VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos 322
De repente los distintos objetos que había en su mesa empezaron a
temblar y a mezclarse unos con otros hasta disolverse en un espejismo húmedo.
Parpadeó y todo volvió a su posición habitual
La vida y la muerte me
están desgastando MO YAN 322
No resultó fácil, pero Sun Tres por fin consiguió fijar al burro rodante
Jinlong en el suelo, aunque no sin esfuerzo: dientes, pies, todo. Qiuxiang
puso la botella de vinagre en sus labios y comenzó a verterlo. Al instante,
un sonido peculiar salió de la garganta de Jinlong, como si fuera un gallo
que se hubiera tragado sin darse cuenta un insecto venenoso. Se le pusieron
los ojos en blanco: sin lugar a dudas, estaban completamente blancos bajo
la luz de la luna —Maldito mocoso sin corazón, has matado a mi hijo —gritó Yingchun
mientras Huang Tong golpeaba a Jinlong en la espalda, haciendo que un
torrente de licor amargo y apestoso saliera por su nariz y su boca...He z u o
se casa, con Jietang e n c o n t r a d e s u v o l u n t a d.
DON QUIJOTE DE LA MANCHA 322
Ya en esto, el cura se había concertado con los cuadrilleros que le acompañasen
hasta su lugar, dándoles un tanto cada día. Colgó Cardenio del arzón
de la silla de Rocinante, del un cabo la adarga y del otro la bacía, y por señas
mandó a Sancho que subiese en su asno y tomase de las riendas a Rocinante,y puso a los dos lados del carro a los dos cuadrilleros, con sus escopetas. Pero
antes que se hubiese el carro, salió la ventera, su hija y Maritornes a despedirse
de don Quijote, fingiendo que lloraban de dolor de su desgracia
Roberto Bolaño
2666 322
Las estrellas de mar que
uno se encontraba en las playas generalmente estaban muertas,
eran cadáveres que las olas expulsaban, aunque había, ciertamente,
excepciones. Newell, dijo, siempre distinguía entre las
estrellas de mar muertas de aquellas que estaban vivas. No sé
cómo, pero las distinguía. Y las muertas las dejaba en la playa y
a las vivas las devolvía al mar, las arrojaba cerca de las rocas
para que así tuvieran al menos una oportunidad. Salvo en una
ocasión en que se llevó a casa una estrella de mar y la metió en
una pecera, con agua salada del Pacífico. Eso fue cuando los Panteras Negras acababan de nacer y ellos se dedicaban a vigilar
el tránsito en su barrio para que los coches no circularan a toda
velocidad y mataran niños. Hubiera bastado con un semáforo o
tal vez dos, pero el ayuntamiento no quiso poner ninguno. Así
que ésa fue una de las primeras apariciones de los Panteras,
como guardias de tráfico
JAMES JOYCE
ULISES 322
Enfermedad del sueño en el aire. Se camina sobre pétalos de
rosa. Imáginate allí tratando de comer
mondongo y callos. ¿Dónde estaba, pues, el
sujeto que vi en esa lámina por alguna parte?
¡Ah!, en el Mar Muerto, flotando sobre la
espalda, leyendo un libro con una sombrilla
abierta. No podría hundírselo aunque uno se lo
propusiera: tan pesado de sal. Por que el peso
del agua, no, el peso del cuerpo en el agua, es
igual al peso del. ¿O es que el volumen es igual
al peso? Es una ley algo así.
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