La computadora empezó a dar una señal roja de alerta indicando que había algún error en la información con la que había sido alimentada o con los resultados al ser comparados con las normas establecidas. Decidieron entonces llamar a la oficina de mantenimiento para revisarla; los técnicos encontraron que la computadora estaba en perfectas condiciones. El director de operaciones de IBM pregunto cuál era el
problema y para su sorpresa la respuesta fue: “Hemos encontrado que falta un día en el universo del tiempo transcurrido en la historia.”
Empezaron a rascarse la cabeza… !No había respuesta! En el equipo había un cristiano que dijo, “Una vez escuche en un estudio bíblico en la iglesia que el sol se detuvo.” Ellos no le creyeron, pero como no tenían ninguna respuesta, le dijeron, “Muéstranos“. El entonces tomo su BIBLIA y leyó en el libro de Josué, algo bastante ridículo para alguien con “sentido común“. En ese pasaje DIOS decía a Josué: “No tengas miedo, porque los he entregado en tus manos ninguno de ellos te podrá resistir“. Josué estaba preocupado porque el enemigo los había rodeado y si oscurecía, el enemigo podría derrotarlos. Entonces Josué pidió al Señor que detuviera al sol. Y así sucedió. “El sol se detuvo y la luna se paro… y no se apresuro a ponerse casi un día entero“. Los ingenieros del Programa Espacial dijeron: “!Ese es el día que falta!”. Rápidamente verificaron en la computadora retrocediendo en el tiempo a la época descrita en la BIBLIA y descubrieron que se aproximaba mas no era el lapso de tiempo exacto. El lapso que faltaba en la época de Josué era de 23 horas y 20 minutos, no era un día completo. Leyeron nuevamente en la BIBLIA y allí decía: “CASI un día entero” (Josué 10:13). Estas “palabras” en la BIBLIA son muy importantes.
problema y para su sorpresa la respuesta fue: “Hemos encontrado que falta un día en el universo del tiempo transcurrido en la historia.”
Empezaron a rascarse la cabeza… !No había respuesta! En el equipo había un cristiano que dijo, “Una vez escuche en un estudio bíblico en la iglesia que el sol se detuvo.” Ellos no le creyeron, pero como no tenían ninguna respuesta, le dijeron, “Muéstranos“. El entonces tomo su BIBLIA y leyó en el libro de Josué, algo bastante ridículo para alguien con “sentido común“. En ese pasaje DIOS decía a Josué: “No tengas miedo, porque los he entregado en tus manos ninguno de ellos te podrá resistir“. Josué estaba preocupado porque el enemigo los había rodeado y si oscurecía, el enemigo podría derrotarlos. Entonces Josué pidió al Señor que detuviera al sol. Y así sucedió. “El sol se detuvo y la luna se paro… y no se apresuro a ponerse casi un día entero“. Los ingenieros del Programa Espacial dijeron: “!Ese es el día que falta!”. Rápidamente verificaron en la computadora retrocediendo en el tiempo a la época descrita en la BIBLIA y descubrieron que se aproximaba mas no era el lapso de tiempo exacto. El lapso que faltaba en la época de Josué era de 23 horas y 20 minutos, no era un día completo. Leyeron nuevamente en la BIBLIA y allí decía: “CASI un día entero” (Josué 10:13). Estas “palabras” en la BIBLIA son muy importantes.
Parte del problema había sido solucionado. No obstante, faltaban 40 minutos. Esto ocasionaba un grande problema. Si no aparecían esos 40 minutos, había grandes discrepancias en los cálculos espaciales debido a que los minutos se multiplican muchas veces en órbitas. Este cristiano recordó que hay un lugar en la BIBLIA donde se menciona que el sol RETROCEDIO. Sus compañeros le dijeron que estaba loco. Sin embargo, permitieron que les mostrara en el segundo libro de Reyes, capitulo 20: 8-10, donde la BIBLIA narra que Ezequias, quien estaba a punto de morir, fue visitado por el profeta Isaias, el cual le dijo que no moriría. Ezequias no creyó y le pidió por tanto una señal diciendo: “Avanzara la sombra diez grados o retrocederá diez grados”. Y Ezequias respondió: “Fácil cosa es que la sombra decline diez grados pero no que la sombra vuelva diez grados“. Diez grados son exactamente 40 minutos. 23 horas y 20 minutos en Josué, mas 40 minutos en Segunda de Reyes completan las 24 horas que los hombres del Programa Espacial tuvieron que añadir a la historia como el día que faltaba en el Universo.
EL DÍA EN QUE EL SOL SE DETUVO EN CANAÁN FUE LA NOCHE SIN AMANECER EN LAS AMÉRICAS.
-la no aparición del sol en el momento en que debería de haberlo hecho- de la cual hablan las leyendas mexicanas en el relato de Teotihuacán y sus pirámides. Pues, si de verdad sucedió este fenómeno, que el sol no salió y la noche se hizo interminable, debió de ser algo que se pudo observar en todo el continente americano. Los recuerdos colectivos mexicanos y los andinos parecen corroborarse entre sí en este punto, apoyando así la veracidad de ambos,
un acontecimiento de lo más inusual tuvo lugar durante el reinado de Titu Yupanqui Pachacuti II, decimoquinto monarca del Imperio Antiguo. Fue en el tercer año de su reinado, en que «las buenas costumbres se olvidaron y la gente se entregó a todo tipo de vicios», cuando «no hubo amanecer durante veinte horas». Es decir, la noche no terminó cuando tendría que haberlo hecho y la salida del Sol se retrasó durante veinte horas. Después de un gran lamento, de confesiones de los pecados, sacrificios y oraciones, el Sol apareció finalmente. Esto no pudo ser un eclipse: no fue que el Sol se viera oscurecido por una sombra. Además, ningún eclipse dura tanto, y los peruanos eran conocedores de estos eventos periódicos. El relato no dice que el Sol desapareciera; dice que no salió -«no hubo amanecer»-durante veinte horas. Fue como si el Sol, dondequiera que estuviera escondido, se hubiera parado de pronto.
Si los recuerdos andinos son ciertos, en algún otro lugar -en la otra parte del mundo-, el DÍA tuvo que ser igual de largo, y no debió terminar cuando debería de haber terminado, por ser un día veinte horas más largo. Increíblemente, este acontecimiento está registrado, y en ningún sitio mejor que en la misma Biblia. Fue cuando los israelitas, bajo el liderazgo de Josué, acababan de cruzar el río Jordán y de entrar en la Tierra Prometida
En Canaán, el Sol no se puso durante unas veinte horas; en los Andes, el Sol no salió durante el mismo lapso de tiempo. ¿Acaso no describen los dos relatos el mismo acontecimiento y, por provenir desde dos lados diferentes de la Tierra, atestiguan su veracidad? Lo que pudo suceder todavía es un enigma. La única pista bíblica es la mención de las grandes piedras que cayeron del cielo. Dado que sabemos que lo que los relatos describen no es la detención del Sol (y la Luna), sino una alteración en la rotación de la Tierra sobre su eje, una explicación posible sería la de que un cometa hubiera pasado demasiado cerca de la Tierra. Y, dado que algunos cometas orbitan el Sol en dirección opuesta a las manecillas del reloj, que es la inversa a la dirección orbital de la Tierra y el resto de planetas, su fuerza cinética podría haber contrarrestado temporalmente la rotación de la Tierra, provocando una ralentización.
Josué, representado entre el sol y la luna en un fresco de la Sinagoga de Dura Europos, 244-256 E.C
Según los textos bíblicos, fue el sucesor de Moisés en las campañas militares llevadas a cabo por los hebreos en la conquista de Canaán.
Conquistó Jericó, cuyas murallas se derrumbaron cuando los sacerdotes que custodiaban el Arca de la Alianza tocaron los shofarim(trompetas de cuerno de cordero), siguiendo las órdenes de Yahvé.10 Todos los habitantes de la ciudad, incluyendo mujeres y niños, fueron muertos, a excepción de la ramera Rahab, que había colaborado con los espías enviados por Josué, y su familia. La ciudad fue destruida por completo, y Josué maldijo a quien intentara reconstruirla.
Al intentar atacar la ciudad de Hai, sus tropas sufrieron una derrota a causa del pecado de Acán, quien se había apropiado de objetos preciosos que Yahvé había decidido que fueran destruidos. Acán fue lapidado, y Josué logró finalmente conquistar Hai, mediante una hábil estrategia. Los habitantes de Hai sufrieron la misma suerte que los de Jericó.
El Libro de Josué (en hebreo: ספר יהושע, Sefer Yehoshúa) es el primer libro de los Nevi'im —segunda de las tres partes en que se divide elTanaj— y sexto libro del Antiguo Testamento. Se encuentra ubicado entre el Deuteronomio (último libro del Pentateuco), que termina con la muerte de Moisés a las puertas de Canaán y el Libro de los Jueces.
Un simple vistazo al conjunto del libro nos hace ver que consta de tres partes: la conquista de Canaán (caps. 1-12), la distribución de los territorios conquistados (caps. 13-21) y la unidad de Israel fundada en la fe (caps. 22-24).
El Libro de Josué forma un corpus ideológico y conceptual con los libros del Pentateuco.
TITU YUPANKI
The Virgin and Tito Yupanqui in Copacabana
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