martes, diciembre 20, 2011

EL ALFILER Y LA HIGUERA

 

         Captura

BOLAÑO-2666      982

Un asesino,en el fondo, es bueno. Los alemanes eso lo sabemos bien.
¿Y qué? Puedo pasar una noche bebiendo con un asesino y tal
vez, al contemplar ambos la aurora, nos pongamos a cantar o a
tararear una pieza de Beethoven. ¿Y qué? Puede el asesino llorar
en mi hombro. Normal. Ser asesino no es fácil. Eso lo sabemos
bien usted y yo. No es nada fácil. Exige pureza y voluntad, voluntad
y pureza. La pureza del cristal y una voluntad de hierro.
E incluso puedo yo ponerme a llorar en el hombro del asesino
y susurrarle palabras dulces como «hermano», «camarada»,
«compañero de infortunios». En ese momento el asesino es
bueno, puesto que es intrínsecamente bueno, y yo soy un idiota,
puesto que soy intrínsecamente un idiota, y ambos somos
sentimentales, puesto que nuestra cultura tiende irrefrenablemente
a la sentimentalidad. Pero cuando la obra se acaba y yo
estoy solo, el asesino abrirá la ventana de mi cuarto y entrará
con sus pasitos de enfermero y me degollará hasta que no quede
una gota de mi sangre.

JAMES JOYCE-ULISES     982

Preguntando si tenía algún mensaje para
los vivos exhortó a todos los que aún están del
lado malo de Maya a que admitan el verdadero
sendero porque se había informado en los

círculos devánicos que Marte y Júpiter andaban
haciendo travesuras por el ángulo oriental
donde el carnero tiene poder. Fue luego
interrogado acerca de si había algunos deseos
especiales de parte de los difuntos y la
respuesta fue: Os saludamos, amigos de la
tierra, que habitáis todavía en el cuerpo. Tened
cuidado de que C. K. no os apile. Se determinó
que la alusión se dirigía al señor Cornelius
Kelleher, gerente del popular establecimiento
fúnebre de los señores H. J. O'Neill, amigo
personal del difunto, que tomó la
responsabilidad de todo lo relativo al entierro.
Antes de desaparecer solicitó que se dijera a su
querido hijo Patsy que el otro botín que él había
estado buscando se encontraba actualmente
bajo la cómoda de la habitación del medio de la
escalera

CERVANTES-DON QUIJOTE   707    982-707=275

Almas dichosas que del mortal velo
libres y esentas, por el bien que obrastes,
desde la baja tierra os levantastes,
a lo más alto y lo mejor del cielo.
Y, ardiendo en ira y en honroso celo,
de los cuerpos la fuerza ejercitastes,
que en propia y sangre ajena colorastes
el mar vecino y arenoso suelo;
primero que el valor, faltó la vida
en los cansados brazos que, muriendo,
con ser vencidos, llevan la vitoria.
Y esta vuestra mortal, triste caída,
entre el muro y el hierro, os va adquiriendo
fama que el mundo os da, y el cielo gloria.
—Desa mesma manera le sé yo —dijo el cautivo.
—Pues el del Fuerte, si mal no me acuerdo —dijo el caballero—, dice así:
SONETO
De entre esta tierra estéril, derribada
destos terrones por el suelo echados,
las almas santas de tres mil soldados
subieron vivas a mejor morada,
siendo primero, en vano, ejercitada
la fuerza de sus brazos esforzados,
hasta que, al fin, de pocos y cansados,
dieron la vida al filo de la espada

Y este es el suelo que continuo ha sido
de mil memorias lamentables lleno
en los pasados siglos y presentes.
Mas no más justas de su duro seno
habrán al claro cielo almas subido,
ni aun él sostuvo cuerpos tan valientes.

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