GRAVES, ROBERT LA DIOSA BLANCA 206*4=824-632=192
«Anfictión», el fundador de la Liga Anfictiónica, o Liga de Vecinos. Magnesia era
miembro de esta antigua federación de doce tribus -Atenas era la más poderosa-, los
representantes de las cuales se reunían todos los otoños en Anteles, cerca del paso de las
Termópilas, y todas las primaveras en Delfos. «Anfictión» era hijo de Deucalión («vino
dulce»), cuya madre era Pasifae, la diosa Luna cretense, y de Pirra («la roja»), el Noé y
la esposa de Noé griegos. Fue «el primer hombre que mezcló el vino con el agua». De
manera característica se casó con la heredera del Atica, Crané -ya mencionada como un
aspecto de la Diosa Blanca-, expulsó a su predecesor y erigió altares a Dioniso Fálico y
las Ninfas. Sabemos que Anfictión no era su verdadero nombre, pues la Liga se fundó
realmente en honor de la diosa de la Cebada, Deméter, o Danae, en su carácter de
Presidenta de los Vecinos («Amphictyonis») y a ella se hacía el sacrificio en las
reuniones del otoño: pero era una costumbre habitual en la Grecia clásica, lo mismo que
en la Britania y la Irlanda clásicas, negar a las mujeres el mérito de haber inventado o
iniciado algo importante. Por consiguiente, «Anfictión» era él varón que reemplazaba a
Anfictionis, así como «Don rey de Dublin y Lochlin» lo era de la diosa irlandesa Danu;
y como, según creo, el gigante Samothes, por el que-Britania recibió su primer nombre
de «Samothea», era el de la Diosa Blanca, Samothea, pues a Samothea le atribuyen los
primitivos historiadores británicos, citando al babilonio Beroso, la invención de las
letras, la astronomía y otras ciencias atribuidas habitualmente a la Diosa Blanca. Y
como Anfictión «unió» a los diversos Estados y era un viñador, podemos llamarlo
«Feneo» o «Dioniso».
El más antiguo relato griego de la creación de la vid que se ha conservado es el
que hace Pausanias (X, 38). Dice que en la época de Oresteo, hijo de Deucalión, una
perra blanca parió una estaca que él plantó y se convirtió en una vid. La perra blanca es
obviamente de nuevo la Diosa Triple: Anfictionis. Ocho de las tribus de la Liga
Anfictiónica eran pelasgas y, según Estrabón, Calímaco y el escoliasta del Orestes de
Eurípides, fue reglamentada originalmente por Acrisio, el abuelo de Perseo
JAMES JOYCE
ULISES 632
En Duke's Fane un terrier famélico se
atragantó con una nauseabunda mascada
nudosa sobre las piedras de guijarros y la lamió
con renovado deleite. Empalagado. Habiendo
digerido completamente la sustancia se
devuelve y muchas gracias. Primero dulce,
después lleno de gustos. El señor Bloom hizo un
prudente rodeo. Rumiantes. Su segundo plato.
Mueven su maxilar superior. Me gustaría saber
si Tomás Rochford hará algo con ese invento
suyo. Perder tiempo explicándolo a la boca de
Flynn. Gente flaca boca grande. Tendría que
haber un salón o un lugar donde los inventores
pudieran ir a inventar gratis. Es lógico que así
se produciría una verdadera peste de
maniáticos.
Canturreó, prolongado con un eco grave
la nota final de cada compás.
Don Giovanni, a cenar teco
M'invitasti
Me siento mejor. Borgoña. Buen
reconstituyente. ¿Quién fue el primero en
destilar? Algún tío de mal humor. Coraje de
borracho
VLADIMIR NABOKOV
Cuentos completos 632
Luego había
cogido la pluma de Mary Valevsky y había añadido: «Cette examain est finie ainsi
que ma vie. Adieu, jeunes filles! Por favor, monsieur le professeur, contacte ma
soeur y dígale que la Muerte no es mejor que un suspenso, pero sí infinitamente
mejor que la Vida sin D.».
No perdí el tiempo y llamé inmediatamente a Cynthia, que me dijo que ya era
tarde, que llevaba siendo tarde desde las ocho de la mañana, y me pidió que le
llevara la nota, y cuando lo hice, sonrió a través de sus lágrimas con orgullosa
admiración ante la caprichosa utilización («¡Tan típica suya!») de un examen de
literatura francesa. En dos segundos preparó dos whiskys con agua y hielo, sin dejar
el cuaderno de Sybil —ahora ya salpicado de soda y de lágrimas—, y siguió
estudiando aquel mensaje de muerte, ante lo cual yo me vi impelido a señalarle los
errores gramaticales y a explicarle por qué «jeunes filies» había que traducirlo por
chicas en las universidades americanas no fuera a ser que las inocentes estudiantes
empezaran a jugar con los distintos significados y llegaran al de puta o quizá peor.
Estas trivialidades de mal gusto complacieron mucho a Cynthia y la ayudaron a
erigirse por encima de la pesada superficie de su dolor. Y luego, sin dejar de apretar
en su mano aquel cuaderno ya flaccido como si fuera una especie de pasaporte que
diera entrada a un Elíseo fortuito (donde las puntas de los lapiceros no se rompieran
y una joven belleza soñadora de cutis perfecto se enroscara un rizo del pelo en un
dedo asimismo ensoñador, mientras meditaba en un examen celeste), Cynthia me
llevó arriba, a un pequeño dormitorio helado, sólo para enseñarme, como si yo fuera
la policía o un compasivo vecino irlandés, dos botes vacíos de pastillas y la cama
deshecha en la que un cuerpo tierno, accesorio, que D. debía haber conocido hasta
en sus más mínimos detalles de terciopelo, había sido ya eliminado.
JORGE LUIS BORGES—OBRAS COMPLETAS 632
Descubrió en una biblioteca de Santos un manuscrito
suyo que versaba sobre el espejo que atribuye el Oriente
a Iskandar Zu al-Karnayn, o Alejandro Bicorne de Macedonia.
En su cristal se reflejaba el universo entero. Burton menciona
otros artificios congéneres —la séptuple copa de Kai Josrú, el
espejo que Tárik Benzeyad encontró en una torre (1001 Noches,
272), el espejo que Luciano de Samosata pudo examinar en la
luna (Historia Verdadera, I, 26), la lanza especular que el primer
libro del Satyricon de Capella atribuye a Júpiter, el espejo universal
de Merlin, "redondo y hueco y semejante a un mundo de
vidrio" (The Faerie Queene, III, 2, 19)— y añade estas curiosas
palabras: "Pero los anteriores (además del defecto de no existir)
son meros instrumentos de óptica. Los fieles que concurren a la
mezquita de Amr, en el Cairo, saben muy bien que el universo
está en el interior de una de las columnas de piedra que rodean
el patio central. . . Nadie, claro está, puede verlo, pero quienes
acercan el oído a la superficie, declaran percibir, al poco tiempo,
su atareado rumor. .. La mezquita data del siglo vn; las columnas
proceden de otros templos de religiones anteislámicas, pues
como ha escrito Abenjaldún: En las repúblicas fundadas por
nómadas, es indispensable el concurso de forasteros para todo
lo que sea, albañileria".
¿Existe ese Aleph en lo íntimo de una piedra? ¿Lo he visto
cuando vi todas las cosas y lo he olvidado? Nuestra mente es
porosa para el olvido; yo mismo estoy falseando y perdiendo,
bajo la trágica erosión de los años, los rasgos de Beatriz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario