viernes, febrero 27, 2015

TAMBOR.


   








Los seres humanos siempre se han sentido embelesados por el efecto de los sonidos rítmicos, y desde el comienzo de los tiempos han sido conscientes de los efectos de alteración de la mente producidas por los ruidos rítmicos, tal como evidencian por ejemplo las sofisticadas técnicas de transmisión de auditorio desarrollada durante miles de años por los chamanes o brujos tribales. Como señala Michael Harner, antropólogo y autoridad en temas de chamanismo, "los instrumentos básicos para entrar en el estado chamánico de conciencia son el martillo y el cascabel. Generalmente, el chamán limita el uso de su martillo y cascabel a evocar y mantener el estado de conciencia chamánico... El sonido repetitivo suele ser fundamental para acometer tareas chamánicas en ese estado. Con motivo, los chamanes siberianos y de otros lugares se refieren a sus martillos como el ‘caballo’ o ‘canoa’ que les transporta al Mundo Superior o al Mundo Inferior. El ritmo regular, monótono del tambor actúa como una onda transportadora, primero para ayudar al chamán a entrar en el estado de conciencia chamánico, y después para mantenerle en su viaje."
    El investigador Andrew Neher investigó los efectos del tamborileo sobre los modelos de EEG y descubrió que el martilleo rítmico alteraba espectacularmente la actividad de las ondas cerebrales.Michael Harner nos explica como otros investigadores de los rituales chamánicos han "descubierto que en los procesos de iniciación predominaban las frecuencias de martilleo del tambor de la gama theta de frecuencias de EEG".
El estudio del sonido para la inducción de estados modificados de conciencia, se inició el 1956 por parte de Robert Monroe, psiconauta pionero en el estudio de las experiencias extracorporeas (viaje astral). Monroe estudió el efecto del sonido para la obtención del máximo efecto sobre los ritmos cerebrales, llevando a cabo investigaciones con sonidos de frecuencias afines a las del celebro humano.
    Monroe se encontró con el problema básico que los sonidos de estas frecuencias pertenecen a la gama de infrasonidos, haciéndose complicada su utilización. Pero el Dr. Gerald Oster (biofísico norteamericano) en los principios de los setenta descubrió que si estimulamos los dos oídos simultáneamente y por separado con dos frecuencias levemente distintas, el celebro percibe un "pulso binaural", cuya frecuencia es igual a la resta de las frecuencias iniciales. Por ejemplo si el oído derecho lo estimulamos con una frecuencia de 500 Hz. y el izquierdo con otra de 510 Hz., se producirá un pulso de 10 Hz.
    Esta técnica demostró otro importante efecto. Al enviar cada oído su señal nerviosa dominante al hemisferio cerebral opuesto - cada hemisferio cerebral rige la mitad opuesta del cuerpo, hemisferio derecho rige la parte izquierda del cuerpo y el hemisferio izquierdo rige la parte derecha del cuerpo- los hemisferios actuaban al unísono. El sonido se transmutaba en una señal eléctrica que sólo puede ser creada por ambos hemisferios funcionando al unísono.



El oído humano y el oído animal

Sin duda la gran diferencia entre el oído humano y el animal, en general, es el efecto de la ecolocación. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente que los animales, casi todos mamíferos, tienen la capacidad de situarse en el espacio según los sonidos que captan.
Estamos hablando de una habilidad inherente a ellos pero inexistente en nosotros los seres humanos. Nuestro proceso es simple: captamos el sonido y lo transportamos al cerebro para ser registrado y entendido en forma de señales eléctricas. En los animales hay pabellones auriculares generalmente más grandes y activos para ayudarles a ubicarse. Esta característica no les sirve para otra cosa que no sea captar la situación de los depredadores y las presas.
Asimismo nos encontramos con la famosa expresión de que los animales pueden escuchar más y mejor, pero no es algo más complicado que eso: pueden captar un elenco más extenso de frecuencias. Por poner un ejemplo, los perros son capaces de situar niveles de entre 45 a 67 mil hercios, y los más agudos de la naturaleza son los de los murciélagos, pues llegan hasta las 500 mil vibraciones por segundo (el ser humano llega a los 20 mil solamente).

El latido de la tierra: la percusión del tambor.


 El chamán toca el tambor para establecer contacto con los espíritus”. “Se ha descubierto que en todo el mundo la percusión, cualquiera que sea la forma en que se produzca, permite y acompaña la comunicación con el otro mundo”.

Existen muchas teorías y especulaciones sobre la relación de este instrumento y el trance, pero todavía no se sabe con seguridad si es parte del condicionamiento cultural o del biológico/neurológico. Muchos americanos nativos se refieren al sonido del tambor como al “latido de la tierra”…

El antropólogo Wolfgang Jilek, cuando investigaba las frecuencias contenidas en las danzas rituales de los indios salish, descubrió que la frecuencia predominante en el ritmo de los tambores era la misma frecuencia de las ondas tetha en el cerebro humano. Propuso la hipótesis de que esta frecuencia sería la ayuda más eficaz para entrar en un estado de conciencia alterada.
En el Japón tradicional, el Taiko era un símbolo de la comunidad rural, era un instrumento sagrado. Se creía que al imitar el sonido del trueno, el espíritu de la lluvia se vería obligado a entrar en acción.
“Qulutanguaq cerró los ojos y se concentró, estaba intentando comunicarse con los ancestros. (…).Tras cinco minutos de preparación, cogió el tambor (…) Finalmente, las primeras notas empezaron a  salir de su garganta. Balanceándose, movía de derecha a izquierda el propio instrumento. El ritmo se fue acelerando (…) El espectáculo me dejaba perplejo. No podía quitar los ojos de aquel hombre que me regalaba un momento mágico e inolvidable” cuenta el antropólogo Francesc Bailón sobre la danza del tambor “inngiit” de los inuit.
  
                                                                     DAMARU
A damaru o damru es un pequeño tambor de dos cabezas, que se utiliza en el hinduismo y el budismo tibetano.

El tambor está hecho normalmente de madera, con cabezas de tambor de cuero en ambos extremos, el damaru también puede ser hecha de calaveras humanas.

El cráneo damaru está hecho de un hueso del cráneo macho y hembra o bóveda craneal, corte muy por encima de la zona de la oreja, y se unió a su vértice. En el interior, mantras macho y hembra se inscriben adecuadamente en oro. Las pieles son tradicionalmente curados enterrándolos con otras sales minerales de cobre y, y las fórmulas a base de hierbas especiales para unas dos semanas. Estos se estiran y se aplican a las dos partes, dando las pieles sus familiares azules o verdes aspecto moteado. Un collar de brocado simple, o el cobre o la plata, tiene un asidero, y es el sitio de unión del batidores, cuya portada punto representa dos ojos. Las calaveras también son cuidadosamente seleccionados por sus características y origen.


El tambor en el Portal del Trueno
El tambor en el Portal del Trueno, una carta dirigida a la monja laica Sennichi.
El Sutra del loto —cuyo epítome es el ideograma myo— es el origen de la iluminación de todos los budas

En su escrito El daimoku del Sutra del loto, el Daishonin explica que myo tiene tres significados: abrir, estar plenamente dotado y revivir. Ahora, examinemos cada uno de estos tres significados.
1) “El ideograma myo significa “abrir”.13 Esto significa que el Sutra del loto es la llave
que abre el cofre de todos los sutras predicados por el Buda, permitiendo que los tesoros
contenidos en dichos sutras puedan ser utilizados.
2) “Myo significa «estar plenamente dotado», lo cual, a su vez, denota lo «perfecto y
pleno»”.14 Esto significa que así como una joya de los deseos, pequeña como una semilla
de mostaza, contiene la satisfacción de todos los anhelos, y así como todas las
plantas y flores crecen y se abren gracias a la luz del sol, así cada ideograma del Sutra
del loto contiene en sí mismo todas las enseñanzas y beneficios.
3) “Myo significa «revivir»; es decir, volver a la vida”.15 Esto significa que el Sutra del
loto puede infundir nueva vida y esperanza a todas las personas, aun a aquellas consideradas
incapaces de lograr la iluminación en las enseñanzas previas al Sutra del loto,
y puede permitirles a todas lograr la Budeidad, sin falta.


NICHIREN Daishonin

En 1260, tras una serie de desastres naturales devastadores, Nichiren escribió su tratado más conocido, el “Rissho ankoku ron” (Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra). Él lo presentó a las máximas autoridades políticas del Japón y las exhortó a organizar un debate público con los representantes de otras escuelas budistas. El llamado a un debate público –que Nichiren reiteró durante toda su vida– fue desoído, y él fue exiliado a la península de Izu.
Los años siguientes trajeron más destierros y, finalmente, un intento de ejecución contra Nichiren en la playa de Tatsunokuchi, cerca de Kamakura, asiento del gobierno militar. Según él lo relata, momentos antes de que la espada del verdugo cayera, un objeto luminoso, tal vez un meteoro, atravesó el cielo con tal resplandor, que los oficiales aterrados suspendieron la ejecución. Nichiren fue exiliado a la isla de Sado donde, en medio de una privación extrema, continuó compartiendo sus enseñanzas y escribiendo tratados y cartas. 

                                              Resultado de imagen de caballo mitologico



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