domingo, noviembre 13, 2011

LA OLA SOBRE EL VOLCAN

 

    

                                                                         4 de la mañana

                                                                 
  

LAS PARTICULAS ELEMENTALES-MICHEL HOUELLEBECQ  320 págs.      320*3=960-643=317

La publicación en junio del 2009, en una separata de la revista Nature  de las ochenta páginas que sintetizaban los últimos trabajos de Djerzinski, con el títuloProlegómenos a la duplicación perfecta provocóde inmediato una gran onda de choque en la comunidad científica.Docenas de investigadores en biología molecular de todo el mundo in-tentaron reproducir los experimentos propuestos, verificar los cálculos en detalle. cualquier código genético, no importa su complejidad, podía reescribirse en forma estándar, estructuralmente estable, inaccesible a las perturbaciones y alas mutaciones. Cualquier célula podía estar dotada de una capacidad infinita de duplicaciones sucesivas. Cualquier especie animal, por evolucionada que estuviese, podía transformarse en una especie emparentada, reproducible mediante clonación, e inmortal,la humanidad debía dar nacimiento a una nueva especie, asexuada e inmortal, que habría superado la individualidad, la separación y el devenir. Resulta superfluo hablar de la hostilidad que semejante proyecto desencadenó entre los partidarios de las religiones reveladas; judaísmo, cristianismo e islam, de acuerdo por una vez, lanzaron el anatema sobre esos trabajos «que atentaban gravemente contra la dignidad humana, constituida en la singularidad de su relación con el Creador»; sólo los budistas observaron que al fin y al cabo las reflexiones del Buda se basaron al principio en la toma de conciencia de esos tres impedimentos que eran la vejez, la enfermedad y la muerte, y que el Venerado por el mundo, si bien se había de-dicado más bien a la meditación, no habría rechazado a priori, necesariamente, una solución de orden técnico

No hay un silencio eterno de los espacios infinitos, pues en realidad no hay ni silencio, ni espacio,ni vacío. El mundo que conocemos, el mundo que creamos, el mundo humano, es redondo, liso, homogéneo y cálido como un seno femenino.» Fuera como fuese, supo instalar en un público cada vez mayoría idea de que la humanidad, en la fase a la que había llegado, podía y debía controlar la evolución general del mundo, y sobre todo podía y debía controlar su propia evolución biológica.«Mil millones de individuos en la superficie del planeta / Mil millones de neuronas en el cerebro humano»;desde la llamada a un gobierno mundial basado en una «nueva alianza» al lema casi publicitario «EL FUTURO SERÁ FEMENINO». Uno de los primeros reproches que le hicieron a su proyecto estaba relacionado con la supresión de las diferencias sexuales, tan constitutivas de la identidad humana. Hubczejak contestaba que no se trataba de reproducir la especie humana hasta en sus menores características, sino de crear una nueva especie racional, y que acabar con la sexualidad como modo de reproducción no significaba en absoluto muy al contrario acabar con el placer sexual. Las secuencias del código que provocaban, en el momento de la embriogénesis, la formación de los corpúsculos de Krause,ya se habían identificado; en el estado actual de la especie humana, es-tos corpúsculos estaban escasamente repartidos por la superficie del clítoris y del glande. No había nada que en un estado futuro impidiera repartirlos por toda la superficie de la piel, ofreciendo así, dentro de la economía de los placeres, sensaciones eróticas nuevas y casi inauditas.

Así que Hubczejak no corría un gran riesgo de que lo contradijeran cuando lanzó su famoso lema en el 2013, un lema que desencadenó un movimiento de opinión a escala planetaria: «LA MUTACIÓN NO PUEDE SER MENTAL, SINO GENÉTICA.»La Unesco votó la concesión de los primeros créditos en el 2021;un equipo de investigadores, dirigidos por Hubczejak, se puso de inmediato manos a la obra.Ahora, casi cincuenta años después, la realidad ha confirmado ampliamente el tenor profetico de las palabras de Hubczejak; hasta un punto que seguramente él no habría sospechado. Quedan algunos humanos de la antigua raza, sobre todo en las regiones sometidas durante mucho tiempo a la influencia de las doctrinas religiosas tradicionales

VLADIMIR NABOKOV-CUENTOS-  643

Los selenógrafos lo confirmarán, pero hay que decir que sus
lentes son más potentes que las nuestras. En el caso que nos ocupa, cuanto mayor es
el aumento de las lentes, tanto más abigarrada resulta la superficie del planeta, que
aparece ante la vista como un paisaje submarino contemplado por un buceador a
través del agua semitranslúcida. Y si algunas marcas, conectadas entre sí, se parecen
oscuramente al esquema de líneas y agujeros del tablero de ajedrez chino,
considerémoslas alucinaciones geométricas.
No sólo excluyo cualquier planeta concreto del argumento de mi relato, del papel
que cada punto y coma debería tener en mi relato (que considero como una especie
de carta astral celeste), sino que me niego a considerar en absoluto esas profecías
técnicas que dicen que los científicos comunican a los periodistas. El tráfico de
cohetes no es lo mío. No son lo mío los pequeños satélites artificiales que han sido
prometidos a la tierra ni tampoco las pistas de aterrizaje para naves espaciales —

una, dos, tres, cuatro, y luego miles de castillos en el aire, cada uno de ellos con su
correspondiente cocinero y cuerpo de servicio, erigidos por las naciones terrestres
en un frenesí de confusión competitiva, falsa gravitación y banderas que ondean
salvajes al viento.
Otra cosa que no me sirve de nada es todo el universo del equipamiento especial:
el traje hermético, el aparato de oxígeno y demás artilugios semejantes. Como el
viejo señor Boke, del que vamos a oír hablar en un minuto, estoy absolutamente
capacitado para descartar todas esas cosas prácticas (que, en cualquier caso, están
destinadas a parecer absurdas e inútiles a los futuros astronautas, como el hijo único
de Boke), ya que las emociones que provocan en mí semejantes artilugios van desde
la desconfianza sorda hasta la turbación malsana. Tengo que hacer un heroico
esfuerzo para desatornillar una bombilla que se ha extinguido inexplicablemente y
atornillar una nueva, que se iluminará en mi cara con la repugnante urgencia del
huevo de un dragón que empollara en mi mano desnuda.

GEORGE ORWELL-LA MARCA   133  págs   0  133*5=665-643=22

Sin embargo, esté prevenido contra sus calumnias. No des­precie demasiado su poder dañino. Le repito que es un cocodrilo y sabrá perfectamente cómo herirle a usted. Y como el cocodrilo ––el doctor juntó sus dedos pulgar e índice con energía; a ve­ces se le olvidaban las imágenes––, como el cocodrilo, hiere siempre en el punto más débil.

––¿Está usted seguro, doctor, de que los cocodrilos buscan siempre el punto más débil?

JACQUES BOREL-LA ADORACION  643

Me había despertado de alguna pesadilla o no podía dormir y daba alaridos mirando el circulo de luz que proyectaba en el techo la lamparilla de noche;me parecía que en la sombra,alrededor de aquel circulo,acechaba un perrazo negro,presto a devorarme.

 

   MONEDA         PESETAS

                                                                  8 de la mañana

EDGAR ALLAN POE-OBRAS SELECTAS-438

                                           poe

 

 

 

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