela Lugosi se vestía como el Drácula que hizo famoso en el cine, todos los días. La palidez de su rostro se la daban sus adicciones a la morfina y, no olvides que dormía en un ataúd.
Hay otras versiones de su muerte como que alquiló una carroza fúnebre y la echó a andar con él adentro, en su ataúd. El vehículo sin chofer por las calles de Hollywood Boulevard, la avenida favorita de Bela Lugosi para caminar por las noches vestido de Drácula.
Al morir no tenía ni un centavo en los bolsillos. Las drogas lo acabaron y lo dejaron en la pobreza. Cero herencias. Lo enterraron en el cementerio Holy Croos de Los Ángeles, donde su epitafio dice: “amado por Dios padre”
HERMANN GOERING-
Estuvo en un hospital para enfermos mentales y en setiembre de 1925 en un asilo para internados peligrosos. Para aliviarle de los dolores que sufría fue tratado con morfina y se volvió adicto.Su ayudante, Kropp, fue pronto separado definitivamente de Goering, siendo sustituido por un civil alemán. Durante este periodo, Goering fue sometido a una severa dieta, y el doctor Kelley, psiquiatra del Ejército norteamericano, logro que abandonara su adicción a la morfina (Goering era morfinómano desde 1923, cuando resultó herido en el fallido "pustch de Munich"). Al ser trasladado a Nuremberg para ser juzgado, había perdido más de treinta kilos, pesaba 160 cuando fue hecho prisionero. El estupor de los aliados fue general cuando vieron que Goering se presentó haciendo gala de una agresividad y de una brillantez mental que le era desconocida(en los test de inteligencia que le efectuaron durante el juicio, Goering demostró poseer un intelecto de genio). Durante el juicio Goering perdió más de cuarenta kilos y paradójicamente se liberó de la dependencia de la morfina cuando su vida estaba llegando al final. El obeso y vanidoso patrán que la propaganda occidental denigró durante más de una década, exhibió durante el juicio una solidez asombrosa en su defensa. Su carisma y ascendiente sobre el grupo de camaradas e incluso con los guardiacárceles, sumado a su vehemente defensa de Hitler transformó su presencia en el juicio en un efecto "boomerang". Hasta muchos de sus antiguos colegas que fueron sus acérrimos enemigos en los tiempos de esplendor, terminaron ovacionando y aplaudiendo cada intervención de este hombre que sentía que estaba cumpliendo un rol ante la historia
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Veneno de caracoles marinos, 100 veces más potente que la morfina
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