miércoles, noviembre 14, 2012

EL LENGUAJE DE LAS NUBES

 

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Neil Usher     http://www.neil-usher.com/   Un robot que busca las caras en las nubes

  IMRE KERTÉSZ  -YO,OTRO.    102

Mi mano se estira de pronto y garabatea a vuela pluma estas palabras en un pequeño recibo:”Es acojonante lo poco que me interesa el ser que soy yo.”Me levanto,me acerco a la ventana:abajo,en la calle,un perro conduce a otro perro,y yo no sabría distinguir cuál de los dos es el amo.

JAMES JOYCE
ULISES               102

¿Ha visto usted algo de su hermano artista Esteban
últimamente? ¿No? ¿Seguro que no está en la terraza de Strasburg con su tía Sally? ¿No
podría volar un poquito más alto, eh? Y y y y,
dinos, Esteban, ¿cómo está el tío Si? ¡Oh Dios
lloroso! ¡Las cosas a que estoy unido! Los
muchachos arriba en el henal. El pequeño
cagatinta borracho y su hermano, el cornetín.
Gondoleros altamente respetables. Y el vizco
Walter dando el tratamiento de señor a su
padre, nada menos. Señor. Sí señor. No, señor.
Jesús lloró: ¡con razón, por Cristo!
Tiro de la ronca campanilla de su casucha
de percianas cerradas y espero. Me toman por
acreedor, espían desde una posición ventajosa.
—Es Esteban, señor.
—Que entre. Que entre Esteban.Se corre un pasador y Walter me da la bienvenida.
—Creímos que eras algún otro

 

thumb-igor    alexstoddard4

 

VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos                  102

Simpson se sentó en un banco salpicado con los restos blancos de unos
excrementos secos de pájaro, y se quedó encorvado, apoyando los codos en las
rodillas. Sintió el comienzo de una alucinación acústica que le afligía desde su
infancia. Cuando estaba en un prado o, como ahora, en un bosque silencioso a la
hora en que se iniciaba el crepúsculo, empezaba a preguntarse, como sin darse
cuenta, si no sería posible oír, a través del silencio presente, el universo entero
atravesando el espacio como en un silbido melodioso, el bullicio de las ciudades
lejanas, el embate de las olas del mar, el canto de los hilos telegráficos sobre el
desierto. Poco a poco, sus oídos, guiados por su pensamiento, empezaron a detectar con avidez aquellos ruidos. Oía el traqueteo de un tren, aun cuando las vías estuvieran a millas de allí; a continuación, el chillido y el chirrido de las ruedas y, a medida que su oído recóndito se iba haciendo más agudo, las voces de los
pasajeros, sus toses y su risa, el crujido de sus periódicos; y finalmente, ya
completamente sumergido en aquel milagro acústico, percibió nítidamente
también los latidos de sus corazones, y el crescendo acumulativo del latido, su
zumbido, su estruendo ensordecieron a Simpson. Abrió los ojos temblando y se dio
cuenta de que aquellos golpes eran los de su propio corazón.

La vida y la muerte me
están desgastando        MO YAN   102

Conocía muy bien aquella
mirada. Sé que sufriste muchas injusticias, esposo mío. Cubrí tu tumba con
la tierra que tenía en mi mano y luego la extendí por encima de ella,
sollozando en silencio mientras apretaba mi rostro sobre la fresca y
amarilla tierra. Tú me tocaste dulcemente el trasero con tu hocico, haciendo
que volviera la cabeza, y vi de nuevo aquella mirada en tus ojos. Esposo
mío, creo sinceramente que has vuelto a nacer en forma de burro. Qué
desconsiderado ha sido el señor Yama al convertir a mi amado esposo en un
asno. Pero entonces pensé que a lo mejor fuiste tú el que lo eligió, que en tu
constante preocupación por mí, preferiste regresar en forma de burro para
ser mi compañero. A lo mejor el señor Yama había pensado dejar que te
reencarnaras en una familia rica y poderosa, pero elegiste llevar la vida de
un burro, mi querido, mi querido esposo...

     

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